Hacia la luz
Nunca como en el solsticio de este a?o habr¨¢ estado tan presente la vida y la muerte, esa suerte con que se juega a cara o cruz nuestro destino
Ma?ana, 21 de diciembre, con el solsticio comenzar¨¢ a crecer la luz del d¨ªa en el hemisferio norte e ir¨¢ muriendo a la par en el hemisferio sur, nada que no se haya repetido durante miles de millones de a?os. Este hecho c¨®smico ha sido asimilado por nuestra cultura como un rito agrario de la muerte y la resurrecci¨®n. Si la semilla no se pudre, no puede germinar. Terminada la sementera a final del oto?o los primeros romanos, que eran labradores, celebraban las fiestas saturnales del nacimiento de la nueva luz con banquetes familiares en los que los esclavos sentados a la mesa eran servidos por ...
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Ma?ana, 21 de diciembre, con el solsticio comenzar¨¢ a crecer la luz del d¨ªa en el hemisferio norte e ir¨¢ muriendo a la par en el hemisferio sur, nada que no se haya repetido durante miles de millones de a?os. Este hecho c¨®smico ha sido asimilado por nuestra cultura como un rito agrario de la muerte y la resurrecci¨®n. Si la semilla no se pudre, no puede germinar. Terminada la sementera a final del oto?o los primeros romanos, que eran labradores, celebraban las fiestas saturnales del nacimiento de la nueva luz con banquetes familiares en los que los esclavos sentados a la mesa eran servidos por sus amos y entre ellos se intercambiaban regalos, dulces y peque?as figuras de barro, adquiridas en mercadillos montados en el foro. Con el tiempo se estableci¨® en Roma el culto de Mitra, el dios persa de la luz y la sabidur¨ªa, que hab¨ªa nacido de una virgen y que tambi¨¦n mor¨ªa y resucitaba. A este rito ancestral asimilado por los cristianos llamamos Navidad. Durante el ciego camino del sol hacia el verano, de pronto a principios de enero uno descubre que en el aire a media tarde ya se est¨¢ demorando una luz dorada. Esa primera manifestaci¨®n solar es la epifan¨ªa, el ¨²nico regalo que traen los magos. Poco despu¨¦s se despertar¨¢ la savia de los ¨¢rboles, se producir¨¢ el deshielo, reventar¨¢n las gemas, estallar¨¢n las flores y ser¨¢n las lagartijas las primeras en sacar la cabeza por las grietas de los sillares de las iglesias para celebrarlo. Pero nunca como en el solsticio de este a?o habr¨¢ estado tan presente la vida y la muerte, esa suerte con que se juega a cara o cruz nuestro destino. En el 2021 que empieza no ser¨¢ el sol, sino la aguja de una simple jeringuilla cargada con esa p¨®cima celeste de la vacuna contra la peste, la que ilumine el horizonte. La descubrieron una pareja de inmigrantes turcos, Sahin y T¨¹reci. Ellos son esta vez los magos de Oriente.