Trapero, inocente
La exculpaci¨®n por la Audiencia Nacional del ex ¡®major¡¯ de los Mossos evidencia el injustificado victimismo del secesionismo catal¨¢n
La exculpaci¨®n por la Audiencia Nacional del que fue major de los Mossos Josep Llu¨ªs Trapero y de toda la entonces c¨²pula del cuerpo de los presuntos delitos de sedici¨®n y desobediencia, ofrece ¡ªpese a carecer a¨²n de firmeza, al ser recurrible¡ª algunas conclusiones de m¨¢ximo inter¨¦s en distintos ¨¢mbitos.
En lo personal, supone para los polic¨ªas auton¨®micos un enorme alivio, al acreditar su conducta profesional en el tenso periodo del refer¨¦ndum ilegal de oto?o de 2017, tras haber sido blanco de toda suerte de invectivas. Entre otras relevantes conclusiones, considera cre¨ªble la d...
La exculpaci¨®n por la Audiencia Nacional del que fue major de los Mossos Josep Llu¨ªs Trapero y de toda la entonces c¨²pula del cuerpo de los presuntos delitos de sedici¨®n y desobediencia, ofrece ¡ªpese a carecer a¨²n de firmeza, al ser recurrible¡ª algunas conclusiones de m¨¢ximo inter¨¦s en distintos ¨¢mbitos.
En lo personal, supone para los polic¨ªas auton¨®micos un enorme alivio, al acreditar su conducta profesional en el tenso periodo del refer¨¦ndum ilegal de oto?o de 2017, tras haber sido blanco de toda suerte de invectivas. Entre otras relevantes conclusiones, considera cre¨ªble la disposici¨®n de Trapero a detener a todo el Govern si as¨ª lo hubiese requerido la autoridad judicial y, en cambio, rechaza las acusaciones seg¨²n las cuales impuls¨® la pasividad de sus agentes. Su conducta fue producto de la ponderaci¨®n que deb¨ªa minimizar los da?os, seg¨²n el mandato de la juez, y no de una tolerancia al delito. Mandos de la Guardia Civil, como el coronel P¨¦rez de los Cobos, que tanto destac¨® en acusar a los que acaban de ser declarados inocentes, deber¨¢n ahora reconsiderar sus posiciones.
Institucionalmente, la exoneraci¨®n permite a los ciudadanos renovar su confianza en la Administraci¨®n auton¨®mica ¡ªen sus fuerzas del orden¡ª, por encima de las oscilantes y peligrosas derivas de sus gobernantes. La inocencia de Trapero y sus colegas subraya as¨ª, por v¨ªa de contraste, la extrema responsabilidad del Govern que te¨®ricamente le dirig¨ªa, y a cuyos principales responsables conden¨® el Supremo. Que los distintos tribunales deslinden al detalle la actuaci¨®n individual de cada protagonista en circunstancias tan complejas y entrecruzadas subraya el garantismo de un sistema judicial moderno.
Esa lecci¨®n es inversa de la que extraen algunos condenados en el juicio del proc¨¦s, que enarbolan esta sentencia para atacar la propia. Ya su vista verific¨® la seriedad de los Mossos ¡ªTrapero acudi¨® motu proprio a declarar, no sin riesgo, pues estaba pendiente de juicio, y obtuvo el respeto del Supremo¡ª frente a las conductas del grueso de los pol¨ªticos implicados. Ojal¨¢ lo asuman as¨ª los actuales gobernantes, por encima de los instintos de la competencia preelectoral. No se condenan las ideas, sino los delitos, como tambi¨¦n subraya la inhabilitaci¨®n por desobediencia a exmiembros de la Mesa del Parlament por el Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a.
El distinto trato a conductas distintas resulta clave en todo proceso judicial. Y un indicio de la solidez de un sistema, objeto de un inquietante pulso pol¨ªtico, que no ha dudado en emitir duras condenas en otros casos p¨²blicos relevantes: desde G¨¹rtel (PP) hasta el de los manejos de los ERE andaluces (PSOE), el caso Palau (de Converg¨¨ncia) o el que llev¨® a la c¨¢rcel al cu?ado del Rey, I?aki Urdangarin. No hay, pues, raz¨®n alguna para el victimismo diferencial del secesionismo catal¨¢n.