Irresponsabilidad descentralizada
Llevamos todo el verano con la vuelta al colegio, enzarzados en un cruce de acusaciones preventivas
Cuando m¨¢s de una persona o entidad es corresponsable de una tarea, hay dos resultados extremos posibles. En un lado est¨¢ el equilibrio cooperativo: las partes responsables se ponen de acuerdo para que salga adelante porque saben que un buen resultado les beneficia a todos a largo plazo. Pero siempre acecha, y por desgracia muchas veces sucede, el desarrollo contrario: nadie se hace cargo, y cada uno se ocupa de culpar al resto porque no se hizo lo que se ten¨ªa que hacer.
As¨ª llevamos todo el verano espa?ol con la vuelta al colegio, enzarzados en un cruce de acusaciones preventivas. En ...
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Cuando m¨¢s de una persona o entidad es corresponsable de una tarea, hay dos resultados extremos posibles. En un lado est¨¢ el equilibrio cooperativo: las partes responsables se ponen de acuerdo para que salga adelante porque saben que un buen resultado les beneficia a todos a largo plazo. Pero siempre acecha, y por desgracia muchas veces sucede, el desarrollo contrario: nadie se hace cargo, y cada uno se ocupa de culpar al resto porque no se hizo lo que se ten¨ªa que hacer.
As¨ª llevamos todo el verano espa?ol con la vuelta al colegio, enzarzados en un cruce de acusaciones preventivas. En esta din¨¢mica, solo se salvan ciertos lugares (colegios, comunidades aut¨®nomas) en los que un grupo de personas se despega del intento de equilibrio y se toma la tarea en serio. Para el resto, incertidumbre. ?Es porque tenemos ¡°17 sistemas educativos¡±, como sugieren algunos? La falta de corresponsabilidad no es inherente a un sistema descentralizado, sino que depende tanto del entorno institucional como de las decisiones de los actores, en este caso de los pol¨ªticos. Si son incapaces de construir confianza entre ellos, si no hay incentivos para que se d¨¦, la cooperaci¨®n no podr¨¢ arraigar.
Esto es lo que ha sucedido en Espa?a: el cruce de divisiones partidistas y territoriales se suma a una descentralizaci¨®n a medio cocinar, que no ata bien representaci¨®n y toma de decisiones. Ahora vemos el resultado: lo regresivo en Espa?a es la irresponsabilidad, el juego de culpas cruzadas en el que se han enganchado personas de todo color y nivel: estatal, auton¨®mico y de cada centro. Porque igual que se dice 17, podr¨ªamos decir 30.000 sistemas educativos: uno por cada centro. Y en este caso, menos mediatizado, a casi nadie le parece que la autonom¨ªa sea un problema por s¨ª misma. No: la cuesti¨®n es c¨®mo se articula cada nivel con el siguiente.
La irresponsabilidad resultante es doblemente regresiva, de hecho, porque mientras la tarea se quede sin completar, los m¨¢s perjudicados ser¨¢n l¨®gicamente los m¨¢s j¨®venes, pero sobre todo en los hogares de menos ingresos: son los que no pueden acceder a mecanismos alternativos de educaci¨®n, ni de conciliaci¨®n. Una orfandad sesgada de pol¨ªtica p¨²blica producto de un sistema pensado para acercar las decisiones al ciudadano, y que de hecho podr¨ªa llegar a funcionar as¨ª, pero que evidentemente no lo hace. Hoy menos que nunca. @jorgegalindo