La pol¨ªtica exterior de tierra quemada de Trump
El presidente saliente toma medidas cuyo ¨²nico objetivo es obstaculizar el camino de Biden
Las ¨²ltimas semanas de la presidencia de Donald Trump son una desgraciada culminaci¨®n. Tras el desastre de su mandato, el dirigente derrotado est¨¢ comprometido en una alocada carrera que solo acumula desperfectos, de extrema gravedad en pol¨ªtica interior, como es el violento asalto al Capitolio que instig¨® en sus arengas y tuits, pero tambi¨¦n de enorme trascendencia en pol¨ªtica exterior. El ¨²ltimo de ellos ha sido la declaraci¨®n de Cuba como Estado patrocinador de terrorismo y su devoluci¨®n a una lista de la que hab¨ªa salido en 2015 de la mano de Obama. Es esta una decisi¨®n equivocada y adem¨¢s...
Las ¨²ltimas semanas de la presidencia de Donald Trump son una desgraciada culminaci¨®n. Tras el desastre de su mandato, el dirigente derrotado est¨¢ comprometido en una alocada carrera que solo acumula desperfectos, de extrema gravedad en pol¨ªtica interior, como es el violento asalto al Capitolio que instig¨® en sus arengas y tuits, pero tambi¨¦n de enorme trascendencia en pol¨ªtica exterior. El ¨²ltimo de ellos ha sido la declaraci¨®n de Cuba como Estado patrocinador de terrorismo y su devoluci¨®n a una lista de la que hab¨ªa salido en 2015 de la mano de Obama. Es esta una decisi¨®n equivocada y adem¨¢s un acto especialmente ir¨®nico viniendo de un presidente que va a ser acusado por el Congreso de ¡°incitaci¨®n a la violencia¡±.
La pol¨ªtica exterior de Trump ha consistido fundamentalmente en deshacer todo lo que hab¨ªa hecho su predecesor e incluso en hacer todo lo contrario. El estrechamiento del dogal en torno a Cuba, con los rendimientos calculados de cara al electorado anticastrista de Florida, es la ¨²ltima respuesta a la pol¨ªtica de apertura de Obama, el primer presidente estadounidense que viaj¨® a la isla y normaliz¨® las relaciones con esta. En toda su gesti¨®n, Trump opt¨® por abordar los asuntos internacionales en una l¨®gica de confrontaci¨®n, en las ant¨ªpodas de la de perseguir los objetivos a trav¨¦s de la interacci¨®n (engagement) por la que opt¨® Obama. Lo lamentable de estas ¨²ltimas decisiones de Trump es que el objetivo no es ni siquiera completar con t¨¢cticas discutibles un programa, sino apurar al m¨¢ximo la destrucci¨®n del orden liberal internacional con vistas a complicarle las cosas a Joe Biden.
A esta voluntad responden las decisiones trumpistas sobre Oriente Pr¨®ximo, complacientes con Israel, Emiratos ?rabes Unidos y Arabia Saud¨ª, y destinadas a dificultar la recuperaci¨®n del acuerdo de desarme nuclear con Ir¨¢n alcanzado por Obama. El ¨²ltimo episodio en favor de Riad es la inclusi¨®n de los rebeldes hut¨ªes de Yemen como organizaci¨®n terrorista.
En estas semanas, adem¨¢s, Trump ha aceptado la soberan¨ªa marroqu¨ª sobre el S¨¢hara Occidental y ha levantado las limitaciones diplom¨¢ticas impuestas a Taiw¨¢n por el Comunicado de Shangh¨¢i de 1972, que firmaron Washington y Pek¨ªn tras la famosa entrevista entre Mao y Nixon.
No se trata ¨²nicamente de la revisi¨®n de la pol¨ªtica exterior de Obama, sino de que Trump ha roto el hilo de una diplomacia de 70 a?os y est¨¢ apurando sus ¨²ltimos d¨ªas, en mitad de un intento de golpe contra el Congreso, para a?adir todo el da?o imaginable a la imagen de Estados Unidos y al trabajo bajo las ¨®rdenes de Biden del poderoso establishment organizado alrededor del Departamento de Estado y del Pent¨¢gono.