Per¨²: gan¨® el clamor por el cambio
Ha sonado un gran campanazo de parte de los excluidos y marginados de siempre. Es lo que marca la esencia del resultado final
Si bien a¨²n no hay resultado oficial, el c¨®mputo es concluyente y apunta a que Pedro Castillo asumir¨ªa la presidencia el 28 de julio, d¨ªa que se conmemorar¨¢ el bicentenario de la independencia del Per¨². Se dar¨ªa, pues, el extraordinario simbolismo de tener como jefe de Estado a un hombre de los Andes, de origen humilde y que ha salido adelante enfrentando la pobreza y la adversidad. Alguien que viste poncho para arar con sus bueyes en su peque?o centro poblado andino, Pu?a ¡ªpoco m¨¢s de 400 habitantes y de 90 viviendas¡ª en Chota, Cajamarca.
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Si bien a¨²n no hay resultado oficial, el c¨®mputo es concluyente y apunta a que Pedro Castillo asumir¨ªa la presidencia el 28 de julio, d¨ªa que se conmemorar¨¢ el bicentenario de la independencia del Per¨². Se dar¨ªa, pues, el extraordinario simbolismo de tener como jefe de Estado a un hombre de los Andes, de origen humilde y que ha salido adelante enfrentando la pobreza y la adversidad. Alguien que viste poncho para arar con sus bueyes en su peque?o centro poblado andino, Pu?a ¡ªpoco m¨¢s de 400 habitantes y de 90 viviendas¡ª en Chota, Cajamarca.
El triunfo de Pedro Castillo en las elecciones presidenciales peruanas es casi un hecho. Al momento de escribir estas l¨ªneas, han sido procesadas el 100% de las mesas de votaci¨®n arrojando una ventaja a favor de Castillo de 50,17% contra 49,82% de Fujimori.
Mientras los resultados finales parecen ser claros, el fujimorismo no se resigna y busca diferir la proclamaci¨®n de Castillo. Ha puesto a operar, para ello, a muy costosos despachos de abogados lime?os en procura de la nulidad de 200,000 votos en 800 mesas de votaci¨®n. La norma legal es restrictiva y exigente en cuanto a esos recursos; adem¨¢s, los hechos alegados dif¨ªcilmente producir¨¢n ese resultado, pero si dilatar¨¢n la proclamaci¨®n oficial por la incapacidad cr¨®nica de una candidata a reconocer los resultados electorales.
Tres constataciones destacan ahora.
Primero, ha sonado un gran campanazo de parte de los excluidos y marginados de siempre. Es lo que marca la esencia del resultado final. Resalta como tel¨®n de fondo de un pa¨ªs escindido en el que se combinan la exclusi¨®n hist¨®rica de lo ind¨ªgena y la brecha, tambi¨¦n hist¨®rica, entre la costa (Lima, en particular) y el ande. El voto de Castillo fue masivo y aplastante en la sierra andina, as¨ª como el de la Sra. Fujimori prevaleci¨® s¨®lo en Lima y en algunas ciudades de la costa.
Segundo, la supuesta amenaza de una dictadura ¡°comunista¡± de Castillo fue deso¨ªda. Los agravios de esa ¨ªndole contra cualquier que proponga cambios han sido tan recurrentes, que la gente no los compra. El pueblo peruano no es socialista -y, menos, comunista- ni simpatiza con Maduro ni sabe qui¨¦n es Kim Jong Un. A pesar de ello, y de una masiva y millonaria campa?a de publicidad, que inclu¨ªa paneles callejeros animados en que se anunciaba un futuro de ¡°balseros¡± huyendo desde Per¨², como en Cuba.
Quienes votaron por Castillo son ante todo personas que lo hicieron por el cambio y contra la exclusi¨®n cr¨®nica. No votaron por el comunismo. Si en un impensable paso Castillo quisiera marchar en esa direcci¨®n, ser¨ªa muy distinta la agenda de un Congreso en el que el movimiento por el que postul¨® Castillo estar¨¢ en minor¨ªa.
En este contexto es muy interesante que el m¨¢s importante gremio empresarial ¡ªla CONFIEP¡ª cuya directiva y temperamento, se ha distanciado de la extrema vocinglera de un sector, se haya pronunciado por el ¡°pleno respeto¡± de los resultados electorales y por construir ¡°un clima de paz social que permita enfocarnos en salir adelante¡±.
Tercero, gran paradoja: el autoritarismo durante la campa?a. Que no vino del lado del supuesto ¡°comunista¡± sino del opuesto. Desde las millonarias campa?as sembrando terror hasta el manejo extremadamente parcializado de los grandes medios impresos y televisivos m¨¢s importantes. El polit¨®logo Alberto Vergara lo describe con precisi¨®n en nota reciente en The New York Times: ¡°sobre todo la televisi¨®n exhibi¨® una parcializaci¨®n propia de reg¨ªmenes autoritarios¡±. En una encuesta reciente del IEP, 6 de cada 10 peruanos coincid¨ªan en que los medios favorec¨ªan en la campa?a una candidatura.
El Tribunal de ?tica del Consejo de la Prensa Peruana, que presido, ha cuestionado a varios de esos grandes medios por la contravenci¨®n de la objetividad y el equilibrio ¡°¡durante el proceso electoral por diversos medios de comunicaci¨®n puesta de manifiesto en: portadas y titulares que no reflejaban con exactitud los hechos acaecidos; la presentaci¨®n de opiniones interesadas revestidas como an¨¢lisis imparcial; y, una cobertura desigual a las actividades de las candidaturas presidenciales, en tiempo y espacio, pese a que se trataban de m¨ªtines y eventos de similar importancia¡±.
Para adelante se plantean varios retos entre los que destacan uno inmediato y otro m¨¢s de fondo.
El primero, es el de la gobernabilidad. El contexto es el de un pa¨ªs extremamente erizado y polarizado. Un eventual gobierno de Castillo no tendr¨¢ mayor¨ªa parlamentaria; o, siquiera, una facci¨®n poderosa. Esta es una tarea inmensa y fundamental en lo cual un ineludible plan de emergencia frente a la crisis sanitaria y econ¨®mica podr¨ªa ser un factor de articulaci¨®n, de gran convocatoria a la acci¨®n inmediata. La capacidad o no de concertar para ello pondr¨¢ a prueba a todos.
En las ¨²ltimas semanas Castillo ha estado apuntando a reforzar sus equipos t¨¦cnicos, lo cual apuntar¨ªa a la vertebraci¨®n de un indispensable n¨²cleo de gesti¨®n eficiente, dada la inmensidad de la tarea y la complejidad del mohoso Estado peruano. En este terreno, por ejemplo, el inmediato reforzamiento de la campa?a de vacunaci¨®n ¡ªque va marchando bien¡ª y de las capacidades nacionales en el ¨¢rea de salud es un reto inmediato que se podr¨ªa afrontar muy bien.
El segundo reto es m¨¢s de fondo y de proyecci¨®n. Tiene que ver con la traducci¨®n en pol¨ªticas concretas de la exigencia multitudinaria de cambio. En esencia, las estrategias de enfrentamiento a la exclusi¨®n social y ¨¦tnica afirmando, junto con ello, el crecimiento y la generaci¨®n de empleo. Tiene que ver, por supuesto con una reconceptualizaci¨®n de la reforma del Estado y mucho m¨¢s.
El contexto fiscal peruano es m¨¢s favorable que en el resto de la regi¨®n. Siendo un pa¨ªs cuyos ingresos fiscales derivan en buena parte de la exportaci¨®n minera, los precios actuales prometen ingresos relevantes, a¨²n sin cambiar de momento las normas tributarias vigentes.
Hay por ello opci¨®n inmediata de reforzar la inversi¨®n p¨²blica con efectos sociales importantes. En la medida, por cierto, que se cumplan condiciones como mayor eficiencia en la ejecuci¨®n del gasto, adem¨¢s de control preventivo y acompa?amiento social frente a la amenaza de corrupci¨®n.
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