Una oportunidad para Venezuela

El verdadero fin de la pol¨ªtica es dar respuesta a los problemas que afronta una sociedad. La pol¨ªtica debe ponerse al servicio de la gente para concretar soluciones, no para perpetuar desgracias. Su objetivo es materializar el desarrollo y progreso social que beneficie a todos, por eso es vital entender que la pol¨ªtica tambi¨¦n es el arte del entendimiento. Solo es posible avanzar a la meta si se reconoce al contrario y as¨ª llegar a acuerdos m¨ªnimos bajo el respeto y el entendimiento.

A pesar de ser un hombre de pocas palabras, tengo valores e ideas muy claras que gu¨ªan mis acciones. De...

El verdadero fin de la pol¨ªtica es dar respuesta a los problemas que afronta una sociedad. La pol¨ªtica debe ponerse al servicio de la gente para concretar soluciones, no para perpetuar desgracias. Su objetivo es materializar el desarrollo y progreso social que beneficie a todos, por eso es vital entender que la pol¨ªtica tambi¨¦n es el arte del entendimiento. Solo es posible avanzar a la meta si se reconoce al contrario y as¨ª llegar a acuerdos m¨ªnimos bajo el respeto y el entendimiento.

A pesar de ser un hombre de pocas palabras, tengo valores e ideas muy claras que gu¨ªan mis acciones. Desde muy joven comprend¨ª que los arrebatos pasionales hay que dejarlos a un lado porque el bienestar de los ciudadanos es un bien mayor y superior a simpat¨ªas y deseos personales. Por eso, ante la crisis humanitaria compleja que afronta Venezuela y que tanto sufrimiento diario ha causado a millones, mi esfuerzo se centra en dar fin a esta terrible tragedia.

Resulta evidente que el modelo del r¨¦gimen fracas¨®. Han pasado m¨¢s de 20 a?os de la llegada del chavismo al poder y en ese tiempo, toda clase de desdichas cayeron sobre los ciudadanos. Con un salario m¨ªnimo de 1 d¨®lar, los venezolanos deben intentar sobrevivir con unos sueldos de miseria, mientras luchan contra las fallas de los servicios b¨¢sicos y la escasez de productos. En pocas palabras, transformaron a Venezuela en el pa¨ªs de las tragedias.

Las heridas son incalculables y las cicatrices de este momento de nuestra historia parecen imborrables. Y aunque este r¨¦gimen hizo todo lo posible para destruir el voto como soluci¨®n viable, no hacer nada tampoco es una soluci¨®n. Mi decisi¨®n ha sido resistir y persistir en la conquista de condiciones que devuelvan a los venezolanos el derecho a elegir, trabajando en la articulaci¨®n y organizaci¨®n de sectores, y creyendo en la negociaci¨®n como ejercicio para la resoluci¨®n de un conflicto que urge ser resuelto.

Todo el trabajo llevado a cabo estos a?os ha tenido como meta que los venezolanos podamos volver a elegir nuestro futuro. Nuestro pa¨ªs es una bomba de tiempo que no puede esperar a que ocurran milagros alejados de la pol¨ªtica. Construimos el milagro o este nunca ocurrir¨¢. Los venezolanos est¨¢n decepcionados de una dirigencia pol¨ªtica que sienten que les abandon¨® y es momento de resarcir esto.

El voto es un instrumento fundamental que permite a los ciudadanos solucionar sus diferencias de ideas, romper esquemas pol¨ªticos que son obsoletos, exigir sus derechos y decidir qu¨¦ camino hay que tomar para el progreso de la sociedad. Las elecciones son eventos movilizadores y articuladores para la expresi¨®n del sentir de los venezolanos y esto no merece ser descartado sin dar la pelea, sin luchar. A pesar de mostrar resultados y signos de que esta es una posici¨®n viable y menos dolorosa para el pa¨ªs, ha sido desatendida por algunos factores que parecen estar m¨¢s empe?ados en imponer sus propias ideas, que en la b¨²squeda de soluciones factibles para dar fin a la crisis.

Hoy en un escenario pol¨ªtico tan complejo, es necesario tener la madurez pol¨ªtica y humildad humana para aceptar los errores, enmendar el rumbo y buscar nuevas alternativas. As¨ª, el voto se presenta como un mecanismo que permite generar un cambio real que ayude a los venezolanos. Por tanto, debemos preservar esta herramienta constitucional y democr¨¢tica para alcanzar el cambio que Venezuela quiere y terminar la crisis.

Hemos batallado por condiciones electorales que faciliten el derecho al voto y a ser elegidos. Creo firmemente que ese es el deber y la responsabilidad del liderazgo pol¨ªtico si verdaderamente queremos conducir a un cambio en el pa¨ªs.

As¨ª mismo, somos conscientes de la pandemia que vivimos, por eso hemos insistido en la creaci¨®n de una comisi¨®n m¨¦dica especializada que pueda monitorear y brindar recomendaciones acordes a la situaci¨®n, de modo que el proceso no sea un riesgo para la salud de los votantes. Acorde a los expertos de la Academia de Ciencias F¨ªsicas, Matem¨¢ticas y Naturales, el pa¨ªs podr¨ªa enfrentar un alarmante incremento en el n¨²mero de contagios en el ¨²ltimo trimestre del a?o, advertencia que no podemos pasar por alto.

Quiero resaltar que una elecci¨®n no es el fin sino el principio del rescate de nuestras instituciones. No podemos estar ausentes de los espacios de lucha, ni podemos perder el norte de nuestros principios, debemos conseguir una soluci¨®n constitucional al conflicto que tiene en agon¨ªa a millones. En definitiva, con coraje y responsabilidad, se trata de edificar las condiciones para transitar a un gobierno verdaderamente democr¨¢tico que ofrezca libertad y justicia a los ciudadanos. El futuro de millones depende de nosotros. La inacci¨®n no es una opci¨®n viable, mientras aumenta la pobreza, el hambre, la desigualdad y el autoritarismo.

Afrontar una crisis de este calibre no es una tarea f¨¢cil, pero nos toca luchar para lograr nuestra meta. Es momento de tomar las decisiones correctas en pro del pa¨ªs. M¨¢s que nunca urge un cambio de modelo para reconstruir a Venezuela y transformarla en una naci¨®n de oportunidades y progreso que todos necesitamos, una en la que todos los venezolanos podamos gozar de la calidad de vida y de oportunidades que merecemos.

Iv¨¢n Stalin Gonz¨¢lez, es diputado a la Asamblea Nacional por la Unidad Democr¨¢tica electo en el a?o 2015.