Guatemala se harta
El presupuesto que la protesta ciudadana ha frenado es un inaceptable s¨ªmbolo de injusticia social
Las masivas protestas vividas en Guatemala ¡ªque han incluido el incendio por parte de radicales de dependencias del edificio del Congreso¡ª son un alarmante indicativo del hartazgo ciudadano ante la sistem¨¢tica falta de respuestas pol¨ªticas a las necesidades sociales desatendidas durante largo tiempo, unido a lo que se percibe como falta de voluntad de luchar contra la corrupci¨®n, cuando no abierta connivencia con esta.
El detonante de las protestas ha sido la tramitaci¨®n del mayor presupuesto de la historia del pa¨ªs, por valor de unos 10.800 millones de euros, que supon¨ªa un aumento de ...
Las masivas protestas vividas en Guatemala ¡ªque han incluido el incendio por parte de radicales de dependencias del edificio del Congreso¡ª son un alarmante indicativo del hartazgo ciudadano ante la sistem¨¢tica falta de respuestas pol¨ªticas a las necesidades sociales desatendidas durante largo tiempo, unido a lo que se percibe como falta de voluntad de luchar contra la corrupci¨®n, cuando no abierta connivencia con esta.
El detonante de las protestas ha sido la tramitaci¨®n del mayor presupuesto de la historia del pa¨ªs, por valor de unos 10.800 millones de euros, que supon¨ªa un aumento de casi el 25% respecto al a?o anterior y donde el endeudamiento masivo del Estado formaba parte de la estrategia para conseguir los fondos. Pero a pesar de este incremento de recursos, el texto preve¨ªa recortes en ¨¢reas clave como Educaci¨®n, Sanidad o Justicia y escasa atenci¨®n a otras partidas sociales. Seg¨²n datos que maneja Unicef, el 49,8% de los ni?os guatemaltecos sufre desnutrici¨®n cr¨®nica, lo que hace de Guatemala el primer pa¨ªs de Am¨¦rica Latina con este problema y el sexto del mundo. Los mismos datos oficiales del Ministerio de Desarrollo Social advierten que la incidencia de la pobreza en el pa¨ªs est¨¢ en torno al 60%. Por el contrario, la partida presupuestaria destinada a las concesiones de construcci¨®n de infraestructuras al sector privado s¨ª que era receptora de importantes fondos. As¨ª, con un trasfondo permanente de esc¨¢ndalos, como el llamado ¡°pacto de corruptos¡± ¡ªque permit¨ªa la impunidad pr¨¢ctica para algunos culpables de delitos relacionados con la corrupci¨®n, incluso con alguna ramificaci¨®n en el narcotr¨¢fico¡ª, unas cuentas p¨²blicas tan palmariamente injustas han sido la gota que ha colmado el vaso.
Va a hacer falta mucho m¨¢s que la anunciada suspensi¨®n de la tramitaci¨®n de los presupuestos para que las aguas vuelvan a su cauce, que no es otro que el de la institucionalidad democr¨¢tica, la paz social y el progreso claro de todos los habitantes del pa¨ªs. Las grav¨ªsimas necesidades de Guatemala han sido por largo tiempo desatendidas, llegando a unos niveles de degradaci¨®n inaceptables y obligando a una parte importante de la poblaci¨®n a abandonar el pa¨ªs en busca de un futuro mejor. La responsabilidad es de las autoridades pol¨ªticas que con su actitud, adem¨¢s, han fomentado una profunda desconfianza hacia las instituciones.
Lo sucedido en Guatemala es un caso extremo, pero no aislado. Desde hace tiempo se est¨¢n produciendo estallidos sociales en la regi¨®n ante una situaci¨®n de injusticia sobre todo en la distribuci¨®n de la riqueza que se vuelve intolerable para gran parte de la poblaci¨®n, decepcionada ante la falta de esperanza de poder llevar una vida digna.