Batacazos anglosajones
Sanitaria y econ¨®micamente, tanto el Reino Unido como Estados Unidos han salido especialmente mal parados con la pandemia
La ciudadan¨ªa no siempre eval¨²a a sus dirigentes por los efectos de su gesti¨®n. Muchas veces lo hace en funci¨®n de las expectativas que estos le hab¨ªan suscitado: por la distancia entre las promesas lanzadas y las realidades resultantes. Quien mejor formul¨® esta ecuaci¨®n, en negativo, o sea, poniendo las expectativas por los suelos, fue Winston Churchill al asegurar reiteradamente a los brit¨¢nicos: ¡°No tengo nada que ofrecer sino sangre, esfuerzo, l¨¢grimas y sudor¡±. Por eso sus victorias contra el Tercer Reich (aunque no pudo gozar de la final) adquir¨ªan m¨¢s relevancia.
Los actuales di...
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La ciudadan¨ªa no siempre eval¨²a a sus dirigentes por los efectos de su gesti¨®n. Muchas veces lo hace en funci¨®n de las expectativas que estos le hab¨ªan suscitado: por la distancia entre las promesas lanzadas y las realidades resultantes. Quien mejor formul¨® esta ecuaci¨®n, en negativo, o sea, poniendo las expectativas por los suelos, fue Winston Churchill al asegurar reiteradamente a los brit¨¢nicos: ¡°No tengo nada que ofrecer sino sangre, esfuerzo, l¨¢grimas y sudor¡±. Por eso sus victorias contra el Tercer Reich (aunque no pudo gozar de la final) adquir¨ªan m¨¢s relevancia.
Los actuales dirigentes populistas anglosajones, Donald Trump y Boris Johnson, realizaron enf¨¢ticas promesas antes de acceder al poder, pespuntearon un horizonte glorioso y levantaron muchas ilusiones a sectores concretos, como las capas populares v¨ªctimas de la desindustrializaci¨®n, del cambio tecnol¨®gico o de la deslocalizaci¨®n: decisivas, pues sol¨ªan ser clientes de los dem¨®cratas, en EE UU, o de los laboristas, en Reino Unido.
Las propuestas de Trump y Johnson se articularon en un tri¨¢ngulo muy elemental (y eficaz en tiempos de turbaci¨®n): nacionalismo ultra (America First; recuperar la soberan¨ªa); protecci¨®n econ¨®mica (de nuevos aranceles a rutilantes planes de infraestructuras) y unilateralismo: ruptura con los organismos multilaterales como la OMC, marcha atr¨¢s en el impuesto digital de la OCDE, en EE UU; tautolog¨ªas johnsonianas del tipo Get Brexit done (culminemos el Brexit), la apoteosis de aquel Brexit significa Brexit que acu?¨® su antecesora, Theresa May.
Tanta promesa de plenitud nacional, de mejora hist¨®rica y de bienestar a raudales se ha pegado un enorme batacazo con ocasi¨®n de la pandemia. Sanitariamente, EE UU es l¨ªder mundial en n¨²mero de personas afectadas por la covid-19; y Reino Unido, el tercero, tras Per¨² y B¨¦lgica, en n¨²mero de fallecidos.
Econ¨®micamente, Gran Breta?a ha sido el pa¨ªs europeo m¨¢s castigado por la recesi¨®n (un desplome del PIB del 20,4% en el segundo trimestre). Y EE UU, aunque en el segundo trimestre solo cay¨® un 9,5% sobre el primero, lo hizo un 32,9% sobre igual periodo de 2019, el baremo m¨¢s seguido all¨¢.
Y aunque todo desfallecido puede recuperarse y algunos exhiben m¨¢s vidas que un gato, ese contraste entre deseo y realidad siempre castiga. Es lo que m¨¢s debilita la reelecci¨®n de Trump en noviembre. Y lo que fragiliza a Johnson en su ¨²ltima negociaci¨®n con la Uni¨®n Europea. Atentos a cada nuevo episodio.