El triunfo del Mal

¡°L¡¯enfer, c¡¯est les autres¡±, ¡°el infierno son los otros¡±. La frase de Jean-Paul Sartre encaja con la experiencia hist¨®rica del ¨²ltimo siglo. La construcci¨®n del infierno para el individuo puede proceder de los actos de otros hombres que le aplican decisiones conducentes a su sufrimiento y destrucci¨®n. Y que lo hacen conscientemente, gozando en esa actuaci¨®n de dominio y aniquilamiento del otro. Ese sadismo ha sido una constante hist¨®rica, y ning¨²n ejemplo m¨¢s claro que los mongoles, denominados por sus v¨ªctimas t¨¢rtaros, es decir, infiernos humanos.

La crisis social, producto de ...

¡°L¡¯enfer, c¡¯est les autres¡±, ¡°el infierno son los otros¡±. La frase de Jean-Paul Sartre encaja con la experiencia hist¨®rica del ¨²ltimo siglo. La construcci¨®n del infierno para el individuo puede proceder de los actos de otros hombres que le aplican decisiones conducentes a su sufrimiento y destrucci¨®n. Y que lo hacen conscientemente, gozando en esa actuaci¨®n de dominio y aniquilamiento del otro. Ese sadismo ha sido una constante hist¨®rica, y ning¨²n ejemplo m¨¢s claro que los mongoles, denominados por sus v¨ªctimas t¨¢rtaros, es decir, infiernos humanos.

La crisis social, producto de la Gran Guerra, cre¨® la oportunidad para que el sadismo pol¨ªtico resultase operativo, inyect¨¢ndolo en movimientos de masas con el fin de aplastar las organizaciones obreras y la democracia. La funci¨®n cre¨® el ¨®rgano. Como en la pintura negra de Goya, todo aquelarre ¡ªy el fascismo lo es¡ª requiere tener a su frente un Gran Cabr¨®n, que fije los objetivos de la pol¨ªtica de odio y violencia destructores del otro. La difundi¨® mediante la comunicaci¨®n de masas en un permanente espect¨¢culo. Su contenido: la inversi¨®n de significados, asignada tradicionalmente al diablo (Arbeit macht frei), el imperio de la Mentira, que culmina en la deificaci¨®n de quien preside el aquelarre. Una religi¨®n del Mal.

La victoria de las democracias en 1945 pareci¨® conjurar el peligro. Pero el huevo de la serpiente ah¨ª estaba. Por lo que concierne a Estados Unidos, cont¨® la convergencia entre una pol¨ªtica imperialista dispuesta a destruir por doquier la libertad, con tal de preservar su dominio, y la resistencia del poder blanco a que los derechos humanos, orientados a la igualdad racial, acabasen con una secular pos-esclavitud. La sacralizaci¨®n correspondi¨® a la omnipotencia de un capitalismo desregulado, aunque bordeara el infierno en 2008. Nada m¨¢s l¨®gico que el autodesignado para akerra de tal c¨ªrculo de brujas fuese un magn¨ªfico ejemplar de capitalista depredador y especulador, partidario furibundo del poder blanco, machista, y alzado a la popularidad desde un reality show en que impuso la mentira y el sadismo. Siempre la Mentira. Pasado el trauma de Obama, la Am¨¦rica profunda encontr¨® su hombre. Si pierde, deber¨ªa abandonar el poder. No lo har¨¢, proclamando su victoria en cuanto los resultados parciales por Estados lo permitan. Si luego los resultados son otros, clamar¨¢ contra el fraude. Mentira suprema. Agon¨ªa de la democracia.

No es el ¨²nico naufragio. En Rusia, retorno dictatorial. En India, supremacismo hind¨². En Turqu¨ªa, Erdogan descuartiza el proyecto modernizador kemalista y se lanza a un imperialismo agresivo e islamista como nuevo sult¨¢n. En Espa?a, sin ese grado de riesgo, la deriva autoritaria del Gobierno, el cierre ideol¨®gico de la oposici¨®n, el grave malestar social en plena pandemia, tampoco excluyen el avance del Mal.