Elogio de la distancia
Pasar de considerarla algo negativo a algo positivo requiere mucho m¨¢s que una decisi¨®n
La presentaci¨®n en la Filmoteca Espa?ola, dentro de la retrospectiva que el organismo oficial que se encarga de la conservaci¨®n y difusi¨®n de nuestro cine le dedica estos d¨ªas al director Felipe Vega, de Eloxio da distancia (Elogio de la distancia), la pel¨ªcula que rod¨® en la remota comarca de A Fonsagrada, en Galicia, en el a?o 2008 y en la que yo particip¨¦ como guionista, me ha hecho recordar aquellos momentos a la vez que me lleva a pensar en cu¨¢nto ha cambiado en solo unos meses nuestra consideraci¨®n de una circunstancia que antes era una condena y ahora una salvaci¨®n. La distancia,...
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La presentaci¨®n en la Filmoteca Espa?ola, dentro de la retrospectiva que el organismo oficial que se encarga de la conservaci¨®n y difusi¨®n de nuestro cine le dedica estos d¨ªas al director Felipe Vega, de Eloxio da distancia (Elogio de la distancia), la pel¨ªcula que rod¨® en la remota comarca de A Fonsagrada, en Galicia, en el a?o 2008 y en la que yo particip¨¦ como guionista, me ha hecho recordar aquellos momentos a la vez que me lleva a pensar en cu¨¢nto ha cambiado en solo unos meses nuestra consideraci¨®n de una circunstancia que antes era una condena y ahora una salvaci¨®n. La distancia, el ¨²nico aglutinante que, seg¨²n Ram¨®n Otero Pedrayo, el ¨²ltimo superviviente del grupo galleguista N¨®s, ten¨ªa aquella comarca perdida en los confines de la provincia lucense y que Felipe Vega y yo tomamos como estandarte de la pel¨ªcula que la Xunta de Galicia nos encarg¨® para sacarla de su confinamiento se ha convertido de un tiempo ac¨¢ en algo ansiado y recomendable, al rev¨¦s de lo que suced¨ªa hasta hace muy poco. El propio t¨ªtulo de la pel¨ªcula no fue al principio bien entendido ni por sus promotores ni por sus protagonistas, los habitantes de esa comarca sin nombre perdida entre las monta?as de una regi¨®n en la que la distancia no es solo un concepto geogr¨¢fico, sino vital y hasta filos¨®fico.
Salvo para Paul C¨¦lan, quien hizo su propio elogio a la distancia en un poema, Lob der ferne, cuyos ecos resuenan en toda su obra (¡°En la fuente de tus ojos/ viven las redes de los pescadores del mar errante/ En la fuente de tus ojos/ mantiene el mar su promesa¡¡±) y salvo para quienes voluntariamente eligen alejarse del mundanal ¡°ru?do¡± o de la civilizaci¨®n, el hombre siempre ha considerado la distancia algo negativo, un elemento oneroso que condiciona o puede dificultar su vida, por lo que huye de ella como del agua hirviendo, compadeci¨¦ndose de los que a su entender la sufren, la sufran efectivamente o no (entre los vecinos de A Fonsagrada, como entre los de otras comarcas de caracter¨ªsticas semejantes, hay de todo). Pero ha llegado una pandemia v¨ªrica y esa consideraci¨®n negativa de la distancia ha cambiado por completo, convirti¨¦ndose de pronto en un objetivo de todos, casi me atrever¨ªa a decir que en la soluci¨®n a los efectos perversos de la pandemia en tanto en cuanto se descubre una vacuna para ella. Quien m¨¢s, quien menos, desde hace meses, todos marcamos distancias con los dem¨¢s, posibles contagiadores de la enfermedad, a la vez que nos alejamos todo lo que podemos de los lugares m¨¢s concurridos, evitando las concentraciones. La distancia, pues, se ha convertido en un sue?o, en el vellocino de oro de estos dif¨ªciles tiempos que nos est¨¢ tocando vivir y que est¨¢n poniendo en cuesti¨®n todas nuestras convicciones. Pero pasar de considerar la distancia algo negativo a algo positivo requiere mucho m¨¢s que una decisi¨®n. Requiere un cambio de pensamiento que haga que esa decisi¨®n concuerde con nuestra nueva vida a partir de ahora. Dejar de besar y abrazar a quienes queremos no es f¨¢cil y acostumbrarnos a la soledad que la distancia lleva aparejada a¨²n menos. La distancia es un tiempo para pensar, dec¨ªa la veterinaria que recorr¨ªa los montes de A Fonsagrada por su trabajo en la pel¨ªcula de Felipe Vega, sabedora de que el tiempo es a la vez un tesoro.