P¨¦sima discriminaci¨®n
El retraso en la vacunaci¨®n de agentes de Polic¨ªa Nacional y Guardia Civil es un episodio lamentable
La justicia ha tenido que intervenir en Catalu?a para garantizar que la Generalitat vacune a los agentes de la Polic¨ªa Nacional y de la Guardia Civil destacados en esta comunidad en condiciones de igualdad respecto a los Mossos d¡¯Esquadra. Mientras que estos ¨²ltimos est¨¢n inmunizados en un 80% de los casos, solo lo est¨¢n el 9,9% de los agentes y el 6,6% de la Guardia Civil, algo en lo que el Tribunal Superior de ...
La justicia ha tenido que intervenir en Catalu?a para garantizar que la Generalitat vacune a los agentes de la Polic¨ªa Nacional y de la Guardia Civil destacados en esta comunidad en condiciones de igualdad respecto a los Mossos d¡¯Esquadra. Mientras que estos ¨²ltimos est¨¢n inmunizados en un 80% de los casos, solo lo est¨¢n el 9,9% de los agentes y el 6,6% de la Guardia Civil, algo en lo que el Tribunal Superior de Justicia ve una ¡°apariencia de discriminaci¨®n¡±.
Hasta ahora, la falta de transparencia en este asunto ha sido una constante tanto por parte de la Generalitat como por la delegaci¨®n del Gobierno en Catalu?a, que se han limitado a culparse mutuamente del retraso. En el caso de la Polic¨ªa Nacional y la Guardia Civil, la inmunizaci¨®n comenz¨® un mes m¨¢s tarde que con los Mossos d¡¯Esquadra; y se interrumpi¨® apenas tres d¨ªas despu¨¦s por la suspensi¨®n de la vacuna de AstraZeneca. La Generalitat argumenta que el Gobierno no facilit¨® en tiempo y forma el listado de personal a vacunar, mientras que la Delegaci¨®n del Gobierno, que inicialmente no protest¨®, acusa a la Generalitat de haber demorado el proceso.
Aunque el Gobierno catal¨¢n ha asegurado que no discrimina a nadie por procedencia o profesi¨®n, las constantes y prolongadas campa?as de esta Administraci¨®n contra las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado durante el proc¨¦s levantan todo tipo de sospechas de no haya existido el m¨¢s m¨ªnimo inter¨¦s para garantizar la vacunaci¨®n de estos colectivos. Y m¨¢s cuando el expresidente Carles Puigdemont ha cuestionado la vacunaci¨®n de los agentes policiales del Estado asegurando que son cuerpos ¡°privilegiados¡± y justificando cualquier discriminaci¨®n al acusarles de haber ¡°golpeado de forma salvaje¡± a los que quisieron votar en el refer¨¦ndum del 1 de octubre de 2017, invalidado por el Tribunal Constitucional.
Con tan lamentables argumentos, Puigdemont y quienes todav¨ªa justifican este disparate, olvidan que la estrategia de vacunaci¨®n de Polic¨ªa Nacional y la Guardia Civil estaba avalada por los acuerdos del Consejo Interterritorial de Salud, en el que Catalu?a participa. No cabe, pues, hablar de privilegios. La vacunaci¨®n no es solo un derecho individual sino un deber c¨ªvico colectivo, ya que de nada sirve estar vacunado si no lo est¨¢n tambi¨¦n quienes nos rodean. Y le guste o no a la Generalitat, los agentes de la Polic¨ªa y la Guardia Civil viven en Catalu?a como lo hacen los Mossos d¡¯Esquadra. Pero el dislate alcanza proporciones inquietantes por la falta de comunicaci¨®n entre Generalitat y Gobierno, un d¨¦ficit solo atribuible a las desconfianzas creadas por diez a?os de proc¨¦s. Ni la Polic¨ªa ni la Guardia Civil ni ning¨²n otro ciudadano de Catalu?a puede seguir siendo reh¨¦n de tan t¨®xica din¨¢mica.