Un tiro en el pie
Hace cuatro a?os, los votantes estadounidenses se equivocaron garrafalmente al decidir que Trump ocupara la presidencia. Biden es ahora el ¨²nico que puede cambiar una pol¨ªtica contradictoria y estrafalaria
No basta que haya elecciones libres y genuinas en un pa¨ªs; adem¨¢s, es preciso que los votantes voten bien. Porque a veces se equivocan. Los electores estadounidenses se equivocaron garrafalmente hace cuatro a?os votando por Donald Trump. Esto no lo dice un ¡°furioso socialista¡±, que es de lo que acusa generalmente el presidente de Estados Unidos a todos sus adversarios, sino alguien que se siente m¨¢s cerca de los republicanos que de los dem¨®cratas, sobre todo en pol¨ªtica econ¨®mica, y tiene a Ronald Reagan por uno de los mejores mandatarios en la historia norteamericana.
Empresario millon...
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No basta que haya elecciones libres y genuinas en un pa¨ªs; adem¨¢s, es preciso que los votantes voten bien. Porque a veces se equivocan. Los electores estadounidenses se equivocaron garrafalmente hace cuatro a?os votando por Donald Trump. Esto no lo dice un ¡°furioso socialista¡±, que es de lo que acusa generalmente el presidente de Estados Unidos a todos sus adversarios, sino alguien que se siente m¨¢s cerca de los republicanos que de los dem¨®cratas, sobre todo en pol¨ªtica econ¨®mica, y tiene a Ronald Reagan por uno de los mejores mandatarios en la historia norteamericana.
Empresario millonario pero sin la menor preparaci¨®n pol¨ªtica ni cultural, The New York Times averigu¨® que Donald Trump s¨®lo hab¨ªa pagado impuestos siete de los ¨²ltimos dieciocho a?os, que gastaba cerca de 70.000 d¨®lares en peluquer¨ªa y que su hija mimada, Ivanka Trump, pese a ser empleada de la Organizaci¨®n Trump, recib¨ªa unos estupendos ¡°honorarios de consultor¨ªa¡±. El senador McCain, republicano y h¨¦roe nacional, que siempre fue anti-Trump, se hubiera muerto de nuevo si hubiera sabido todo esto.
Desde su llegada a la Casa Blanca, empez¨® a despedir colaboradores, al extremo de que jam¨¢s en la historia de Estados Unidos ha habido un mandatario que cambiara tantas veces a su equipo. Pero ha sido mucho m¨¢s grave que agraviara a los tradicionales aliados de su propio pa¨ªs, que hicieron la Segunda Guerra Mundial con ¨¦l, presion¨¢ndolos para que ¡°aumentaran sus gastos de defensa¡± con el argumento de que la OTAN no pod¨ªa vivir s¨®lo de la contribuci¨®n norteamericana. Al mismo tiempo declaraba que el jefe de Estado que m¨¢s admiraba era Vlad¨ªmir Putin. Todo esto ha trastocado las relaciones de Estados Unidos con Europa Occidental hasta un punto que no conoce precedentes. Y, desde luego, Washington ya no dirige la pol¨ªtica internacional de Occidente. Nadie la dirige y por eso anda como est¨¢.
Acaso todav¨ªa peor ha sido la dureza de sus ataques a las migraciones hacia Estados Unidos, un pa¨ªs cuya grandeza ha sido forjada principalmente por inmigrantes venidos del mundo entero. Muchos, desde luego, de Am¨¦rica Latina y en especial de M¨¦xico. En la memoria de casi todo el planeta est¨¢n las palabras del presidente Trump sobre los mexicanos: ¡°No nos mandan a su mejor gente, sino a ladrones, traficantes, pandilleros y violadores¡±. Y su obsesi¨®n de construir un muro electrificado en la frontera entre los dos pa¨ªses, que deber¨ªan pagar los propios mexicanos, una irrealidad en la que insiste todav¨ªa, pese a los argumentos ¡ªentre ellos de algunos republicanos, adem¨¢s de los dem¨®cratas¡ª de que el costo ser¨ªa estratosf¨¦rico y de que no es realista siquiera concebirlo.
Los ataques a los migrantes mexicanos y del resto del mundo son s¨®lo un aspecto de su campa?a racista, que ha enardecido enormemente las tensiones entre blancos, negros y mestizos de todas partes en Estados Unidos, donde hac¨ªa muchos a?os ya que no aparec¨ªan letreros como ¡°Somos un pa¨ªs de blancos¡± que difund¨ªa el viejo Ku Klux Klan, y que han reaparecido y violentado con muertos y heridos los conflictos raciales y sociales en Estados Unidos a un extremo que apenas se pod¨ªa imaginar. Por eso, el pa¨ªs que se supone debe guiar al mundo libre, se encuentra en estos momentos m¨¢s aislado y solitario que en toda su historia. Nadie lo apoya en sus disputas con China, y m¨¢s bien ha recibido cr¨ªticas sever¨ªsimas por el proyecto de paz entre Israel y los palestinos, encargado al yerno de Trump por el propio presidente, y que no s¨®lo ha sido considerado inaceptable por los propios palestinos, sino rechazado por buena parte de las organizaciones mundiales como Naciones Unidas y buen n¨²mero de las democracias del mundo.
Aunque en sus discursos alienta a la oposici¨®n venezolana ¡ªla peor dictadura latinoamericana es la chavista, junto con la cubana¡ª, lo hace por puro oportunismo, pues, la verdad, no ha movido un dedo para dar un apoyo efectivo a ese pueblo que lucha contra un r¨¦gimen tir¨¢nico que ha destruido la econom¨ªa de uno de los pa¨ªses potencialmente m¨¢s ricos de la tierra y abierto las fronteras de Am¨¦rica Latina a los iran¨ªes, adem¨¢s de rusos, que ahora pululan comprando empresas por todo el continente gracias a la mediaci¨®n de Caracas.
La actitud de Trump frente a la plaga del coronavirus no puede haber sido m¨¢s contradictoria ni nefasta. Estados Unidos tiene m¨¢s de un cuarto de mill¨®n de muertos por obra de la covid-19, es el primer pa¨ªs m¨¢s afectado por la pandemia, y, sin embargo, su presidente ha rechazado como demag¨®gicas e ¡°izquierdistas¡± las llamadas de alerta de los m¨¦dicos y especialistas para combatir de manera efectiva los contagios mediante restricciones, utilizando argumentos como el econ¨®mico. Es decir, la sociedad no puede paralizarse con el cierre de empresas porque entonces habr¨ªa m¨¢s muertos por la falta de trabajo que por la epidemia. Lo ideal: un cementerio.
Trump se jacta de que con su pol¨ªtica econ¨®mica Estados Unidos goza de una gran prosperidad y de pleno empleo. En primer lugar, eso no es cierto, y, en segundo, si su vida econ¨®mica ha sido menos golpeada por el avance de la plaga que otros pa¨ªses desarrollados, es por su notable agilidad, que viene de lejos, en la que los propietarios pueden despedir a los trabajadores, y ¨¦stos exigir a aqu¨¦llos mejores salarios o amenazarlos con cambiarse de empresa si no los consiguen, lo que da a sus industrias una notable capacidad de renovarse y cambiar de orientaci¨®n, de acuerdo a la oferta y la demanda internacional. Esto viene de muy atr¨¢s y es, en gran parte, responsable del vigor y fortaleza de la sociedad norteamericana. Trump ha resucitado, con apoyos gubernamentales, industrias obsoletas, como la del carb¨®n, y ha reducido los impuestos y otras obligaciones de las grandes empresas, lo que parec¨ªa positivo, y en un momento dado dio la impresi¨®n de reforzar una econom¨ªa que se ha visto muy golpeada y amenaza con vivir en los pr¨®ximos a?os una serie de retrocesos por efectos del coronavirus.
Es verdad que su adversario en estas elecciones, Joe Biden, que fue vicepresidente de Obama, no es una figura demasiado atractiva. Le falta dinamismo. Es muy mayor y da la impresi¨®n de un hombre que merece descansar, despu¨¦s de una carrera pol¨ªtica que, sin ser nunca sobresaliente, fue siempre atinada y decorosa. Pero en estos momentos, ¨¦l es la ¨²nica persona que puede sacar a Estados Unidos de la dram¨¢tica situaci¨®n local e internacional en que la pol¨ªtica estrafalaria y hecha de contradicciones delirantes de Trump ha llevado al pa¨ªs a vivir una de las peores crisis de su historia. Estando en el poder, y, sobre todo, con el apoyo que le brindar¨¢ Kamala Harris, su vicepresidenta, que tiene una excelente trayectoria pol¨ªtica y judicial en California, Biden devolver¨¢ a la naci¨®n muchas de las cosas que Trump puso de cabeza, y que anta?o permitieron los grandes progresos de Estados Unidos: la vigencia de sus instituciones, el reinado de la ley, la apertura de sus fronteras, la inteligencia con que sus gobiernos han ido reduciendo viejas taras, como el racismo, y que han llevado al pa¨ªs a los grandes niveles en que se halla todav¨ªa y que, pese a las p¨¦simas pol¨ªticas de Donald Trump en estos cuatro a?os, todav¨ªa mantienen a Estados Unidos en el pelot¨®n de vanguardia de los pa¨ªses del mundo.
Ojal¨¢ triunfe en estas elecciones Joe Biden y salve a Estados Unidos de la cat¨¢strofe que fue, hace cuatro a?os, la decisi¨®n de los votantes norteamericanos de darle la victoria a Donald Trump.