Contra la resignaci¨®n
A diez a?os de la ¡®primavera ¨¢rabe¡¯ es preciso no renunciar a las esperanzas de cambio democr¨¢tico que el movimiento gener¨® en gran parte del mundo ¨¢rabe
Diez a?os despu¨¦s de que se quemara a lo bonzo el joven vendedor ambulante tunecino Mohamed Bouazizi, la protesta suicida que marc¨® el inicio de la primavera ¨¢rabe, la exasperaci¨®n ha dado paso a la desesperanza, desde el Magreb hasta el golfo P¨¦rsico. Del aparente fracaso de la ola de revueltas, insurrecciones y contiendas que convulsion¨® la regi¨®n solo se ha librado T¨²nez, ¨²nico pa¨ªs ¨¢rabe que supera el list¨®n del ?ndice de Democracia de The Economist. El resto siguen siendo autocracias o dictaduras o se han convertido en Estados fallidos, como Siria, Libia y Yemen.
La...
Diez a?os despu¨¦s de que se quemara a lo bonzo el joven vendedor ambulante tunecino Mohamed Bouazizi, la protesta suicida que marc¨® el inicio de la primavera ¨¢rabe, la exasperaci¨®n ha dado paso a la desesperanza, desde el Magreb hasta el golfo P¨¦rsico. Del aparente fracaso de la ola de revueltas, insurrecciones y contiendas que convulsion¨® la regi¨®n solo se ha librado T¨²nez, ¨²nico pa¨ªs ¨¢rabe que supera el list¨®n del ?ndice de Democracia de The Economist. El resto siguen siendo autocracias o dictaduras o se han convertido en Estados fallidos, como Siria, Libia y Yemen.
La sociedad civil ¨¢rabe, que por primera vez emergi¨® con fuerza para reivindicar el derecho a una existencia decente, con libertades c¨ªvicas y seguridad econ¨®mica, parece haber hibernado desde entonces. Las condiciones de vida se han deteriorado en medio del desempleo y la pobreza. El desencanto se ha generalizado y casi la mitad de los j¨®venes se plantea emigrar debido a la falta de oportunidades en sus pa¨ªses, seg¨²n la ¨²ltima Encuesta sobre la Juventud ?rabe. La resignaci¨®n, empero, no ha acallado del todo la queja de estos pueblos, a pesar de que la pandemia ha paralizado masivas movilizaciones prodemocr¨¢ticas en Argelia, Irak o L¨ªbano. Precisamente el descontento de los j¨®venes, y tambi¨¦n de las mujeres, con reg¨ªmenes desp¨®ticos y petrificados se ha visto amplificado hoy en d¨ªa por las redes sociales.
Ante ese escenario, Europa no puede contribuir a la resignaci¨®n entreg¨¢ndose a la realpolitik. El gesto que ha protagonizado recientemente Emmanuel Macron con la imposici¨®n al exmariscal Abdelfat¨¢ al Sisi de la Legi¨®n de Honor, en una ceremonia transmitida por televisi¨®n en Egipto, pero no en Francia, no es la se?al que esperan recibir los pueblos ¨¢rabes para poner fin al invierno de su desesperanza. Tampoco los dem¨®cratas europeos, como el periodista y escritor italiano Corrado Augias, que decidi¨® devolver como protesta su Legi¨®n de Honor. La UE debe favorecer el desarrollo del pluralismo y los derechos humanos. No cabe la resignaci¨®n. En las transformaciones hist¨®ricas, una d¨¦cada no es nada.