Mariposas en el Caribe
Los desaf¨ªos del nuevo Gobierno de la Rep¨²blica Dominicana no son menores: debe allanar el camino hacia la igualdad y promover una mayor competitividad y diversidad econ¨®mica
El mar de plantaciones de yuca, cacao, az¨²car o caf¨¦, que acompa?an al viajero que cruza de sur a norte Rep¨²blica Dominicana por la colorida carretera que une las dos grandes ciudades del pa¨ªs, Santo Domingo con Santiago, sumen al viajero en un buc¨®lico estupor de admiraci¨®n ante la proverbial generosidad de la naturaleza con la isla. Frente a tanta belleza, resulta dif¨ªcil siquiera imaginar el estremecimiento y terror que recorri¨® el pa¨ªs cuando Rafael Le¨®nidas Trujillo persigui¨® con sa?a y minuciosidad a sus opositores. Transcurridas tres cuartas partes del camino entre ambas ciudades, cuand...
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El mar de plantaciones de yuca, cacao, az¨²car o caf¨¦, que acompa?an al viajero que cruza de sur a norte Rep¨²blica Dominicana por la colorida carretera que une las dos grandes ciudades del pa¨ªs, Santo Domingo con Santiago, sumen al viajero en un buc¨®lico estupor de admiraci¨®n ante la proverbial generosidad de la naturaleza con la isla. Frente a tanta belleza, resulta dif¨ªcil siquiera imaginar el estremecimiento y terror que recorri¨® el pa¨ªs cuando Rafael Le¨®nidas Trujillo persigui¨® con sa?a y minuciosidad a sus opositores. Transcurridas tres cuartas partes del camino entre ambas ciudades, cuando se abandona la carretera para iniciar un ¨²ltimo tramo hacia Salcedo, el frondoso y bello paisaje tropical, hace suponer de d¨®nde lleg¨® la inspiraci¨®n del alias con el que ser¨ªan llamadas entre los disidentes las c¨¦lebres hermanas Mirabal: Patria, Minerva y Mar¨ªa Teresa. Conocidas como las mariposas, el batir de sus alas desencaden¨® la variable pol¨ªtica del famoso efecto natural que, a partir de su cruel asesinato a palos por esbirros del dictador en un camino cualquiera entre los ca?averales, gener¨® un crisol de respuestas ante los m¨²ltiples desaf¨ªos que Rep¨²blica Dominicana hab¨ªa de enfrentar tras la dictadura. Corr¨ªa el 25 de noviembre de 1960.
Apenas seis meses despu¨¦s, el dictador fue acribillado a balazos en el malec¨®n que acaricia el mar del Caribe en el capital dominicana. De entonces a hoy, el legado de aquellas mariposas y lo que signific¨® aquel infame crimen ha resonado, de una u otra manera, en el devenir democr¨¢tico del pa¨ªs y, tambi¨¦n, en todos los rincones del planeta donde son emblema de la lucha contra la violencia hacia la mujer. Las sucesivas generaciones de dominicanos han ido logrando conquistas identitarias y contra la discriminaci¨®n racial o de g¨¦nero, que ven¨ªan lastrando su historia desde tiempos del gobernador Nicol¨¢s de Ovando.
Hoy, cuando se cumple medio a?o de las elecciones presidenciales que sancionaron la alternancia pol¨ªtica en el pa¨ªs, la contundente victoria de Luis Abinader ha venido acompa?ada de iniciativas que, en medio de esta pandemia, insuflan renovadas esperanzas al pueblo dominicano. La nueva Administraci¨®n se ha presentado ante la ciudadan¨ªa con algunas medidas simb¨®licas: sirva como bot¨®n de muestra la de entregar a Minerva Mirabal el t¨ªtulo de Derecho ¨Cexequ¨¢tur post mortem- que Trujillo le neg¨® en vida con ocasi¨®n del sexag¨¦simo aniversario de su asesinato. Junto a ellas, tambi¨¦n han llegado iniciativas legislativas que buscan poner fin a lacerantes realidades como la reciente prohibici¨®n del matrimonio infantil ¨Clas cifras oficiales se?alan que Rep¨²blica Dominicana cuenta con la mayor tasa de toda Am¨¦rica Latina de ni?as y adolescentes que se casan antes de cumplir los 18 a?os (36%)-.
Otros indicios de los cambios a los que est¨¢ asistiendo el pa¨ªs son constatables a simple vista. Junto a una parte sustantiva de los nuevos diputados que son menores de 40 a?os, tambi¨¦n hay un aumento significativo de mujeres que ocupan estamentos dentro de los poderes del Estado, como atestiguan la designaci¨®n como vicepresidenta de la Rep¨²blica de Raquel Pe?a ¨Csi bien, ¨²nicamente, la acompa?an dos ministras m¨¢s en un Gabinete de un total de trece carteras- o el nombramiento ¨Cpor vez primera en la historia dominicana- de una mujer para la subdirecci¨®n general de la Polic¨ªa Nacional, Teresa Mart¨ªnez, por citar tan solo algunos significativos ejemplos.
A nadie escapa que los desaf¨ªos que afronta el nuevo Gobierno no son menores. Para superarlos, junto con el impulso de pol¨ªticas que inspiren una mayor competitividad y diversidad econ¨®mica que limiten la incidencia socioecon¨®mica de esta pandemia, cuenta con algunas ventajas estructurales ¨Ccomo el bajo d¨¦ficit p¨²blico- que permiten ahora afrontar esta dif¨ªcil coyuntura con cierto optimismo. Junto a las propiamente sanitarias consustanciales a la crisis que vivimos actualmente, cabe destacar ¨Centre otras muchas- la pol¨ªtica de Estado que vienen manteniendo los diferentes gobiernos en el ¨²ltimo cuarto de siglo por la mejora formativa de quienes est¨¢n llamados a liderar las transformaciones del pa¨ªs. Adem¨¢s de allanar el camino hacia la igualdad, iniciativas como los Incentivos a la Educaci¨®n Superior (IES) o las becas para ampliar estudios en el extranjero, han incrementado exponencialmente la igualdad de oportunidades de los j¨®venes dominicanos y han incorporado valor a?adido al sistema productivo del pa¨ªs.
En el orden internacional, la posici¨®n geoestrat¨¦gica de Rep¨²blica Dominicana le convierten en un socio estrat¨¦gico para Am¨¦rica Latina y Estados Unidos en el Caribe. Reforzar sus v¨ªnculos con la comunidad latinoamericana es esencial, no s¨®lo para el crecimiento del propio pa¨ªs, sino tambi¨¦n para mitigar la incidencia que tienen en el pa¨ªs los problemas estructurales que asolan Hait¨ª, con quien Rep¨²blica Dominicana ha compartido conflictiva historia. El fortalecimiento del liderazgo dominicano en el Caribe hispanoparlamente, adem¨¢s de ofrecerle la posibilidad de jugar un papel destacado en procesos como los que han de llegar en Cuba, el propio Puerto Rico o Venezuela, le puede brindar la imprescindible solidaridad diplom¨¢tica frente a la bien estructurada y f¨¦rrea comunidad franc¨®fona antillana. Su relaci¨®n con la potencia norteamericana ¨Ca la que hac¨ªa referencia el propio presidente Abinader en EL PA?S-, puede contribuir a estrechar lazos con la pujante comunidad hispana de Nueva York ¨Cque es conocida entre los dominicanos como su provincia 32-, Florida o Puerto Rico ¨Ccomo tambi¨¦n destacaba estos d¨ªas Pedro Pierluisi, nuevo gobernador del Estado Libre Asociado-.
Espa?a es, por muchos motivos hist¨®ricos ¨Cling¨¹¨ªsticos y de afinidad emocional, sobre todo-, el v¨ªnculo y plataforma natural de los dominicanos con Europa. Junto con la plena integraci¨®n de la ya una numeros¨ªsima segunda generaci¨®n cuya identidad se conforma con un pie en cada lado del oc¨¦ano y los evidentes lazos socioecon¨®micos que unen a ambas naciones, cabe resaltar la sinton¨ªa cultural de la que son testigos la figura del puertorrique?o Eugenio Mar¨ªa de Hostos ¨Ckrausista formado en Madrid con Juli¨¢n Sanz del R¨ªo cuya incidencia en el devenir educativo y cultural del pa¨ªs fue esencial-, la resonancia que entre la ¨¦lite intelectual de la isla tuvo la Revista de Occidente de Ortega y Gasset en el periodo de entreguerras, o la generosa e inicial acogida que se brind¨® en Santo Domingo a exiliados republicanos espa?oles con ocasi¨®n de la Guerra Civil espa?ola como el pintor Jos¨¦ Vela Zanetti o el historiador del exilio Vicente Llorens, por citar tan solo los ejemplos m¨¢s remotos.
El nuevo paradigma que se abra camino en la era poscovid- 19 ser¨¢ una nueva oportunidad para avanzar en los par¨¢metros de igualdad y progreso que inspiraron a las hermanas Mirabal. Hoy las mariposas vuelan de nuevo por el Caribe.
Antonio L¨®pez Vega es director del Instituto Universitario de Investigaci¨®n Ortega y Gasset (UCM).