?tica sin excepciones
Felipe VI reclama principios que comprometan a todos
Ahora que la polarizaci¨®n pol¨ªtica pretende zaherir a la jefatura del Estado, convirti¨¦ndola en moneda de intercambio, el discurso del Rey fue la mejor defensa de una instituci¨®n obligada a mantener su neutralidad ideol¨®gica como salvaguarda de los derechos de la ciudadan¨ªa. Frente a los intentos de patrimonializaci¨®n de unos o los ataques oportunistas de otros, Felipe VI volvi¨® a dejar claro que solo milita en la defensa de los principios democr¨¢ticos y la Constituci¨®n. De ah¨ª su esperada e indirecta alusi¨®n al comportamiento del rey em¨¦rito, uno de los momentos m¨¢s delicados de su discurso, ...
Ahora que la polarizaci¨®n pol¨ªtica pretende zaherir a la jefatura del Estado, convirti¨¦ndola en moneda de intercambio, el discurso del Rey fue la mejor defensa de una instituci¨®n obligada a mantener su neutralidad ideol¨®gica como salvaguarda de los derechos de la ciudadan¨ªa. Frente a los intentos de patrimonializaci¨®n de unos o los ataques oportunistas de otros, Felipe VI volvi¨® a dejar claro que solo milita en la defensa de los principios democr¨¢ticos y la Constituci¨®n. De ah¨ª su esperada e indirecta alusi¨®n al comportamiento del rey em¨¦rito, uno de los momentos m¨¢s delicados de su discurso, que resolvi¨® reivindicando el car¨¢cter institucional de la jefatura del Estado y el principio de ejemplaridad que debe guiar su actuaci¨®n ¡°por encima de cualquier consideraci¨®n, de la naturaleza que sea, incluso de las personales o familiares¡±: sin excepciones. La situaci¨®n del anterior jefe del Estado podr¨ªa haber merecido una menci¨®n m¨¢s extensa, pero el compromiso de la Corona con esos principios p¨²blicos fue n¨ªtido y expl¨ªcito. Felipe VI es un monarca del siglo XXI, consciente de su papel y sabedor de que el incumplimiento de las normas ¨¦ticas que se ha comprometido a respetar solo socavar¨ªa la convivencia, deslegitimando el sistema democr¨¢tico y corroyendo la confianza de la sociedad.
En su s¨¦ptimo mensaje de Navidad desde su proclamaci¨®n como Rey, Felipe VI se centr¨® en su tradicional resumen del a?o. Su excepcionalidad le condujo a ofrecer una mirada esperanzadora hacia el futuro, pero sin obviar ninguna de las dificultades a las que se enfrenta Espa?a. En esto estuvo guiado por el car¨¢cter institucional y cohesivo que le corresponde como jefe del Estado. La crisis provocada por la covid y la respuesta individual y colectiva ante esta circunstancia, definieron el eje de su discurso, un mensaje que hilvan¨® con acierto desde un lenguaje cercano, con un recuerdo merecido a los ciudadanos que han padecido los estragos de la pandemia.
La austeridad ret¨®rica estuvo a la altura del delicado momento que vivimos, empatizando con las preocupaciones de la ciudadan¨ªa y describiendo sin pa?os calientes los complejos problemas que gravitan sobre el pa¨ªs. El Rey apunt¨® a la grave crisis sanitaria y econ¨®mica, alertando sobre el riesgo de que derive en una crisis social de consecuencias imprevisibles, y fue muy claro al subrayar que los j¨®venes pueden acabar siendo los perdedores de la pandemia. Se refiri¨® tambi¨¦n a la dram¨¢tica situaci¨®n de los m¨¢s vulnerables, los que han perdido su trabajo o sufren la destrucci¨®n del tejido empresarial y productivo.
Felipe VI incidi¨® en los aspectos que pueden ayudarnos a superar la experiencia traum¨¢tica de los ¨²ltimos 10 meses, apelando a la responsabilidad individual, pero tambi¨¦n a la solidaridad, reconociendo a quienes nos han ayudado a salvaguardar el ¨¢nimo durante las horas m¨¢s bajas. ¡°Hemos sentido el pulso de nuestra sociedad que, pese a todo, ha mantenido Espa?a en pie¡±, se?al¨® el Monarca, record¨¢ndonos que el virus no nos ha doblegado porque tenemos un Estado que funciona y una Constituci¨®n que nos sigue protegiendo frente a quienes intentan aprovechar la actual coyuntura de crisis para socavarla.