Discurso m¨¢gico
Parece que Pablo Casado naci¨® el d¨ªa de su ¨²ltimo discurso en el Parlamento, discurso en el que quedaron borrados como por arte de magia sus dos ¨²ltimos a?os de estrategia pol¨ªtica. Mediante una extra?a pirueta dial¨¦ctica, Pablo Casado se coloc¨® a s¨ª mismo en la moderaci¨®n y en la centralidad. Nunca, pero nunca, ha utilizado la polarizaci¨®n ni la confrontaci¨®n en su funci¨®n pol¨ªtica; eso ha sido cosa de S¨¢nchez con la inestimable e indispensable complicidad de Vox. Abascal y S¨¢nchez se necesitan y se utilizan mutuamente. Si con su discurso m¨¢gico nos hubiera borrado tambi¨¦n la memoria, no podr...
Parece que Pablo Casado naci¨® el d¨ªa de su ¨²ltimo discurso en el Parlamento, discurso en el que quedaron borrados como por arte de magia sus dos ¨²ltimos a?os de estrategia pol¨ªtica. Mediante una extra?a pirueta dial¨¦ctica, Pablo Casado se coloc¨® a s¨ª mismo en la moderaci¨®n y en la centralidad. Nunca, pero nunca, ha utilizado la polarizaci¨®n ni la confrontaci¨®n en su funci¨®n pol¨ªtica; eso ha sido cosa de S¨¢nchez con la inestimable e indispensable complicidad de Vox. Abascal y S¨¢nchez se necesitan y se utilizan mutuamente. Si con su discurso m¨¢gico nos hubiera borrado tambi¨¦n la memoria, no podr¨ªamos ni imaginar que lleva dos a?os blanqueando y banalizando a la ultraderecha como nadie m¨¢s lo ha hecho en las democracias europeas. ?Podremos creerle ahora?
Amalia Pastor. Madrid