Espacios de debate seguros
Esta situaci¨®n excepcional y el fondo europeo de recuperaci¨®n, excepcional, requieren formas de gesti¨®n tambi¨¦n excepcionales, pero eso no tiene por qu¨¦ significar discrecionalidad ni mecanismos ajenos a los controles
Sin apenas trasvase de votos, el bibloquismo define el mapa de la pol¨ªtica, con miradas de reojo y competiciones expl¨ªcitas entre los integrantes de ambos bandos. La izquierda dirime buena parte de sus cuitas en el Consejo de Ministros disputando banderas moradas, verdes y rojas. Ecologismo, feminismo y derechos sociales y laborales son terreno en disputa. La derecha, por su parte, discute qu¨¦ quiere ser de mayor. Hay quien se pregunta qu¨¦ sentido tiene el PP si no es el de aunar al conjunto de los conservadores, pero hoy esa unidad pasar¨ªa por hablar con Vox casi de igual a igual. En este escenario, nadie lo tiene f¨¢cil. Todos han de decidir entre alternativas que encierran riesgos. Con un ojo en la demoscopia, otro en los l¨ªos internos y el imprescindible olfato, habr¨¢n de ir tomando decisiones. La l¨®gica es la de la competici¨®n, sin contemplaciones. Dentro de cada bloque, lo que pierden unos lo ganan otros. Mientras tanto, el pa¨ªs cuenta los muertos de covid por decenas de miles y los que quieren trabajar y no pueden, por millones. Afortunadamente Europa ha le¨ªdo los errores de la gesti¨®n de la crisis de 2008 y parece dispuesta de momento a enmendarlos con una intervenci¨®n decidida a modernizar la econom¨ªa, entendiendo por tal la digitalizaci¨®n y la econom¨ªa sostenible. Una inyecci¨®n de fondos con intenciones transformadoras que recuerda al New Deal de Roosevelt, al que ahora antecede el t¨¦rmino verde. Esta transici¨®n no ser¨¢ f¨¢cil, como ninguna lo es, y tendr¨¢ sus v¨ªctimas. Para poder minimizarlas es vital que los fondos europeos de recuperaci¨®n no queden enmara?ados en las peleas de recomposici¨®n del mapa pol¨ªtico.
El esc¨¢ndalo con el que el Partido Popular anunci¨® un supuesto informe ¡°demoledor¡± del Consejo de Estado al decreto que regula la gesti¨®n de los fondos europeos se ha desvanecido al conocer su contenido. M¨¢s all¨¢ de las mejoras que propone, como hacen informes similares, lo que s¨ª ha puesto en evidencia es el enorme riesgo de que la bronca pol¨ªtica impida aprovechar esos recursos. Por parte de la oposici¨®n, creando una alarma que no es tal, y por parte del Gobierno, no siendo todo lo exquisito y riguroso con la transparencia debida.
Esta situaci¨®n excepcional y estos fondos excepcionales requieren formas de gesti¨®n excepcionales, pero no tiene por qu¨¦ significar discrecionalidad ni mecanismos ajenos a los controles. Al rev¨¦s, deber¨ªa suponer la creaci¨®n de espacios de debate seguros donde las contradicciones y los costes de la transici¨®n se puedan discutir reconociendo al diferente, desde principios deliberativos de respeto mutuo y el compromiso con la b¨²squeda de soluciones. Y aprovechar para que la transici¨®n lo sea tambi¨¦n a una Administraci¨®n P¨²blica ¨¢gil, eficaz, dispuesta a gestionar la complejidad actuando como activadora de relaciones entre todas las capacidades existentes. Estado relacional se llama. La economista Mariana Mazzucato a?ade: y emprendedor.
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