Mala gesti¨®n
Los avatares del 14-F son resultado del desgobierno y la erosi¨®n de la Generalitat
El Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a suspendi¨® ayer, de forma provisional, el decreto de la Generalitat que desconvoc¨® las elecciones auton¨®micas previstas para el 14 de febrero. La resoluci¨®n es cautelar¨ªsima. Reactiva por tanto de urgencia la convocatoria del 14-F mientras el tribunal no decida sobre la cuesti¨®n de fondo: la legalidad de su cancelaci¨®n, que afecta al derecho fundamental de participaci¨®n pol¨ªtica. Habr¨¢ que esperar pues al pronunciamiento definitivo. Pero la decisi¨®n y la ca¨®tica situaci¨®n derivada ¡ªincluidas desafinadas reacciones pol¨ªticas¡ª permite algunas considera...
El Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a suspendi¨® ayer, de forma provisional, el decreto de la Generalitat que desconvoc¨® las elecciones auton¨®micas previstas para el 14 de febrero. La resoluci¨®n es cautelar¨ªsima. Reactiva por tanto de urgencia la convocatoria del 14-F mientras el tribunal no decida sobre la cuesti¨®n de fondo: la legalidad de su cancelaci¨®n, que afecta al derecho fundamental de participaci¨®n pol¨ªtica. Habr¨¢ que esperar pues al pronunciamiento definitivo. Pero la decisi¨®n y la ca¨®tica situaci¨®n derivada ¡ªincluidas desafinadas reacciones pol¨ªticas¡ª permite algunas consideraciones. De entrada, cabe destacar c¨®mo la medida cautelar¨ªsima pone el dedo en la llaga del severo desgobierno de la Generalitat, y denota la inseguridad jur¨ªdica que su Ejecutivo secesionista encarna.
A la espera de la decisi¨®n definitiva, puede observarse que el decreto del Govern tiene aspectos discutibles que configuran las razones de buen derecho (fumus boni iuris) en la base de la medida cautelar. Bajo la apariencia de aplazarlo, el decreto trunca un proceso electoral ya iniciado y sujeta los comicios futuros a la voluntad del Govern, cuando deb¨ªan celebrarse obligatoriamente por agotamiento del plazo para investir a un presidente. Y contradice el Estatut, seg¨²n el cual solo un presidente en plenitud puede convocar elecciones, y no un vicepresidente en funciones. No parece pues la soluci¨®n m¨¢s pulcra para ejecutar el aplazamiento. Al contrario, desprende un aroma partidista, como intento de modular una elecci¨®n que el secesionismo auguraba poco favorable.
Esta discutible gesti¨®n se suma a la llamativa pasividad en la preparaci¨®n de una log¨ªstica que pudiese sortear las dificultades pand¨¦micas. Cabe recordar que Portugal, con una situaci¨®n epidemiol¨®gica muy dif¨ªcil, s¨ª celebrar¨¢ presidenciales este domingo. Y que en EE UU, con una eficaz preparaci¨®n previa, unos 100 millones de ciudadanos votaron por adelantado. Se pod¨ªan haber creado condiciones que limitaran el riesgo de contagio. Cabe tambi¨¦n recordar que Galicia y Euskadi aplazaron sus comicios en estado de confinamiento, circunstancia que no se produce en Catalu?a.
Este episodio es la hip¨¦rbole de un independentismo que se llen¨® la boca de herc¨²leos objetivos mientras dinamitaba el autogobierno del que dispon¨ªa aboc¨¢ndolo a una persistente par¨¢lisis. Quienes dec¨ªan optar por un Estado separado ni siquiera han sido capaces de gestionar un nivel de autonom¨ªa que reputaban de nimio.
Lo peor de este asunto es la dram¨¢tica erosi¨®n institucional catalana. La figura del president, aunque sea transitoria, ha sido humillada por los socios del Govern, as¨ª que quien la encarna en funciones debe firmar el decreto como ¡°vicepresident del Govern en sustituci¨®n de la presidencia de la Generalitat...¡±, hasta 16 palabras, un enunciado absurdo. El Parlament, que ya pas¨® cinco meses bloqueado al inicio de la legislatura por carecer de Ejecutivo al que controlar, pasar¨¢ previsiblemente otros tantos (o m¨¢s) de vacaciones a causa de la cancelaci¨®n electoral, si esta finalmente se produce. El Consejo de Garant¨ªas Estatutarias ha sido tambi¨¦n ignorado. A este desastre institucional se suma la centrifugaci¨®n de empresas, el declive econ¨®mico y el desprecio a m¨¢s de la mitad de la sociedad. En este escenario, se detecta cierto temor independentista a las elecciones m¨¢s abiertas en un decenio, lo que ensombrece mucho su manejo del proceso.