Presupuestos, ya

El nuevo curso empieza te?ido por la urgencia de elaborar y aprobar un presupuesto para 2021. El declive inicial de los vetos cruzados entre Ciudadanos y Podemos, la promesa de estabilidad del presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, a los empresarios, y su primera ronda de contactos, as¨ª lo indican. Y es lo que toca, pues en un mes debe aprobarse el marco presupuestario, y el 15 de octubre debe presentarse a Bruselas el programa de reformas con el que activar la absorci¨®n progresiva de los 140.000 millones de euros del plan de recuperaci¨®n econ¨®mica europea. No hay tiempo para frivolidades ni ...

El nuevo curso empieza te?ido por la urgencia de elaborar y aprobar un presupuesto para 2021. El declive inicial de los vetos cruzados entre Ciudadanos y Podemos, la promesa de estabilidad del presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, a los empresarios, y su primera ronda de contactos, as¨ª lo indican. Y es lo que toca, pues en un mes debe aprobarse el marco presupuestario, y el 15 de octubre debe presentarse a Bruselas el programa de reformas con el que activar la absorci¨®n progresiva de los 140.000 millones de euros del plan de recuperaci¨®n econ¨®mica europea. No hay tiempo para frivolidades ni obstruccionismos.

El a?o 2021 debe ser el primero de varios ejercicios dedicados a la reconstrucci¨®n de sectores muy da?ados (turismo), incluido el rescate social, a recomponer el nivel del PIB perdido en la pandemia, a aprovechar los flujos europeos y a emprender reformas sustanciales que hagan sostenible el crecimiento para impedir que en crisis futuras este pa¨ªs vuelva a exhibir r¨¦cords de desempleo. Ser¨ªa un dislate fiar esas tareas a una cuarta edici¨®n de los presupuestos para 2018, pues no resultar¨ªan eficaces para abordar una etapa expansiva, los nov¨ªsimos gastos y el encaje de las ingentes transferencias europeas.

Pero si los gastos necesarios se antojan evidentes, resulta igualmente urgente que el Gobierno explicite y detalle las l¨ªneas maestras de los ingresos, particularmente la cuesti¨®n impositiva. S¨¢nchez ha asegurado con tino que una eventual subida de impuestos enmarcada en una reforma fiscal debe retrasarse hasta la recuperaci¨®n del PIB prepandemia, hasta 2022 o, probablemente, 2023, por una sencilla raz¨®n: lo que importa ahora es dar ox¨ªgeno, y no asfixiar, a las empresas y sectores en dificultades (casi todos), lo que agravar¨ªa la recesi¨®n. M¨¢s bien habr¨¢ que continuar proporcionando alivios sectoriales individualizados. Por fortuna, el plan europeo proporcionar¨¢ la liquidez suficiente para evitar recortes y sostener un presupuesto expansivo, lo necesario para contrarrestar la crisis. Empe?arse en lo contrario por imperativo de clich¨¦s hist¨®ricos o un anclaje extempor¨¢neo en la interpretaci¨®n rigorista de un pacto de coalici¨®n que la realidad ha desbordado ser¨ªa suicida.

As¨ª que los eventuales retoques fiscales deben ser selectivos, y atenerse al criterio esencial de que no yugulen la recuperaci¨®n, cuyos perfiles iniciales ser¨¢n sin duda d¨¦biles y contradictorios. Eso no coarta necesariamente la intenci¨®n de establecer las previstas figuras a las transacciones financieras y a las multinacionales tecnol¨®gicas, ni a enmendar algunas de las exenciones o desgravaciones actuales. Pero s¨ª debe descartarse todo aumento generalizado de tipos. Es imprescindible que incluso el menor retoque pase por el cedazo auditor de la Autoridad Fiscal independiente, de manera que esta pueda alertar de sus eventuales efectos colaterales inconvenientes.

La primera conversaci¨®n al respecto de S¨¢nchez con el l¨ªder del PP, Pablo Casado, se sald¨® con el (previsto) mal resultado, la negativa de este a apoyar cualquier presupuesto. Pero eso no debe impedir que el Gobierno persista en su labor de convencimiento para conseguir al menos su abstenci¨®n. Mucho mejor auspicio trajo el encuentro con la l¨ªder de Ciudadanos, In¨¦s Arrimadas. Pero como la cuesti¨®n impositiva es tambi¨¦n clave para estos y otros partidos (como el PNV), cuanto antes se aclare su horizonte, m¨¢s bazas habr¨¢ para un acuerdo suficiente.