El codiciado voto ind¨ªgena
El ganador de la segunda vuelta no podr¨¢ soslayar el desarrollo de una agenda gubernamental con las reformas estructurales reclamadas por un Estado que se reconoce abarcador de la autonom¨ªa y participaci¨®n pol¨ªtica de las minor¨ªas
La cosmovisi¨®n andina, las ideas de los indios sobre el universo, la naturaleza, los seres humanos y, obviamente, sobre la pol¨ªtica, influir¨¢n notablemente en la segunda vuelta de las generales de Ecuador. El candidato favorito, Andr¨¦s Arauz, delegado del expresidente Rafael Correa, pedir¨¢ su apoyo contraponiendo los horrores del neoliberalismo con la apreciac...
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La cosmovisi¨®n andina, las ideas de los indios sobre el universo, la naturaleza, los seres humanos y, obviamente, sobre la pol¨ªtica, influir¨¢n notablemente en la segunda vuelta de las generales de Ecuador. El candidato favorito, Andr¨¦s Arauz, delegado del expresidente Rafael Correa, pedir¨¢ su apoyo contraponiendo los horrores del neoliberalismo con la apreciaci¨®n ind¨ªgena del mundo y la armon¨ªa entre la naturaleza y nosotros mismos: el paradigma vern¨¢culo despu¨¦s del fracaso sovi¨¦tico y la mercantilizaci¨®n de la naturaleza del Consenso de Washington. Su contrincante, Guillermo Lasso, banquero, les prometer¨¢ una humanizaci¨®n del liberalismo en un Estado protector, la discriminaci¨®n positiva del gasto p¨²blico y contener la voracidad de los consorcios mineros y petroleros. M¨¢s ret¨®rica y cebos que expectativas de cumplimiento para seducir a los seguidores de los candidatos derrotados en primera vuelta.
Ecuador es un pa¨ªs mestizo de 17,5 millones de habitantes, 14 nacionalidades y 18 etnias reconocidas en la Constituci¨®n de 1998, cuya jefatura de Gobierno disputar¨¢n dos contendientes con derroche de vacuidad para captar el voto de m¨¢s de un mill¨®n de indios, mangoneados conceptualmente en cada consulta; aunque el sufragio de este colectivo dista de ser monol¨ªtico, puede ser izquierda, derecha o centro, los finalistas tratar¨¢n de conectar con los sentimientos e intereses de comunidades despojadas y discriminadas desde la colonia; hoy se aglutinan en la Confederaci¨®n de Nacionalidades Ind¨ªgenas, la organizaci¨®n madre, su abogada en litigios de tierras y en la reforma agraria que aboli¨® las haciendas familiares que invad¨ªan territorios, cultivos y aguas ancestrales. Como no pod¨ªa ser menos, sus bases han experimentado una amplia diversificaci¨®n organizativa y ocupacional.
Ni las elecciones ni las democracias han podido resolver hasta ahora la aparente contradicci¨®n de los pueblos originarios de Am¨¦rica Latina, que pretenden ser distintos pero iguales: iguales ante la ley, con plenos derechos econ¨®micos, sociales y pol¨ªticos, y a la vez diferentes, con derechos ¨¦tnicos, nacionales y culturales propios. Erradicar su secular exclusi¨®n de la sociedad blanca y criolla y conseguir la inclusi¨®n en los poderes del Estado con autodeterminaci¨®n territorial, jurisdiccional e impartici¨®n de justicia, es el jerogl¨ªfico pendiente; la incorporaci¨®n de otras filosof¨ªas de vida y formas de modernidad resulta complicada cuando se acompa?an de etnopopulismo y maximalismos.
Contrariamente a pa¨ªses que les cierran el paso como protagonistas, Ecuador permiti¨® que ind¨ªgenas y sindicatos afines se constituyeran en actores poderosos, permeados por la evoluci¨®n de pensamiento de los indios asentados en ¨¢mbitos urbanos, influidos por la interculturalidad del entorno y, frecuentemente, v¨ªctimas de nuevas formas de explotaci¨®n. El ganador de la segunda vuelta no podr¨¢ soslayar el desarrollo de una agenda gubernamental con las reformas estructurales reclamadas por un Estado que se reconoce abarcador de la autonom¨ªa y participaci¨®n pol¨ªtica de las minor¨ªas. Si las olvida, la inestabilidad ocupar¨¢ el lugar de la justicia y la integraci¨®n.