Mejores pr¨¢cticas
El fallo del ¡®caso Bankia¡¯ no exime de extraer lecciones de un fracaso sist¨¦mico
Uno de los episodios m¨¢s aciagos de la crisis financiera en Espa?a fue la salida a Bolsa y posterior crisis de Bankia. Su impacto sobre la confianza en el sistema financiero espa?ol y sobre la estabilidad del conjunto de la econom¨ªa es dif¨ªcil de pasar por alto. Las anomal¨ªas descubiertas llevaron a juzgar a 34 personas por delitos de estafa a inversores y falsedad contable, entre ellos, Rodrigo Rato, su presidente desde enero de 2010. Ahora, la Audiencia Nacional sentencia que no hubo delito en esa salida a Bolsa, esencialmente porque cumpli¨® la ley y cont¨® con la aprobaci¨®n de los su...
Uno de los episodios m¨¢s aciagos de la crisis financiera en Espa?a fue la salida a Bolsa y posterior crisis de Bankia. Su impacto sobre la confianza en el sistema financiero espa?ol y sobre la estabilidad del conjunto de la econom¨ªa es dif¨ªcil de pasar por alto. Las anomal¨ªas descubiertas llevaron a juzgar a 34 personas por delitos de estafa a inversores y falsedad contable, entre ellos, Rodrigo Rato, su presidente desde enero de 2010. Ahora, la Audiencia Nacional sentencia que no hubo delito en esa salida a Bolsa, esencialmente porque cumpli¨® la ley y cont¨® con la aprobaci¨®n de los supervisores: el Banco de Espa?a, la CNMV, el FROB y la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en ingl¨¦s). La sentencia se?ala que el preceptivo folleto, aceptado por la CNMV, incorporaba informaci¨®n suficiente para que los inversores fundamentaran su decisi¨®n. Los jueces critican el inconsistente criterio de la Fiscal¨ªa y concluyen que las acusaciones se centraban en ¡°actitudes gen¨¦ricas¡± y no en ¡°actos concretos¡±. Sin menoscabo de eventuales recursos en otras instancias judiciales, esa exculpaci¨®n de todos los acusados no puede impedir verificar algunas pr¨¢cticas cuestionables de los agentes involucrados, desde los directivos de la entidad hasta los supervisores, a los que se?ala la sentencia dado que no impidieron la salida a Bolsa en julio de 2011.
A partir de ah¨ª, los derroteros por los que discurri¨® la econom¨ªa espa?ola y su sistema bancario fueron tributarios de una operaci¨®n que, en el mejor de los casos, pod¨ªa haberse aplazado hasta disponer de la informaci¨®n adicional que se tuvo meses m¨¢s tarde. En mayo de 2012, adem¨¢s del cambio en la presidencia, se reformularon las cuentas con unas p¨¦rdidas cercanas a los 3.000 millones, frente a los 309 millones de beneficios en las presentadas por los anteriores directivos. La desconfianza se apoder¨® de la econom¨ªa espa?ola y de sus instituciones, siendo necesario un rescate espec¨ªfico del sistema bancario bajo la forma de una l¨ªnea de cr¨¦dito de 100.000 millones de euros para fortalecer la base de capital de los bancos, de la que se dispuso de algo m¨¢s de 40.000 millones. Bankia recibi¨® ayudas p¨²blicas por 22.424 millones de euros.
La absoluci¨®n no puede eludir las anomal¨ªas y errores cometidos incluso antes de la salida a Bolsa y la tolerancia de las autoridades. Es este ¨²ltimo aspecto el que en mayor medida debemos tener presente. Hay razones m¨¢s que suficientes para suponer que los supervisores, los auditores de cuentas y los propios directivos bancarios han aprendido las lecciones de esta crisis. La renovaci¨®n en el gobierno de las principales instituciones, en la direcci¨®n de una mayor profesionalizaci¨®n, de una mayor fiabilidad de la informaci¨®n contable o de la gesti¨®n de riesgos, permite m¨¢s confianza. Pero es necesario asimilar el conjunto de malas pr¨¢cticas, de unos y otros.
La historia de la crisis de Bankia, de la crisis bancaria espa?ola, es una fuente de lecciones. Aun cuando el riesgo agregado del sistema bancario sea hoy mucho menor que en la anterior crisis, los supervisores tienen que buscar una correspondencia entre su predicamento regulatorio y la eficacia de sus revisiones. El Banco de Espa?a y la CNMV se enfrentan a meses complicados si la recuperaci¨®n sigue siendo m¨¢s tibia de lo previsto. El deterioro de la calidad de los activos bancarios puede obligarlos a velar no tanto por el valor de la inversi¨®n de los accionistas, sino por la estabilidad de toda la econom¨ªa espa?ola.