Riesgos de cola
Cabe preguntarse si se ha valorado el riesgo de que descarrile el Plan de Recuperaci¨®n
El t¨¦rmino hace referencia a esa clase de riesgos a los que no deber¨ªa prest¨¢rsele demasiada atenci¨®n en la medida en que su materializaci¨®n, aunque posible, resulta poco probable. Tales riesgos son, empero, muy da?inos si acaban por hacerse efectivos. Este puede ser el caso de la situaci¨®n que vive la Uni¨®n Europea con las dificultades de aprobaci¨®n del Plan de Recuperaci¨®n que movilizar¨¢ 750.000 millones, captados en el mercado por la Comisi¨®n, para uso de los Estados que lo necesiten. Espa?a recibir¨¢, como es ya sabido, 140.000 millones que tendr¨¢ que invertir de forma eficiente en proyecto...
Reg¨ªstrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PA?S, puedes utilizarla para identificarte
El t¨¦rmino hace referencia a esa clase de riesgos a los que no deber¨ªa prest¨¢rsele demasiada atenci¨®n en la medida en que su materializaci¨®n, aunque posible, resulta poco probable. Tales riesgos son, empero, muy da?inos si acaban por hacerse efectivos. Este puede ser el caso de la situaci¨®n que vive la Uni¨®n Europea con las dificultades de aprobaci¨®n del Plan de Recuperaci¨®n que movilizar¨¢ 750.000 millones, captados en el mercado por la Comisi¨®n, para uso de los Estados que lo necesiten. Espa?a recibir¨¢, como es ya sabido, 140.000 millones que tendr¨¢ que invertir de forma eficiente en proyectos transformadores.
El procedimiento que impone el Tratado de Funcionamiento de la Uni¨®n Europea para la aprobaci¨®n del citado plan ¡ªcomo parte del Marco Financiero Plurianual¡ª es particularmente complejo, si atendemos tanto al n¨²mero de instituciones que intervienen (comisi¨®n, Consejo Europeo, parlamento, consejo y parlamentos nacionales) como al propio sistema de votaci¨®n (unanimidad). A pesar de los problemas que puede anticipar el procedimiento descrito, no parece realista considerar un escenario en el que el plan no se apruebe. Las consecuencias ser¨ªan simplemente desastrosas para la propia significaci¨®n presente y futura de la integraci¨®n europea, adem¨¢s de resultar inasumible para las econom¨ªas de estados como el nuestro. Con todo, tras el visto bueno otorgado al plan por el Consejo Europeo en julio y el apoyo del Parlamento Europeo logrado hace unas semanas, la realidad es que algunos estados han expresado su voluntad de vetarlo. La presidencia semestral alemana en el consejo tendr¨¢ que esforzarse en los pr¨®ximos d¨ªas para encontrar la manera de vencer el bloqueo de Polonia y Hungr¨ªa, si quiere cerrar ya la aprobaci¨®n del plan en las instituciones europeas, antes de dar paso al pronunciamiento imprescindible de los veintisiete parlamento<CW-12>s nacionales.
A la vista de todo lo expuesto, es pertinente preguntarse si hemos valorado en su justa medida el riesgo de que el Plan de Recuperaci¨®n descarrile. No lo tengo claro. En cualquier caso, para el supuesto de que la situaci¨®n se complique m¨¢s, ?contamos con escenarios alternativos que permitan sortear los obst¨¢culos y hacer efectivo el acceso r¨¢pido a los recursos econ¨®micos? Entiendo que se est¨¢ trabajando en ello, pero quiero recordar que jur¨ªdicamente no hay demasiado margen para ignorar las reglas que impone el tratado, lo que obligar¨¢ a conducir la negociaci¨®n por el espacio de las concesiones pol¨ªticas. Dado que el veto de Polonia y Hungr¨ªa tiene origen en la condicionalidad democr¨¢tica que introdujo el Parlamento, la pregunta parece obvia: ?podr¨¢ mantenerse? Y, si no es as¨ª, ?resulta aceptable la desnaturalizaci¨®n de un acuerdo adoptado con total convicci¨®n de la Euroc¨¢mara?
El trabajo que tiene por delante la presidencia alemana no se presenta nada f¨¢cil. Todo invita a pensar que Angela Merkel ser¨¢ capaz de deshacer el nudo, aunque ser¨ªa bueno saber si ser¨¢ a costa de prescindir de nuevas (y muy necesarias) herramientas para salvaguardar el fundamento democr¨¢tico mismo de la Uni¨®n.