Bares, ?qu¨¦ lugares!
Cuando todo esto termine, no permitamos que el temor sea nuestro nuevo compa?ero de viaje. No permitamos que acabe alej¨¢ndonos de esos amores de barra, no dejemos que nos haga dudar del sabor de una copa, de la compa?¨ªa de amigos o conocidos, de si debemos re¨ªrnos, del atrevimiento. No dejemos que la incertidumbre nos invada, porque en sus adentros, re¨ªmos y desconectamos, en sus entra?as nos sentimos acompa?ados y tambi¨¦n un poco m¨¢s vivos. No demonicemos a los bares, porque han sido y ser¨¢n refugio de estudiantes, de trabajadores, de trabajadoras y de jubilados. Bares, qu¨¦ lugares tan gratos...
Cuando todo esto termine, no permitamos que el temor sea nuestro nuevo compa?ero de viaje. No permitamos que acabe alej¨¢ndonos de esos amores de barra, no dejemos que nos haga dudar del sabor de una copa, de la compa?¨ªa de amigos o conocidos, de si debemos re¨ªrnos, del atrevimiento. No dejemos que la incertidumbre nos invada, porque en sus adentros, re¨ªmos y desconectamos, en sus entra?as nos sentimos acompa?ados y tambi¨¦n un poco m¨¢s vivos. No demonicemos a los bares, porque han sido y ser¨¢n refugio de estudiantes, de trabajadores, de trabajadoras y de jubilados. Bares, qu¨¦ lugares tan gratos para conversar.
Fernando Marc¨¦n Letosa. Leci?ena (Zaragoza)