Por qu¨¦ los suizos deseamos suerte a Johnson
Si Reino Unido y la Uni¨®n Europea llegasen a un acuerdo sobre el Brexit, Suiza se beneficiar¨ªa
Boris Johnson ha conseguido algo que no consigue cualquiera: en plena crisis del coronavirus, ha logrado que toda la atenci¨®n se vuelva hacia ¨¦l.
Hace menos de un a?o, el primer ministro brit¨¢nico lleg¨® a un acuerdo con la Uni¨®n Europea en el que se establec¨ªan las modalidades del Brexit. Ahora, el asunto es una proposici¨®n de ley con la cual quiere anular concesiones hechas en la cuesti¨®n de Irlanda. El tema son los subsidios a las empresas, que Bruselas considera que distorsionan la competencia. El tiempo dir¨¢ si, en realidad, son solo malos modales o una buena jugada, como piensa ¨¦l...
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Boris Johnson ha conseguido algo que no consigue cualquiera: en plena crisis del coronavirus, ha logrado que toda la atenci¨®n se vuelva hacia ¨¦l.
Hace menos de un a?o, el primer ministro brit¨¢nico lleg¨® a un acuerdo con la Uni¨®n Europea en el que se establec¨ªan las modalidades del Brexit. Ahora, el asunto es una proposici¨®n de ley con la cual quiere anular concesiones hechas en la cuesti¨®n de Irlanda. El tema son los subsidios a las empresas, que Bruselas considera que distorsionan la competencia. El tiempo dir¨¢ si, en realidad, son solo malos modales o una buena jugada, como piensa ¨¦l. En todo caso, el conflicto est¨¢ servido.
Suiza podr¨ªa lograr tambi¨¦n algo parecido si, a finales de septiembre, el pueblo suizo renuncia en refer¨¦ndum a la libre circulaci¨®n de personas con la Uni¨®n Europea. Hace 20 a?os, esa fue una concesi¨®n fundamental hecha por el pa¨ªs en las negociaciones de los tratados bilaterales.
Sin embargo, si el pueblo dijese s¨ª a la continuidad de ese derecho, el controvertido acuerdo marco con la Uni¨®n Europea se volver¨ªa a debatir. La forma que adoptase el tratado resultante depender¨ªa a su vez en buena medida del resultado de las negociaciones del Brexit.
Aunque ambas negociaciones no son totalmente comparables, muchas cosas en ellas s¨ª lo son. Tanto los brit¨¢nicos como los suizos tenemos un gran inter¨¦s en que las relaciones comerciales con la Uni¨®n Europea est¨¦n sometidas a regulaci¨®n. Si bien es cierto que los brit¨¢nicos son mucho m¨¢s poderosos que nosotros, los suizos tenemos m¨¢s de 120 tratados en vigor, acceso parcial al mercado ¨²nico de la Uni¨®n, y no demasiada necesidad de tomar la iniciativa.
Es la Uni¨®n Europea la que quiere que, en el futuro, no sigamos negociando un nuevo acuerdo para cada sector cuando el Parlamento Europeo cambie las normas, sino que cumplamos autom¨¢ticamente la legislaci¨®n comunitaria. En caso de conflicto legal, la decisi¨®n debe quedar en manos de un tribunal de arbitraje que se atenga a las pautas del Tribunal Europeo de Justicia. En las negociaciones entre la Uni¨®n Europea y los brit¨¢nicos, el tema no es el acceso total al mercado, sino el comercio libre de aranceles. No obstante, la Uni¨®n Europea pretende que los brit¨¢nicos, al igual que los suizos, acepten que, si quieren un acuerdo de libre comercio con la Uni¨®n Europea, las empresas competidoras deben estar en igualdad de condiciones. Esto quiere decir que la normativa social para los trabajadores y las directrices medioambientales no difieran de las de la Uni¨®n Europea incluso cuando el Brexit se haya completado.
Puede que, desde el punto de vista de la Uni¨®n Europea, sus pretensiones sean comprensibles. En cambio, en opini¨®n de Boris Johnson, act¨²an como un inhibidor, ya que ponen en entredicho el sentido y la finalidad del Brexit. Adem¨¢s, la Uni¨®n Europea no les exigi¨® nada parecido a los canadienses cuando ambos firmaron un acuerdo de libre comercio. Y en lo que respecta a Estados Unidos, no deber¨ªa ni plantearlo. En todo caso, estos pa¨ªses no consentir¨ªan un tribunal de arbitraje sujeto a la jurisdicci¨®n de la Uni¨®n Europea. Suiza, en cambio, acept¨® ese principio cuando negoci¨® el proyecto de acuerdo marco hace dos a?os. Desde entonces, ha quedado cada vez m¨¢s claro que este no es aplicable a la pol¨ªtica interior del pa¨ªs, y que resulta indigno de una democracia soberana.
En definitiva, va a ser emocionante ver qu¨¦ acaban resolviendo la Uni¨®n Europea y los brit¨¢nicos. Por supuesto, es posible que Johnson lleve sus intrigas hasta sus ¨²ltimas consecuencias y las negociaciones acaben en un estrepitoso fracaso. Entonces, todos sufrir¨¢n las consecuencias econ¨®micas. Si, por el contrario, hay acuerdo, el mecanismo de arbitraje tendr¨¢ que ser diferente del que quiere la Uni¨®n Europea. Una propuesta ser¨ªa que, en caso de que los brit¨¢nicos se negasen a ajustarse a una directiva europea, la Uni¨®n Europea pudiese adoptar medidas compensatorias, como, por ejemplo, implantar aranceles punitivos para contrarrestar la desventaja competitiva de sus productores. Un tribunal de arbitraje valorar¨ªa si las medidas son proporcionadas. Esta opci¨®n ser¨ªa tambi¨¦n viable para Suiza.
En este sentido, desde la perspectiva suiza, la disputa entre Boris Johnson y la Uni¨®n Europea representa claramente una oportunidad. Gracias al nuevo mecanismo de resoluci¨®n de conflictos, podr¨ªan zanjarse tambi¨¦n los dem¨¢s problemas de Suiza con la UE. Deseamos a Johnson que le salga bien la jugada. Tenemos todo el inter¨¦s en que as¨ª sea.
Arthur Rutishauser es redactor jefe de Tamedia-Publications.
Traducci¨®n de News Clips.