Myanmar, la naci¨®n truncada
Tras el enfrentamiento entre las movilizaciones populares y la represi¨®n militar, sin una soluci¨®n a los problemas estructurales que acabe con m¨¢s de 60 a?os de guerra el futuro birmano seguir¨¢ siendo incierto
El pasado golpe militar en Myanmar, la antigua Birmania, ha puesto de relieve un nuevo pulso entre la democracia y sus enemigos, encarnados respectivamente en las figuras de Aung San Suu Kyi y el general Min Aung Hlaing. Para los pa¨ªses con intereses locales lo ocurrido plantea una disyuntiva compleja: ?Apoyar el resultado electoral y antagonizar con la junta? ?Aceptar la imposici¨®n de la fuerza y alienar a la sociedad civi...
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El pasado golpe militar en Myanmar, la antigua Birmania, ha puesto de relieve un nuevo pulso entre la democracia y sus enemigos, encarnados respectivamente en las figuras de Aung San Suu Kyi y el general Min Aung Hlaing. Para los pa¨ªses con intereses locales lo ocurrido plantea una disyuntiva compleja: ?Apoyar el resultado electoral y antagonizar con la junta? ?Aceptar la imposici¨®n de la fuerza y alienar a la sociedad civil?
La geograf¨ªa juega un gran papel. Myanmar forma una intersecci¨®n geogr¨¢fica donde se encuentran las ambiciones estrat¨¦gicas de China y la India. Su territorio es susceptible de proporcionar una salida mar¨ªtima a China que engarce con el sistema de comunicaciones del Indo-Pac¨ªfico. Motivo por el cual Pek¨ªn ha buscado establecer una relaci¨®n de cooperaci¨®n y vasallaje con la creaci¨®n del Corredor Econ¨®mico China-Myanmar. Para la India, que mantiene disputas fronterizas con la potencia asi¨¢tica, su presencia en su patio trasero supone una amenaza acechante. La existencia de importantes reservas de gas ha elevado la apuesta regional con la construcci¨®n de sendos gasoductos. Ambos pa¨ªses priorizan fortalecer sus v¨ªnculos con Myanmar.
El prestigioso historiador Thant Myint en The Hidden History of Burma, desaprueba reducir la cuesti¨®n a un enfrentamiento entre ¡°junta militar¡± y ¡°democracia¡±. Piensa que este enfoque responde a un sesgo occidental en su anhelo de atestiguar una progresi¨®n liberal del mundo, cuando en realidad el golpe ser¨ªa m¨¢s s¨ªntoma que causa. El problema de fondo, constante desde la formaci¨®n del pa¨ªs, es el de una identidad nacional no resuelta, que hunde sus ra¨ªces tanto en la historia colonial como en las permanentes reivindicaciones de las minor¨ªas, que en el pasado sirvieron de aliciente a las intervenciones militares.
Los brit¨¢nicos, fieles al principio de ¡°divide y vencer¨¢s¡±, asentaron un orden jer¨¢rquico de corte racial que enfrentaba a las minor¨ªas ¨¦tnicas con la mayor¨ªa bamar, plataforma del nacionalismo mayoritario. Con la independencia, la puesta en marcha del Estado-naci¨®n requer¨ªa de un consenso. En 1947 estuvo a punto de lograrlo Aung San, padre de La Dama, con el Acuerdo de Panglong, pero su asesinato y el interminable gobierno militar del Tatmadaw truncaron el proceso y asolaron el pa¨ªs. La llegada de la democracia con Suu Kyi no estuvo a la altura de las expectativas al amparar la limpieza ¨¦tnica de los rohingya.
China necesita un Myanmar estable para poder desarrollar sus intereses. Y la India y EE UU, una buena relaci¨®n con las autoridades birmanas, preferiblemente democr¨¢ticas, para contrarrestar a China. Tras el enfrentamiento entre las movilizaciones populares y la represi¨®n militar, sin una soluci¨®n a los problemas estructurales que acabe con m¨¢s de 60 a?os de guerra el futuro birmano seguir¨¢ siendo incierto.