Nosotros los pueblos

Nueva York iba a ser una fiesta. La comunidad internacional estaba lista para festejar su semana grande: esos d¨ªas en los que jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo pasean por la ciudad y desfilan por el p¨²lpito de la Asamblea General de Naciones Unidas; en los que cientos de organizaciones acuden a la Gran Manzana para participar en incontables actividades; cuando parece que el debate global ocupa un peque?o espacio en el inter¨¦s general. Y este a?o con mayor motivo: la celebraci¨®n del 75? aniversario de la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas.

Pero la pandemia del coronavirus, ...

Nueva York iba a ser una fiesta. La comunidad internacional estaba lista para festejar su semana grande: esos d¨ªas en los que jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo pasean por la ciudad y desfilan por el p¨²lpito de la Asamblea General de Naciones Unidas; en los que cientos de organizaciones acuden a la Gran Manzana para participar en incontables actividades; cuando parece que el debate global ocupa un peque?o espacio en el inter¨¦s general. Y este a?o con mayor motivo: la celebraci¨®n del 75? aniversario de la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas.

Pero la pandemia del coronavirus, claro, lo ha trastocado todo. Por primera vez en su ya larga historia, la Asamblea General se celebrar¨¢ de modo virtual. Est¨¢ por ver si el pase¨ªllo telem¨¢tico de personalidades atrae la atenci¨®n de anta?o, aunque la ocasi¨®n, desde luego, lo merece.

En medio de los mayores ataques al sistema multilateral desde su nacimiento, el 75? cumplea?os de la organizaci¨®n parece el momento adecuado para recordar sus logros y revisar en profundidad sus desaf¨ªos. Un trabajo iniciado hace d¨¦cadas pero que no acaba de prosperar. Para ello, Ant¨®nio Guterres, el secretario general, ha lanzado un gran ejercicio de reflexi¨®n colectiva: una encuesta popular digital, dirigida a, literalmente, todo el mundo y muy especialmente a los j¨®venes, para ayudar a identificar las prioridades globales futuras.

No ser¨¢n solo los expertos, los pol¨ªticos y los t¨¦cnicos; las ciudadan¨ªas de todo el mundo est¨¢n invitadas a contribuir a imaginar un futuro com¨²n. ¡°Nosotros los pueblos de las Naciones Unidas¡­¡±. Ya estaba en su carta fundacional: las personas son el centro de este gran esfuerzo colectivo por preservar la paz y ¡°reafirmar la fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana, en la igualdad de derechos de hombres y mujeres y de las naciones grandes y peque?as¡±.

Los avances, o no, de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el gran reto de la p¨¦rdida de biodiversidad y las enormes desigualdades entre hombres y mujeres que siguen existiendo 25 a?os despu¨¦s de la Conferencia de Pek¨ªn son otros de los grandes temas previstos en esta pr¨®xima Asamblea General.

La ventaja es que quien quiera va a poder seguir durante las pr¨®ximas semanas no solo las actividades oficiales, sino tambi¨¦n todas las organizadas por miles de ONG, centros de pensamiento, activistas, universidades, ministerios y entidades de la sociedad civil de todo el mundo, en digital. An¨ªmense. Rastreen las p¨¢ginas web y con¨¦ctense a alguna. Formen parte de esa gran conversaci¨®n global. Nos ata?e a todos.

No parecen tiempos propicios para el optimismo, pero contemplar el ingente esfuerzo de tanta gente en todas partes que siguen pensando que podemos lograr un mundo mejor da un respiro en medio de tanta incertidumbre.