Viaje al centro de la Luna
Si el universo pol¨ªtico estuviera habitado por seres racionales y fr¨ªos como Mr. Spock, inaugurar¨ªamos ahora una etapa de consenso entre los grandes partidos
Los presupuestos son un gigantesco bal¨®n de ox¨ªgeno para S¨¢nchez. Le dan suficiente aire como para orbitar tres a?os en la estaci¨®n espacial de La Moncloa sin necesidad de bajar a repostar apoyos. En el comprimido tiempo de la pol¨ªtica moderna esto es una legislatura eterna. Pero: ?se dejar¨¢ llevar el presidente por la fuerza de la gravedad de la coalici¨®n de investidura que lo ha tra¨ªdo hasta aqu¨ª o romper¨¢ amarras y girar¨¢ hacia el centro?
Para muchos, los presupuestos son el pistoletazo de salida de una mayor¨ªa radical de comunistas, filoterroristas y alien¨ªgenas varios que nos trans...
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Los presupuestos son un gigantesco bal¨®n de ox¨ªgeno para S¨¢nchez. Le dan suficiente aire como para orbitar tres a?os en la estaci¨®n espacial de La Moncloa sin necesidad de bajar a repostar apoyos. En el comprimido tiempo de la pol¨ªtica moderna esto es una legislatura eterna. Pero: ?se dejar¨¢ llevar el presidente por la fuerza de la gravedad de la coalici¨®n de investidura que lo ha tra¨ªdo hasta aqu¨ª o romper¨¢ amarras y girar¨¢ hacia el centro?
Para muchos, los presupuestos son el pistoletazo de salida de una mayor¨ªa radical de comunistas, filoterroristas y alien¨ªgenas varios que nos transportar¨¢n a los confines radicales de la galaxia. Pero estos observadores confunden el ruido medi¨¢tico con el rumbo pol¨ªtico. Iglesias, Rufi¨¢n y Otegui son ubicuamente visibles, pero no dirigen la nave y, desde la aprobaci¨®n de las cuentas p¨²blicas, son pasajeros sin derecho a voto, por mucha voz que tengan.
Asumiendo que el objetivo principal del PSOE es permanecer en el poder, la partida de juego ha cambiado sustancialmente. Hasta la semana pasada, a quienes S¨¢nchez deb¨ªa seducir para sostenerse en el Gobierno eran los l¨ªderes de los partidos de izquierdas y nacionalistas. Con lo que el votante clave para el presidente del Gobierno, aquel cuyos o¨ªdos hab¨ªa que endulzar (o como m¨ªnimo no amargar), estar¨ªa a medio camino entre UP, Bildu y ERC. El retrato robot ser¨ªa un independentista catal¨¢n que se llama Aitor y lleva coleta como Iglesias.
Pero, con los presupuestos a buen recaudo, el inter¨¦s de S¨¢nchez deber¨ªa virar hacia la persona que le ayudar¨¢ a sobrevivir en La Moncloa a largo plazo: el votante mediano en circunscripciones medias. Es un prototipo de ciudadano casi de otro planeta: un agricultor de Murcia, una aut¨®noma de M¨¢laga, o un obrero de Pontevedra. Y lo l¨®gico ser¨ªa que S¨¢nchez quisiera cortejarlo con pol¨ªticas moderadas, buscando pactos con los partidos a su derecha. De forma sim¨¦trica, el PP, reconoci¨¦ndose cautivo y derrotado por un tiempo considerable, deber¨ªa tambi¨¦n acercarse al centro, proyect¨¢ndose como alternativa responsable de Gobierno para el d¨ªa que lleguen las elecciones.
Si el universo pol¨ªtico estuviera habitado por seres racionales y fr¨ªos como Mr. Spock, inaugurar¨ªamos ahora una etapa de consenso entre los grandes partidos. Pero, con tanto lun¨¢tico suelto, que nadie espere un apacible viaje al centro. @VictorLapuente