Francisco avanza
Las declaraciones del Papa sobre uni¨®n civil de personas del mismo sexo son un paso en la direcci¨®n correcta
El apoyo del papa Francisco a la elaboraci¨®n de leyes que amparen las uniones civiles entre personas del mismo sexo constituye, aunque con matices, un significativo impulso al reconocimiento por la Iglesia cat¨®lica del derecho a vivir p¨²blicamente la propia identidad sexual. Con sus declaraciones, Francisco ha avanzado en la senda que ¨¦l mismo inici¨® en 2013 cuando se pregunt¨® qui¨¦n era ¨¦l para juzgar a los homosexuales, lo que provoc¨® un gran esc¨¢ndalo en los sectores m¨¢s conservadores de la Iglesia. La afirmaci¨®n que se ha publicado esta semana, mucho m¨¢s concreta, se?ala una pauta a...
El apoyo del papa Francisco a la elaboraci¨®n de leyes que amparen las uniones civiles entre personas del mismo sexo constituye, aunque con matices, un significativo impulso al reconocimiento por la Iglesia cat¨®lica del derecho a vivir p¨²blicamente la propia identidad sexual. Con sus declaraciones, Francisco ha avanzado en la senda que ¨¦l mismo inici¨® en 2013 cuando se pregunt¨® qui¨¦n era ¨¦l para juzgar a los homosexuales, lo que provoc¨® un gran esc¨¢ndalo en los sectores m¨¢s conservadores de la Iglesia. La afirmaci¨®n que se ha publicado esta semana, mucho m¨¢s concreta, se?ala una pauta a la instituci¨®n que encabeza, presente en pa¨ªses donde se niega o se debate un reconocimiento legal a las parejas homosexuales.
Bien es cierto que el Papa se ha pronunciado sobre un asunto que no pertenece al ¨¢mbito de la Iglesia cat¨®lica porque la elaboraci¨®n de las leyes corresponde a los Parlamentos, los cuales pueden escuchar voces y sensibilidades diferentes que, en ning¨²n caso, tienen la ¨²ltima palabra. Del mismo modo, el formato en que aflora este importante mensaje en la pol¨ªtica de la Iglesia cat¨®lica resulta heterodoxo. Declaraciones a bordo de un avi¨®n, entrevistas en prensa o televisi¨®n y, ahora, frases recogidas en un documental son instrumentos como cualquier otro para que el Pont¨ªfice exprese sus puntos de vista. Pero la informalidad del marco comunicativo en esta circunstancia obviamente resta fuerza al mensaje sobre asuntos tan relevantes ¡ªcomo en este caso los derechos de las personas¡ª. El formato no permite considerarla una instrucci¨®n precisa y formal a la jerarqu¨ªa vaticana.
En cualquier caso, es una buena noticia que el jefe de la Iglesia cat¨®lica se haya expresado a favor del reconocimiento y protecci¨®n de este derecho. Cabe esperar ahora que, pese al formato heterodoxo en el que han aflorado sus palabras, las mismas no solo sean escuchadas, sino tambi¨¦n asumidas por la jerarqu¨ªa. Una parte de ella no se limita a rechazarlas, sino que promueve inaceptables formas de discriminaci¨®n de la homosexualidad.