La ONU, a pesar de todo
Las democracias pueden impulsar las mejoras necesarias para salvaguardar y volver m¨¢s eficaz esa herramienta de paz
La intervenci¨®n de Donald Trump ante la Asamblea General de Naciones Unidas es una triste demostraci¨®n de la aproximaci¨®n que el actual presidente de EE UU ha tenido durante su mandato hacia el principal organismo multilateral del mundo, cuya actividad y funcionamiento ha tratado de socavar desde que accediera a la Casa Blanca. Lejos de tener una actitud conciliadora en el 75? aniversario de la organizaci¨®n que sirve de foro de di¨¢logo a todas las naciones, el mandatario aprovech¨® para tratar de sembrar la discordia acusando sin pruebas a China de ser la causante de la calamidad global m¨¢s imp...
La intervenci¨®n de Donald Trump ante la Asamblea General de Naciones Unidas es una triste demostraci¨®n de la aproximaci¨®n que el actual presidente de EE UU ha tenido durante su mandato hacia el principal organismo multilateral del mundo, cuya actividad y funcionamiento ha tratado de socavar desde que accediera a la Casa Blanca. Lejos de tener una actitud conciliadora en el 75? aniversario de la organizaci¨®n que sirve de foro de di¨¢logo a todas las naciones, el mandatario aprovech¨® para tratar de sembrar la discordia acusando sin pruebas a China de ser la causante de la calamidad global m¨¢s importante del siglo XXI, la covid-19, y exigir a la misma ONU que ¡°haga rendir cuentas¡± a Pek¨ªn por ello.
Aunque la tribuna de la Asamblea General ha sido escenario en estos tres cuartos de siglo de duras acusaciones, la organizaci¨®n creada tras el final de la II Guerra Mundial para evitar otra confrontaci¨®n de esa escala ha servido tambi¨¦n para rebajar tensiones y lograr acuerdos muy dif¨ªciles sin este foro multilateral com¨²n. Haya tenido que ver mucho o poco en ello, lo cierto es que desde que existe, el planeta no ha vuelto a verse asolado por una guerra del tama?o de la sufrida entre 1939 y 1945.
Trump y otros detractores del multilateralismo han criticado en numerosas ocasiones la ¡ªen su opini¨®n¡ª gigante estructura que tiene la ONU, a la que acusan de burocr¨¢tica e ineficaz. Es cierto que las organizaciones que dependen de ella pueden y deben mejorar. Al fin y al cabo, el momento hist¨®rico en el que fueron surgiendo no es el presente y las necesidades a las que deben responder no son las mismas. Pero basta recordar el papel fundamental en salvar y atender a millones de personas a lo largo de estos a?os por organismos como el Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR), Unicef, el Fondo Mundial para la Alimentaci¨®n (FAO) o la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, entre otras, para ver una evidente labor encomiable. Del mismo modo, hay que subrayar el empe?o de la Unesco en salvaguardar la memoria cultural de toda la raza humana.
Hay estructuras de la ONU que han sido vitales para negociar o imponer la paz, como el Consejo de Seguridad, aunque es verdad que la existencia en ¨¦l de miembros permanentes con derecho a veto distorsiona en ocasiones la discusi¨®n y resta eficacia a su cometido. Pero la organizaci¨®n en s¨ª es muy amplia y los pa¨ªses comprometidos con el multilateralismo, especialmente las democracias, pueden impulsar otras mejoras necesarias para salvaguardar y volver m¨¢s eficaz esa herramienta de paz que es la ONU. Si en noviembre vuelve a la Casa Blanca un presidente que comparte esta visi¨®n, este proyecto com¨²n contar¨¢ adem¨¢s con el respaldo de la democracia m¨¢s poderosa del mundo.