Dostoievski y nosotros, a?o 2021
Las palabras de este gran humanista tr¨¢gico nos siguen cuestionando y apelando en el siglo XXI
Ante el A?o Dostoievski que empieza ahora ¡ª2021 celebra 200 a?os desde su nacimiento y 140 desde su muerte¡ª es oportuno recordar algunas de las profec¨ªas de este escritor, preocupado por la injusticia, el abuso del poder o simplemente por la condici¨®n humana. ¡°La civilizaci¨®n ha creado si no a un hombre m¨¢s sangriento, entonces m¨¢s cruel y peor que antes¡±, replic¨® al ideal de los ilustrados, a?adiendo: ¡°La torre de Babel se convirti¨® en un ideal y, por otra parte, en una pesadilla de la humanidad entera¡±.
La voluntad del poder, la dificultad de la libertad humana o el movimiento de las ...
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Ante el A?o Dostoievski que empieza ahora ¡ª2021 celebra 200 a?os desde su nacimiento y 140 desde su muerte¡ª es oportuno recordar algunas de las profec¨ªas de este escritor, preocupado por la injusticia, el abuso del poder o simplemente por la condici¨®n humana. ¡°La civilizaci¨®n ha creado si no a un hombre m¨¢s sangriento, entonces m¨¢s cruel y peor que antes¡±, replic¨® al ideal de los ilustrados, a?adiendo: ¡°La torre de Babel se convirti¨® en un ideal y, por otra parte, en una pesadilla de la humanidad entera¡±.
La voluntad del poder, la dificultad de la libertad humana o el movimiento de las masas, son otros de los temas que trata con gran profundidad. En Los demonios apunta a lo que ser¨¢, unas d¨¦cadas m¨¢s tarde, el intento de realizar la gran idea de la igualdad social en la pr¨¢ctica del comunismo ruso: ¡°No pueden figurarse la rabia y la melancol¨ªa que se apodera del esp¨ªritu cuando una idea grande, que uno viene venerando solemnemente desde antiguo, es arrebatada por unos necios y difundida por esas calles entre otros imb¨¦ciles como ellos¡±. Esta novela puede considerarse como la m¨¢s visionaria de sus obras una vez acabado el siglo XX con sus fracasadas ideolog¨ªas sociales.
Por otro lado, la memorable figura del Gran Inquisidor concebida por el escritor en Los hermanos Karam¨¢zov, recuerda que no hay peor mal que el que se esconde bajo la m¨¢scara del bien. Se trata de un impostor que propaga las teor¨ªas en las que no cree, pero consigue manipular a las masas: ¡°S¨®lo llega a dominar la libertad de los hombres aquel que tranquiliza sus conciencias¡±. Diferentes totalitarismos y fundamentalismos surgidos desde entonces parecen haber aplicado a pie de la letra estas palabras de Dostoievski.
No obstante, m¨¢s all¨¢ de la dial¨¦ctica del bien y del mal, la obra dostoievskiana muestra tambi¨¦n a individuos que no aceptan que ante un escenario apocal¨ªptico haya que tirar la toalla. Al contrario; ense?a la importancia de lo que cada uno de nosotros puede aportar afirmativamente a nivel individual para que el mundo no estalle en pedazos. Recordemos al pr¨ªncipe Mishkin, retratado como tan bueno, ingenuo y comprensivo que solo puede ser entendido como idiota en el mundo en el que vivimos.
O a Iv¨¢n Karam¨¢zov, un agn¨®stico que devuelve la entrada a Dios a su eterna armon¨ªa si ha creado un mundo donde existe el sufrimiento de los ni?os. Incluso el generoso asesino de Crimen y castigo, Rask¨®lnikov, no es un simple criminal, sino alguien preocupado por establecer la justicia social.
Y si escuch¨¢ramos m¨¢s a Dostoievski como premonici¨®n, hasta las adversas relaciones entre Rusia y Occidente podr¨ªan tener alguna perspectiva de mejorar. ¡°Cuando se trata de enjuiciar a Rusia, una especie de estulticia ins¨®lita se apodera hasta de las personas que inventaron la p¨®lvora, que contaron las estrellas del cielo¡±, denunciaba el paternalismo de la vieja Europa respecto a su pa¨ªs, una actitud basada fundamentalmente en el miedo y la ignorancia. Dostoievski como pensador intu¨ªa que esta querella entre Rusia y Occidente perdurar¨¢, circunstancia de la que tambi¨¦n podemos dar cr¨¦dito hasta la actualidad. ¡°Todo occidental atormentado hace pensar en un h¨¦roe de Dostoievski que tuviera una cuenta en el banco¡±, en palabras de Cioran.
Este 2021, muchos acontecimientos van a conmemorar el bicentenario del escritor; no solo en Rusia, donde su primer centenario fall¨® por la guerra civil despu¨¦s de la Revoluci¨®n bolchevique, sino tambi¨¦n en el mundo entero. Y esto pasa porque la obra de Dostoievski ofrece muchos ejemplos que ponen los pelos de punta por su enorme actualidad. ¡°Nos hallamos en v¨ªsperas de los m¨¢s grandes y estremecedores acontecimientos en la propia Europa; y conste que lo digo sin exageraci¨®n alguna. Muchas cosas que el verano pasado se ten¨ªan por quim¨¦ricas, por imposibles o por exageradas, se han realizado literalmente. A poco tardar, tras los sue?os de los idealistas, aparecieron ya otras doctrinas simples y accesibles a todas las mentes, como por ejemplo ensangrentar el mundo y luego todo se arreglar¨¢ de nuevo por s¨ª solo y de alg¨²n modo¡±. Las palabras de Dostoievski siguen teniendo no solo un gran poder de describir, sino de cuestionar y apelar. Ante El mundo es as¨ª se antepone la responsabilidad individual, considera.
A¨²n podemos hacer mucho si hacemos caso a lo que este gran humanista tr¨¢gico nos sigue aclamando:
¡°?Por qu¨¦ est¨¢n ah¨ª de pie madres cuyas casas se han incendiado, por qu¨¦ hay gente pobre, por qu¨¦ es pobre el angelito, por qu¨¦ est¨¢ desnuda la estepa, por qu¨¦ no se abrazan, no se besan, por qu¨¦ no cantan canciones alegres, por qu¨¦ se han vuelto negruzcas de negra miseria?¡±.
Tamara Djermanovic es profesora en la Facultad de Humanidades de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, donde dirige el Seminario de Estudios Eslavos, y es autora del libro Dostoyevski entre Rusia y Occidente (Herder Editorial).