Estupor
Casado elude el compromiso constitucional de renovar los cargos del poder judicial con una sola palabra, Podemos
Mientras parece que s¨®lo nos pasa una pandemia, pasan muchas cosas en Espa?a. Cada d¨ªa vemos im¨¢genes, escuchamos discursos, conocemos noticias que van colmando, gota a gota, el vaso de nuestro estupor. Es un proceso peligroso, porque el estupor no es el¨¢stico. Con la ¨²ltima gota desaparece, y s¨®lo hay un paso entre sentir que no se puede creer nada y empezar a creer cualquier cosa. Casado elude el compromiso constitucional de renovar los cargos del Poder Judicial con una sola palabra, Podemos. Sabe que sus votantes le entender¨¢n y, a¨²n m¨¢s, que le aplaudir¨¢n, pero las palabras no son sumas al...
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Mientras parece que s¨®lo nos pasa una pandemia, pasan muchas cosas en Espa?a. Cada d¨ªa vemos im¨¢genes, escuchamos discursos, conocemos noticias que van colmando, gota a gota, el vaso de nuestro estupor. Es un proceso peligroso, porque el estupor no es el¨¢stico. Con la ¨²ltima gota desaparece, y s¨®lo hay un paso entre sentir que no se puede creer nada y empezar a creer cualquier cosa. Casado elude el compromiso constitucional de renovar los cargos del Poder Judicial con una sola palabra, Podemos. Sabe que sus votantes le entender¨¢n y, a¨²n m¨¢s, que le aplaudir¨¢n, pero las palabras no son sumas aleatorias de letras. Las palabras tienen un significado que no se puede pasar por alto. El l¨ªder del PP pronuncia el nombre de un partido legal, socio leg¨ªtimo de un Gobierno de coalici¨®n, como si fuera el n¨²mero de la Bestia. Que sepamos que, en efecto, Podemos era una encarnaci¨®n demon¨ªaca para Fern¨¢ndez D¨ªaz, el ministro del Interior de Rajoy que ve¨ªa a la Virgen todos los s¨¢bados, no afecta al argumento de Casado. La democracia, s¨ª. Invocar la existencia de Podemos como un obst¨¢culo infranqueable para que se aplique la Constituci¨®n, no s¨®lo implica despreciar, incluso estigmatizar, a los millones de espa?oles que decidieron votar libremente a ese partido. Me parece, adem¨¢s, una declaraci¨®n anticonstitucional mientras no se lleve adelante una reforma que ilegalice a cualquier partido a la izquierda del PSOE o declare a sus votantes ciudadanos de segunda clase. Estoy segura de que eso no es lo que pretend¨ªa decir Casado, pero es lo que sugieren sus palabras. La democracia tiene unas reglas que es imprescindible respetar, y la Constituci¨®n es su regla suprema. Ella, al menos, deber¨ªa quedar al margen de nuestro estupor.