Periodismo c¨ªvico contra la violencia machista

La acumulaci¨®n de cr¨ªmenes por violencia machista ha originado entre los lectores variados debates sobre c¨®mo deben contarse estos abominables hechos. Pese a tratarse de un problema de Estado, a¨²n se discute c¨®mo calificarlo o c¨®mo tratar a verdugos y v¨ªctimas, porque la irrupci¨®n de las tesis de Vox ha roto el consenso logrado hace a?os. Es un mome...

La acumulaci¨®n de cr¨ªmenes por violencia machista ha originado entre los lectores variados debates sobre c¨®mo deben contarse estos abominables hechos. Pese a tratarse de un problema de Estado, a¨²n se discute c¨®mo calificarlo o c¨®mo tratar a verdugos y v¨ªctimas, porque la irrupci¨®n de las tesis de Vox ha roto el consenso logrado hace a?os. Es un momento adecuado para explicar las nuevas normas que EL PA?S se ha fijado al respecto. Entraron en vigor en febrero y sobrepasan las reglas del oficio period¨ªstico ¡ªpor eso es discutible que est¨¦n en un manual de estilo¡ª para consolidar una posici¨®n c¨ªvica y proactiva del peri¨®dico contra esa lacra.

En el nuevo ep¨ªgrafe Violencia machista ¡ª¡±t¨¦rmino preferible frente a violencia de g¨¦nero¡±¡ª, el Libro de estilo dice que EL PA?S debe extremar el cuidado para no causar un da?o a?adido a la v¨ªctima al publicar, por ejemplo, innecesarios datos de su vida privada. El sujeto de estas informaciones es el verdugo, no su v¨ªctima, y queda prohibido el concepto de ¡°crimen pasional¡±. Estos casos, a?ade, no se pueden tratar como sucesos, sino como ¡°un problema estructural¡±. Por eso, deben contextualizarse con estad¨ªsticas y valoraciones de expertos. Las opiniones de vecinos no deben recogerse ¡ªsalvo excepciones¡ª porque desconocen la relaci¨®n real de los protagonistas.

¡°En las noticias sobre sentencias de asesinatos machistas¡±, concluye, ¡°se recomienda incluir los nombres de la v¨ªctima y del agresor. El de ella, para humanizar su historia (¡­) El del hombre, para subrayar su responsabilidad¡±.

Pilar ?lvarez, corresponsal de G¨¦nero en el diario, recuerda que la iniciativa de esas normas ¡°surgi¨® de un grupo de mujeres del peri¨®dico para revisar c¨®mo abord¨¢bamos la violencia machista a partir de unas l¨ªneas ya muy interiorizadas¡±. ¡°De hecho¡±, cuenta, ¡°EL PA?S empez¨® a contabilizar mujeres asesinadas en 2001, dos a?os antes que las instituciones¡±.

Las discrepancias en los cientos de mensajes de lectores muestran la necesidad de aplicar reglas claras en esas noticias, porque el periodismo juega un papel clave. Lo dicen los lectores ¡ª¡±algo de pedagog¨ªa tendr¨¢n que hacer los pol¨ªticos y los periodistas¡± (11 de junio)¡ª y tambi¨¦n la Ley contra la Violencia de G¨¦nero, que exige a los medios garantizar ¡°la libertad y dignidad de las mujeres v¨ªctimas de violencia y de sus hijos¡± (art. 14).

No lo debemos hacer muy bien los periodistas o quiz¨¢s no somos tan convincentes, porque algunos lectores a¨²n critican la terminolog¨ªa que emplea este peri¨®dico: ¡°Para ellos (de Vox) no existe la violencia machista, le llaman violencia intrafamiliar¡± (16 de junio). ¡°?Violencia machista? En Sant Joan Desp¨ª una mujer ha confesado la muerte por asfixia de su hija. ?Eso es violencia machista?¡± (1 de junio). Pilar ?lvarez sostiene que ¡°no ha lugar ese debate a estas alturas, con 1.098 mujeres asesinadas desde 2003, 20 de ellas este a?o¡±, y que la legislaci¨®n internacional avala esa violencia espec¨ªfica sobre las mujeres.

Otros critican que se publique menos destacado ese crimen de Sant Joan Desp¨ª que el doble presunto asesinato de dos ni?as por parte de su padre en Tenerife: ¡°Eso no lo ponen en primera p¨¢gina, no se les vaya a caer el tinglado¡± (12 de junio); ¡°Dos pesas, dos medidas¡± (11 de junio). ?lvarez asegura que ambos casos han tenido que causar el mismo dolor en sus familias, pero que las circunstancias period¨ªsticas han sido muy diferentes. Y a?ade para disipar dudas: ¡°Si se revisa c¨®mo abord¨® EL PA?S el caso del ni?o Gabriel Cruz se ver¨¢ que la cobertura fue mucho mayor, similar a la de las ni?as de Tenerife y, en aquel caso, la asesina fue Ana Julia Quezada, la pareja del padre del ni?o¡±.

Algunos acusan al peri¨®dico de utilizar los cr¨ªmenes de Tenerife para minimizar el caso de Juana Rivas, que desobedeci¨® a los jueces para evitar que sus hijos vieran a su expareja: ¡°?Secuestro (el de Tenerife)? No, no; no devolvi¨® a sus hijos: exactamente el mismo tratamiento que a Juana Rivas. Por favor, igualdad en ambos sentidos¡± (8 de junio). Otro sostiene que la foto del presunto criminal de Tenerife se publica por ser espa?ol. ¡°Si fuera extranjero, no dir¨ªan nada¡± (30 de abril).

Pocas veces se han acumulado tantos asesinatos machistas. Sobre todo tras el estado de alarma, enfatiza ?lvarez. ¡°Desde mediados de mayo¡±, se?ala, ¡°han sido asesinadas m¨¢s mujeres y ni?os que en los cuatro primeros meses del a?o¡±. Ha sido una prueba de fuego para la aplicaci¨®n de esas nuevas normas del Libro de estilo. La corresponsal de G¨¦nero opina que el cumplimiento ha sido adecuado, aunque hay que ¡°seguir afinando¡±.

Todas las normas son mejorables. En este caso, ojal¨¢ alg¨²n d¨ªa sean innecesarias.

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