M¨¢s all¨¢ de las fronteras nacionales
La situaci¨®n es demasiado grave para permitir la ret¨®rica y las acciones nacionalistas y tendentes a la divisi¨®n. Es vital adoptar un plan coordinado a escala internacional para combatir la pandemia
Dado que el coronarivus no va a desaparecer espont¨¢neamente, los confinamientos locales han demostrado su eficacia a la hora de controlar los rebrotes del virus al tiempo que se mantiene a flote la mayor parte de la econom¨ªa. Los esl¨®ganes que promueven estrategias uniformes, como el de ¡°todos estamos juntos en esto¡±, se han visto superados por la realidad de este momento excepcional. Muchos pa¨ªses est¨¢n sustituyendo las restricciones nacionales por medidas locales a fin de contener los brotes puntuales, de manera que un mayor n¨²mero de personas puedan llevar una vida m¨¢s parecida a la normal....
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Dado que el coronarivus no va a desaparecer espont¨¢neamente, los confinamientos locales han demostrado su eficacia a la hora de controlar los rebrotes del virus al tiempo que se mantiene a flote la mayor parte de la econom¨ªa. Los esl¨®ganes que promueven estrategias uniformes, como el de ¡°todos estamos juntos en esto¡±, se han visto superados por la realidad de este momento excepcional. Muchos pa¨ªses est¨¢n sustituyendo las restricciones nacionales por medidas locales a fin de contener los brotes puntuales, de manera que un mayor n¨²mero de personas puedan llevar una vida m¨¢s parecida a la normal. Sin embargo, a escala internacional, las restricciones a los desplazamientos entre pa¨ªses en los que el virus est¨¢ bajo control se han levantado poco a poco, pero han tenido que volver a ser introducidas debido a los rebrotes. Es m¨¢s, la ausencia de criterios comunes y de coordinaci¨®n internacional suele ir acompa?ada por un discurso nacionalista. Nosotros sostenemos que una estrategia de zonificaci¨®n coordinada podr¨ªa mitigar el sufrimiento causado por el virus, reducir considerablemente los perjuicios econ¨®micos, y ayudar a reducir la sensaci¨®n de aislamiento.
A principios de abril, en un informe preliminar, propusimos una estrategia de ¡°zonas verdes¡±. Las zonas con baja prevalencia de la enfermedad, suficiente capacidad hospitalaria y un sistema eficaz de pruebas y rastreo se marcan como verdes, mientras que el resto se marcan como rojas. Los desplazamientos desde y hacia las zonas rojas se restringen a fin de evitar que el virus se propague a¨²n m¨¢s. Francia y Espa?a han aplicado esta estrategia y han adoptado medidas para diferentes zonas en funci¨®n de su situaci¨®n epidemiol¨®gica, que se reeval¨²a peri¨®dicamente.
A medida que pasa el tiempo y disponemos de m¨¢s datos, se acumulan las pruebas de que, si se pone en pr¨¢ctica con cuidado, esta estrategia permite controlar el virus en los lugares donde su circulaci¨®n es alta, al tiempo que evita confinamientos generales que paralizan la econom¨ªa y hunden la moral general. Al principio, el Reino Unido, Alemania, Australia y otros pa¨ªses eran reacios a aplicar medidas locales, pero al final han optado por hacerlo. En Estados Unidos, Nueva York y Nueva Jersey han impuesto restricciones al desplazamiento de personas procedentes de diversos Estados, una medida contraria a la libertad de movimiento que hace unos meses parec¨ªa imposible.
El levantamiento de las restricciones a los desplazamientos empez¨® con la creaci¨®n de ¡°puentes verdes¡± entre grupos peque?os de pa¨ªses, como las rep¨²blicas b¨¢lticas. Posteriormente, todos los miembros de la Uni¨®n Europea los imitaron. La apertura cont¨® con el decidido apoyo de la Comisi¨®n Europea, ya que el restablecimiento de la libertad de movimiento hab¨ªa sido una de sus prioridades. Aunque admirable, el dictamen no ha tenido en cuenta la naturaleza del virus. Sin planificaci¨®n suficiente para contener y controlar los inevitables rebrotes, la renovada libertad probablemente ser¨¢ breve.
Dada la triste realidad de que el virus va a estar mucho tiempo entre nosotros ?por lo menos hasta que se desarrolle y se administre a gran escala una vacuna eficaz?, un elemento clave de nuestro an¨¢lisis es que el proceso de zonas rojas y verdes no es lineal. Si bien cada vez m¨¢s zonas se convertir¨¢n en verdes, es posible que algunas tambi¨¦n vuelvan al rojo, indicando que el virus ha dejado de estar bajo control. Un pa¨ªs como Espa?a se volvi¨® totalmente verde en tres meses, y sin embargo, algunas zonas han registrado una reactivaci¨®n del virus, y por lo tanto, han vuelto a medidas de salud p¨²blica m¨¢s estrictas acompa?adas por limitaciones a los desplazamientos. Los brotes aparecen en lugares insospechados, y su tama?o var¨ªa de manera impredecible. A su vez, la impredecibilidad contribuye a la sensaci¨®n de impotencia, lo cual alimenta a¨²n m¨¢s la incertidumbre, agravando as¨ª la crisis econ¨®mica. Una reaparici¨®n del virus como la que se ha registrado en las provincias espa?olas de Catalu?a, Arag¨®n y Navarra podr¨ªa producirse pr¨¢cticamente en cualquier momento y en cualquier lugar del mundo.
La aparici¨®n de un nuevo brote se parece a un incendio forestal durante un verano caluroso. Si bien el momento y la ubicaci¨®n exactas del fuego son impredecibles, los departamentos de bomberos de todo el mundo han desarrollado estrategias eficaces para reducir sus efectos sobre la vida humana y los h¨¢bitats naturales. Concretamente, los bomberos ponen en pr¨¢ctica dos clases de acciones. En primer lugar, idean medidas preventivas que reduzcan al m¨ªnimo la probabilidad de un nuevo incendio incontrolado, como la prohibici¨®n de encender hogueras en el campo y el empleo de la vigilancia por sat¨¦lite. En segundo lugar, atacan el fuego en sus fases iniciales centr¨¢ndose en los sectores m¨¢s activos y peligrosos, y utilizando l¨ªneas de control (fronteras naturales o artificiales) y abatimientos (acciones dirigidas a extinguir r¨¢pidamente un foco cr¨ªtico).
Si bien la propagaci¨®n de la covid-19 es impredecible por naturaleza, se puede gestionar de manera inteligente y proactiva, igual que los incendios. Las zonas verdes son la pieza espacial del rompecabezas. Otras medidas son el uso de mascarillas y un sistema estricto de pruebas y rastreo. Para aumentar su eficacia, la definici¨®n de zonas verdes se deber¨ªa implementar a escala internacional con el fin de garantizar criterios comunes para la clasificaci¨®n de zonas rojas y verdes, las medidas de salud p¨²blica y las restricciones a los desplazamientos. Cuando se identifique una nueva zona roja, ser¨¢ fundamental tener en cuenta su capacidad de conexi¨®n con otras zonas. Las regiones con elevados niveles de intermovilidad deber¨ªan clasificarse como amarillas y ser sometidas a un mayor n¨²mero de pruebas hasta que pueda garantizarse su seguridad y puedan reconectarse a la red de zonas verdes.
El enfoque ¡°granular¡± de la situaci¨®n epidemiol¨®gica por fin est¨¢ ganando terreno en todo el mundo, en la l¨ªnea de las estrategias nacionales de salida de Francia y Espa?a y siguiendo nuestra propuesta. Varios pa¨ªses han aplicado restricciones internacionales a los desplazamientos que toman como referencia regiones o provincias m¨¢s que pa¨ªses enteros. Por ejemplo, B¨¦lgica, Francia y Alemania han emitido advertencias en contra de los viajes a algunas provincias espa?olas, pero no a otras. En cambio, las cuarentenas de 14 d¨ªas para cualquiera que viaje desde Espa?a, como las aplicadas por algunos pa¨ªses, deber¨ªan evitarse. Adem¨¢s de sus consecuencias econ¨®micas, estigmatizan a todo el pa¨ªs, incluidas las regiones en las que, a veces, la prevalencia de la enfermedad es menor que en los propios pa¨ªses que han decidido imponer la cuarentena generalizada.
Poner en pr¨¢ctica los confinamientos locales con las necesarias restricciones a los desplazamientos en las zonas rojas donde la circulaci¨®n del virus es elevada y permitir que las zonas verdes vuelvan a la actividad econ¨®mica y social podr¨ªa ser fundamental para salvar la cohesi¨®n social y garantizar la estabilidad econ¨®mica.
Las fisuras pol¨ªticas y sociales generadas por las pol¨ªticas unilaterales son alarmantes. La situaci¨®n es demasiado grave para permitir la ret¨®rica y las acciones nacionalistas y tendentes a la divisi¨®n. Es vital adoptar un plan coordinado a escala internacional a fin de contener la propagaci¨®n del virus y al mismo tiempo reconstruir un mundo conectado. Si no se emprenden acciones urgentes, el da?o a las vidas y los medios de subsistencia ser¨¢ mayor, y se perder¨¢n los avances hacia una sociedad abierta que tanto han costado. En este sentido, efectivamente, estamos todos juntos en esto.
Miquel Oliu-Barton es profesor asociado de Matem¨¢ticas de la Universidad de Par¨ªs-Dauphine. Bary Pradelski es profesor asociado de Econom¨ªa del CNRS y miembro asociado del Instituto Oxford-Man de la Universidad de Oxford.
Traducci¨®n de News Clips.
Este art¨ªculo forma parte de una serie en la que expertos de la OCDE y l¨ªderes intelectuales ¡ªde todo el mundo y de todos los sectores de la sociedad¡ª abordan la crisis de la covid-19. Las opiniones expresadas no reflejan necesariamente el punto de vista de la OCDE.