Maduro se blinda
Las elecciones de Venezuela no son libres y justas, y culminan un quinquenio de abusos chavistas
Venezuela celebra este domingo unas cuestionadas elecciones legislativas con las que el Gobierno de Nicol¨¢s Maduro pretende recuperar el control del Parlamento, en manos de la oposici¨®n, y, a la vez, transmitir una sensaci¨®n de normalidad que dista mucho de ser real. La falta de garant¨ªas para considerarlas unas elecciones libres y transparentes ha hecho que la gran mayor¨ªa de los cr¨ªticos con Maduro haya decidido no acudir a una cita cuyos resultados, todo parece indicar, tampoco ser¨¢n reconocidos por gran parte de la comunidad internacional.
Estos nuevos comicios an¨®malos, como ya lo ...
Venezuela celebra este domingo unas cuestionadas elecciones legislativas con las que el Gobierno de Nicol¨¢s Maduro pretende recuperar el control del Parlamento, en manos de la oposici¨®n, y, a la vez, transmitir una sensaci¨®n de normalidad que dista mucho de ser real. La falta de garant¨ªas para considerarlas unas elecciones libres y transparentes ha hecho que la gran mayor¨ªa de los cr¨ªticos con Maduro haya decidido no acudir a una cita cuyos resultados, todo parece indicar, tampoco ser¨¢n reconocidos por gran parte de la comunidad internacional.
Estos nuevos comicios an¨®malos, como ya lo fueron las elecciones presidenciales de 2018, calificadas de fraudulentas por la oposici¨®n y por la mayor¨ªa de las democracias consolidadas del mundo, cerrar¨¢n un cap¨ªtulo de cinco a?os de tropel¨ªas de Maduro para anular el contundente triunfo opositor de diciembre de 2015. Desde entonces, el presidente venezolano ha hecho todo lo posible para invalidar la Asamblea Nacional salida de las urnas e impedir que la oposici¨®n pudiese desarrollar cualquier iniciativa que indagara en los desmanes de la ¨¦lite chavista. Para ello, adem¨¢s de crear un Parlamento paralelo, la Asamblea Constituyente, el Gobierno no ha cesado en la persecuci¨®n a los dirigentes opositores, muchos de los cuales han tenido que salir al exilio a lo largo de los a?os. Al enconamiento de la crisis pol¨ªtica se suma, m¨¢s grave a¨²n, la terrible crisis socioecon¨®mica, que ha forzado a millones de personas a salir del pa¨ªs.
Un sector de la oposici¨®n, liderado por Juan Guaid¨®, a quien cerca de 60 pa¨ªses, entre ellos Espa?a, a¨²n reconocen como presidente interino de Venezuela, se neg¨® desde un primer momento a participar en estos comicios y ha instado a una consulta popular que no tiene visos de poder calificarse de un logro. El bloque que encabezaba el excandidato presidencial Henrique Capriles trat¨® de abrir la puerta a la participaci¨®n. Tras una fallida negociaci¨®n con el chavismo, que dej¨® un centenar de indultos, no logr¨® que se garantizara la presencia de observadores internacionales, especialmente de la Uni¨®n Europea.
Empieza as¨ª una nueva fase de la crisis. La oposici¨®n ha cometido errores y tendr¨¢ que reconsiderar su estrategia. Pese a lo dif¨ªcil de la misi¨®n, la comunidad internacional deber¨¢ renovar sus esfuerzos ¡ªaprovechando el impulso del relevo en la Casa Blanca¡ª para promover soluciones en el inter¨¦s de la ciudadan¨ªa venezolana. Maduro ha dejado en los ¨²ltimos a?os clara su inequ¨ªvoca intenci¨®n de consolidar su deriva autoritaria y permanecer a toda costa en el poder ¡ªcon graves denuncias de violaciones de derechos humanos por parte de prestigiosas organizaciones¡ª. ?l es el responsable de la situaci¨®n que sufre el pa¨ªs y de que este domingo no haya unas elecciones limpias y transparentes.