El mentiroso m¨¢s poderoso del mundo
El resultado de las elecciones estadounidenses ser¨¢ determinante para el destino de la democracia en Brasil y otros pa¨ªses de Latinoam¨¦rica
Afirmar que el presidente de Estados Unidos es un negacionista, como hacen algunos cr¨ªticos, es un error que cuesta caro. Donald Trump es el mentiroso m¨¢s influyente del mundo. Si fracasa el 3 de noviembre, seguidores como el brasile?o Jair Bolsonaro perder¨¢n a su jefe supremo y quedar¨¢n aislados, y otros ac¨®litos que se presentan en distintos pa¨ªses pueden pinchar antes de causar estragos. Si gana, la pr¨®xima fase podr¨ªa ser el aumento de la violencia y el autoritarismo en las democracias fr¨¢giles. No es sorprendente que las elecciones estadounidenses se sigan en sectores de Latinoam¨¦rica com...
Reg¨ªstrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PA?S, puedes utilizarla para identificarte
Afirmar que el presidente de Estados Unidos es un negacionista, como hacen algunos cr¨ªticos, es un error que cuesta caro. Donald Trump es el mentiroso m¨¢s influyente del mundo. Si fracasa el 3 de noviembre, seguidores como el brasile?o Jair Bolsonaro perder¨¢n a su jefe supremo y quedar¨¢n aislados, y otros ac¨®litos que se presentan en distintos pa¨ªses pueden pinchar antes de causar estragos. Si gana, la pr¨®xima fase podr¨ªa ser el aumento de la violencia y el autoritarismo en las democracias fr¨¢giles. No es sorprendente que las elecciones estadounidenses se sigan en sectores de Latinoam¨¦rica como la final de un Mundial.
Los pol¨ªticos siempre han mentido. Unos m¨¢s, otros menos. Pero, como en la ficci¨®n, para convencer ten¨ªan que ser veros¨ªmiles. Ganaban a pesar de mentir, y no porque mintieran. Los peores ment¨ªan negando la verdad, no afirmando la mentira. As¨ª actuaron los negacionistas en el siglo XX. Negaron que los cigarrillos matan, negaron que el amianto mata, negaron la crisis clim¨¢tica.
Ya no se trata de eso. M¨¢s tarde que temprano, la realidad se impone y negar ya no funciona. La radicalidad de la situaci¨®n del planeta ha impuesto que los que de hecho tienen el poder pongan en los cargos m¨¢s altos no a pol¨ªticos mentirosos, sino a mentirosos cuyo principal objetivo es destruir la posibilidad de la propia pol¨ªtica. Criaturas como Trump y Bolsonaro no dicen medias verdades o medias mentiras, como los pol¨ªticos tradicionales. Dicen mentiras enteras, que son decodificadas como ¡°valor para decir¡± y, finalmente, como ¡°verdad¡±. Especialmente cuando reverberan creencias reprimidas durante a?os por lo pol¨ªticamente correcto, como ¡°s¨ª, los gais son enfermos¡± o ¡°s¨ª, los inmigrantes son delincuentes¡±. En lugar de ser prejuiciosos o racistas, sus votantes se vuelven ¡°aut¨¦nticos¡±.
Pero la realidad tambi¨¦n se impone ante los mentirosos, como ha mostrado la covid-19. Cuando la mentira ya no funcione, la siguiente etapa ser¨¢ la censura, la represi¨®n y el autoritarismo. Es lo que ense?a Brasil, donde la mentira y la violencia coexisten. En lugares estrat¨¦gicos, como la Amazonia, la transici¨®n de una a otra se acelera y puede alcanzar niveles sin precedentes si gana Trump.
Para hacer frente a los mentirosos, los pol¨ªticos de las medias verdades tendr¨¢n que atreverse a decir toda la verdad. Fue lo que hizo la adolescente Greta Thunberg al convertirse, en pocos meses, en la persona m¨¢s influyente en la pol¨ªtica clim¨¢tica mundial. Mientras tanto, solo podemos esperar que Joe Biden, con sus virtudes y defectos, gane al mentiroso en jefe y que la democracia estadounidense sea lo bastante fuerte para garantizar que el resultado electoral no se convierta en la mayor mentira de la d¨¦cada.
Traducci¨®n de Meritxell Almarza.