Di¨¢logo social: el ant¨ªdoto contra la violencia
El liderazgo se mide por la capacidad de escuchar, no de darle la espalda a las minor¨ªas o a quienes piensan diferente
La violencia es una enfermedad m¨¢s mortal que el coronavirus. Durante m¨¢s de 50 a?os de guerra interna ha dejado mas de 250 mil muertos, cerca de nueve millones de desplazados forzados, miles de desaparecidos y una larga cifra de fosas comunes. Verdad, justicia, reparaci¨®n y no repetici¨®n son reclamos sonoros en un pa¨ªs que ve languidecer el acuerdo de paz con las FARC y pareciera volver al pasado.
Vivimos tiempos dif¨ªciles en los que los actores armados ilegales libran una fuerte disputa por el control territorial, el narcotr¨¢fico aumenta, se escuchan palabras que cre¨ªamos no volver¨ªan...
La violencia es una enfermedad m¨¢s mortal que el coronavirus. Durante m¨¢s de 50 a?os de guerra interna ha dejado mas de 250 mil muertos, cerca de nueve millones de desplazados forzados, miles de desaparecidos y una larga cifra de fosas comunes. Verdad, justicia, reparaci¨®n y no repetici¨®n son reclamos sonoros en un pa¨ªs que ve languidecer el acuerdo de paz con las FARC y pareciera volver al pasado.
Vivimos tiempos dif¨ªciles en los que los actores armados ilegales libran una fuerte disputa por el control territorial, el narcotr¨¢fico aumenta, se escuchan palabras que cre¨ªamos no volver¨ªan a o¨ªrse como masacres, no cesa el asesinato de los l¨ªderes sociales y es contundente el clamor de la sociedad por justicia social, equidad y fin de la confrontaci¨®n.
La pandemia del coronavirus ha aumentado las cifras de pobreza, demolido la confianza colectiva, disparado el desempleo, colapsado la industria, quebrado a la clase media y lanzado a la miseria a millones de ciudadanos. La protesta social hierve en los territorios ante la ausencia del estado, su escasa respuesta a las demandas de las comunidades y su incapacidad para controlar los territorios. Ante ese panorama la Procuradur¨ªa General de la Naci¨®n no mira para otro lado ni desconoce su obligaci¨®n constitucional de trabajar para garantizar los derechos humanos. Con la Constituci¨®n en la mano asumimos nuestro compromiso de ser parte de la soluci¨®n.
Ante el creciente clima de intolerancia y polarizaci¨®n, el Ministerio P¨²blico de Colombia impulsa el di¨¢logo social como un ant¨ªdoto contra la violencia, convencido de que la obligaci¨®n del Estado es escuchar a la ciudadan¨ªa, validar a quienes ejercen la oposici¨®n como interlocutores y garantizar la protesta social, que es un derecho fundamental. Respetar y escuchar las demandas de la oposici¨®n es la esencia de un Estado democr¨¢tico. El liderazgo se mide por la capacidad de escuchar, no de darle la espalda a las minor¨ªas o a quienes piensan diferente. Un gobernante fuerte escucha; uno d¨¦bil, reprime. Un lider dem¨®crata respeta el disenso; no lo atropella. Un Estado fuerte asume el di¨¢logo como fuente de autoridad.
Consecuente con su mandato legal, esta Procuradur¨ªa promueve el di¨¢logo social, polif¨®nico, respetuoso, propositivo, asertivo y productivo. Ese ha sido un compromiso vital desde el primer d¨ªa. Por ello, hemos impulsado las Cumbres de Di¨¢logo Social, para acercar a los extremos, vencer la polarizaci¨®n, desactivar la estigmatizaci¨®n de los l¨ªderes sociales, convocar a la sociedad civil y abordar los temas que generan inconformidades y motivan la protesta y movilizaci¨®n social. Se trata de un escenario para buscar soluciones a los problemas y salidas a la crisis, pero sobre todo construir confianza.
La Procuradur¨ªa ha convocado con ¨¦xito cinco Cumbres de Di¨¢logo Social que han concluido en la necesidad de que se eleve esta herramienta a pol¨ªtica de Estado y sea declarada de uso privilegiado para tramitar conflictos y evitar la reedici¨®n de nuevos ciclos de violencia motivados por fen¨®menos pol¨ªticos o sociales.
El pr¨®ximo 29 de octubre se realizar¨¢ la Sexta Cumbre con la esperanza de avanzar en la construcci¨®n de nuevos consensos y alternativas para atender las heridas y revitalizar el tejido social de Colombia. Escuchar y la vez ser escuchados es la clave para dejar atr¨¢s el ciclo de confrontaci¨®n que ha mantenido el pa¨ªs sumido en un charco de sangre y al Estado contando cad¨¢veres y haciendo declaraciones inocuas que no solucionan la crisis. La metodolog¨ªa implementada por el Ministerio P¨²blico para avanzar en el di¨¢logo social es un activo social que debe ser apropiado por los l¨ªderes y las comunidades para que eche ra¨ªces profundas y se establezca como un instrumento efectivo para la administraci¨®n y transformaci¨®n de la conflictividad social.
Las Cumbres de Di¨¢logo Social son una respuesta a la invitaci¨®n que le hizo al pa¨ªs el Papa Francisco durante su visita a Colombia para generar una ¡°cultura del encuentro fraterno que nos permita abrirnos a los hermanos, descubrir la riqueza de la diversidad, sanar heridas, tender puentes y abrir caminos para la convivencia en la justicia y en el bien com¨²n¡±.
El di¨¢logo social es un ant¨ªdoto eficaz e insustituible para recuperar la salud de nuestra vida democr¨¢tica. Un ant¨ªdoto que est¨¢ a la mano de todos. Solo basta voluntad pol¨ªtica y generosidad para hacerlo de consumo masivo.
Fernando Carrillo Fl¨®rez es Procurador General de la Naci¨®n de Colombia.