Viaje al centro¡ ?Otra vez? S¨ª, otra vez
Espa?a va a continuar en un bibloquismo, pero el eje va a experimentar un movimiento tect¨®nico de placas
Hay un viejo chiste sobre el descaro del absentismo laboral, en el que un tipo llega al trabajo y explica que ha faltado el d¨ªa anterior porque su madre hab¨ªa fallecido.
¡ª?Otra vez?¡ª pregunta el jefe, recordando que unas semanas antes le hab¨ªa dado la misma excusa.
¡ªOtra vez.
Pues eso. El PP anuncia, otra vez, su viaje al centro. S¨ª, otra vez. En todo caso, m¨¢s all¨¢ de un notable discurso, lo que no puede prolongar m¨¢s Pablo Casado es su estrategia fallida. Todo el plan inspirado por el tsunami del coronavirus, que arrastrar¨ªa al Gobierno con la crisis econ¨®mica y la crisi...
Reg¨ªstrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PA?S, puedes utilizarla para identificarte
Hay un viejo chiste sobre el descaro del absentismo laboral, en el que un tipo llega al trabajo y explica que ha faltado el d¨ªa anterior porque su madre hab¨ªa fallecido.
¡ª?Otra vez?¡ª pregunta el jefe, recordando que unas semanas antes le hab¨ªa dado la misma excusa.
¡ªOtra vez.
Pues eso. El PP anuncia, otra vez, su viaje al centro. S¨ª, otra vez. En todo caso, m¨¢s all¨¢ de un notable discurso, lo que no puede prolongar m¨¢s Pablo Casado es su estrategia fallida. Todo el plan inspirado por el tsunami del coronavirus, que arrastrar¨ªa al Gobierno con la crisis econ¨®mica y la crisis social, est¨¢ ya periclitado. No va a protagonizar una versi¨®n propia de Lo imposible. Esos c¨¢lculos, aunque los datos est¨¦n ah¨ª, no han cuajado y no van a cuajar. El Gobierno sufrir¨¢, pero tendr¨¢ presupuestos, fondos y recorrido. M¨¢s vale que Casado no se obsesione con ser presidente, y de momento apueste por ser un l¨ªder. El discurso memorable del jueves, inusual en la ¨²ltima pol¨ªtica espa?ola, tal vez signifique su despertar; pero no se trata de pullazos m¨¢s o menos finos, administrados con templanza de la escuela ronde?a, sino de un plan.
Espa?a va a continuar en un bibloquismo, pero el eje va a experimentar un movimiento tect¨®nico de placas que cambiar¨¢ el paisaje. El bloque hegem¨®nico de la mayor¨ªa Frankenstein (Rubalcaba ?), ha ganado estabilidad con el BOE y la institucionalizaci¨®n de Podemos, ya lejos de su versi¨®n salvaje de 2015 cuando refutaba la Constituci¨®n (¡°un papelito¡±) y hasta el R¨¦gimen, aunque protagonice arrebatos efectistas. Lo del torpe desali?o indumentario ya no impresiona a nadie, y menos bajando del coche oficial. En el eje de la derecha, Vox ven¨ªa tensando desde Col¨®n hacia su versi¨®n m¨¢s radical y populista, arrastrando siempre al PP¡ hasta la moci¨®n. Al fin Casado pone pie en pared. El discurso, que le acredita como el orador m¨¢s capaz de San Jer¨®nimo 2020 ¡ªhay parlamentarios brillantes, como Iglesias, pero m¨¢s dotados para la esgrima que para la pieza consistente¡ª es una invitaci¨®n a creer que toma el control para situar el eje hacia el centro, como reclamaban sus barones con excepci¨®n de Ayuso, y retar a Vox all¨ª. Por ah¨ª han pasado los conmilitones suyos que alcanzaron la Moncloa.
Es recurrente el vitri¨®lico chascarrillo de Alfonso Guerra: ¡°El PP lleva a?os viajando al centro y todav¨ªa no han llegado; ?de d¨®nde vendr¨¢n, que tardan tanto?¡±. Bueno, esta vez es evidente que vienen de una guerra de fronteras con Vox, m¨¢s all¨¢ del 8 en la escala 1-10. Lo sucedido es, de momento, una posibilidad. El elogio r¨¢pido de Manfred Weber delata el factor europeo; y tambi¨¦n que los empresarios clamasen, como Garamendi y Bonet, moderaci¨®n, uni¨®n, responsabilidad. Las circunstancias no est¨¢n para convertirse en aspirante de piqueta y esl¨®ganes de MAR tipo V¨¢yase, Sr. S¨¢nchez. Casado ya sabe que la crisis no va a derribar el Gobierno, y tendr¨¢ que convertirse en una alternativa. Su discurso fue notable, pero ahora tiene que llegar a parecerse a su discurso. Eso es mucho m¨¢s dif¨ªcil que pronunciarlo.