Acuerdos y debates inaplazables
Espa?a tiene un sistema tributario obsoleto, con escasa capacidad de ingreso y alta facilidad para el fraude
Todos los participantes en los debates que permitieron aprobar en julio el Plan de Rescate elaborado por la Comisi¨®n Europea fueron conscientes del avance significativo que representaba. De hecho, por primera vez en la historia de la construcci¨®n europea se autorizaba a la Comisi¨®n a adquirir en el mercado de capitales empr¨¦stitos encaminados a recuperar y fortalecer las econom¨ªas de los Estados. Los l¨ªderes europeos tambi¨¦n supieron entonces que consensuar el citado acuerdo postergaba debates necesarios en la consolidaci¨®n de la Uni¨®n Europea para los que, sin embargo, todav¨ªa no hay consenso...
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Todos los participantes en los debates que permitieron aprobar en julio el Plan de Rescate elaborado por la Comisi¨®n Europea fueron conscientes del avance significativo que representaba. De hecho, por primera vez en la historia de la construcci¨®n europea se autorizaba a la Comisi¨®n a adquirir en el mercado de capitales empr¨¦stitos encaminados a recuperar y fortalecer las econom¨ªas de los Estados. Los l¨ªderes europeos tambi¨¦n supieron entonces que consensuar el citado acuerdo postergaba debates necesarios en la consolidaci¨®n de la Uni¨®n Europea para los que, sin embargo, todav¨ªa no hay consenso. Es el caso del necesario incremento de los recursos propios de la Uni¨®n o de la consecuci¨®n de una mayor armonizaci¨®n fiscal entre los Estados miembros. A nadie se le oculta que en ambos casos se trata de cuestiones extremadamente sensibles sobre las que los Estados mantienen posiciones antag¨®nicas que dificultan la necesaria unanimidad exigida por los Tratados.
Pues bien, algo parecido a lo que ocurre en Europa con esos debates necesarios, pero indefinidamente aplazados por la necesidad de preservar un acuerdo, puede pasar en Espa?a. Vamos primero con el potencial acuerdo. Qu¨¦ duda cabe que la urgencia m¨¢s significativa que tenemos como pa¨ªs es aprobar unos Presupuestos que respondan a las necesidades extraordinarias que impone la pandemia. Sin discutir ahora si la mayor¨ªa de la investidura podr¨ªa estar dispuesta, en ¨²ltimo extremo, a apoyar la previsi¨®n de ingresos y la autorizaci¨®n de gastos del borrador que presente el ejecutivo, me parece m¨¢s interesante resaltar ahora lo que de positivo tiene para nuestro clima pol¨ªtico la voluntad de negociar y acordar que ha expresado un partido perteneciente a un bloque ajeno a la investidura. Al margen de si tal apoyo pueda finalmente facilitar la aprobaci¨®n de las cuentas p¨²blicas, la mera voluntad de participar en la negociaci¨®n representa, sin duda, una acci¨®n pol¨ªtica inteligente y de utilidad, que merece ser valorada positivamente.
Con todo, el reparo del momento est¨¢, a mi entender, en los condicionantes que se puedan formular de partida. As¨ª, In¨¦s Arrimadas ha declarado como inasumible cualquier subida de impuestos como las que pretendidamente sugiere Podemos. Sin negar legitimidad a las propuestas pol¨ªticas de Ciudadanos, s¨ª resultar¨ªa importante que tales posicionamientos no impidieran un debate serio sobre nuestro sistema impositivo. En este sentido, m¨¢s all¨¢ de los condicionantes de oportunidad que imponga al respecto la pandemia, es pertinente recordar que Espa?a dispone de un sistema tributario obsoleto que suma, a la escasa capacidad de ingreso, una alta facilidad para el fraude, adem¨¢s de un deterioro sostenido de la progresividad que exige nuestra Constituci¨®n. Todo ello sin mencionar la creciente asimetr¨ªa fiscal entre comunidades que favorece una competencia desleal entre territorios que amenaza con quebrar el modelo. Lo dicho. Hay espacios de negociaci¨®n interesantes como el que puede representar Ciudadanos que, sin embargo, no deber¨ªa limitar debates de calado como el de la fiscalidad que, nos guste o no, resultan dif¨ªcilmente aplazables en Espa?a. Con o sin pandemia.