Rusia, un valioso adversario
El encuentro entre Biden y Putin ha enviado una se?al a la Uni¨®n Europea, que mantiene con el Kremlin unos v¨ªnculos abiertamente hostiles
La agenda internacional del presidente Biden en los ¨²ltimos meses ha marcado las l¨ªneas maestras de su pol¨ªtica exterior de cara a devolver a Estados Unidos a una posici¨®n de liderazgo global, ¡°America is back¡±, con Pek¨ªn en el foco de atenci¨®n frontal y lateral. En este sentido, el reciente viaje a Europa resalta la puesta en valor de las...
Reg¨ªstrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PA?S, puedes utilizarla para identificarte
La agenda internacional del presidente Biden en los ¨²ltimos meses ha marcado las l¨ªneas maestras de su pol¨ªtica exterior de cara a devolver a Estados Unidos a una posici¨®n de liderazgo global, ¡°America is back¡±, con Pek¨ªn en el foco de atenci¨®n frontal y lateral. En este sentido, el reciente viaje a Europa resalta la puesta en valor de las relaciones transatl¨¢nticas, importantes, pero no prioritarias. Este puesto se ha desplazado hacia el Indo-Pac¨ªfico, con la cumbre virtual del QUAD (India, Jap¨®n y Australia) en marzo. Cierra el c¨ªrculo la reuni¨®n con el presidente Vlad¨ªmir Putin en Ginebra al finalizar la gira europea.
A pesar de los ingentes problemas de Rusia ¡ªdeclive econ¨®mico, demogr¨¢fico y un r¨¦gimen corrupto crecientemente contestado por sus ciudadanos¡ª la potencia territorial y nuclear juega un papel geopol¨ªtico ineludible, bien sea por su t¨®xica capacidad disruptiva o por su situaci¨®n geogr¨¢fica, que abarca el ?rtico, Europa y Asia. Al igual que otros pa¨ªses, el Kremlin ha iniciado un irresistible viraje hacia Asia. Y desacople con Occidente. El anuncio de abandonar la Estaci¨®n Espacial Internacional, lanzada conjuntamente con Washington, y el acuerdo firmado con Pek¨ªn para la construcci¨®n de una base en la Luna prueban la solidez que est¨¢ adquiriendo el eje sino-ruso. Eje que se alimenta de la amenaza que suponen para sus respectivas autocracias las democracias occidentales. Eje, por otra parte, claramente asim¨¦trico: mientras China se encuentra en alza, Rusia va a la baja, y el conflicto est¨¢ garantizado en cuanto ejerzan sus aspiraciones imperiales a lo largo de la frontera compartida. El peligro de este viraje se encuentra concretamente en este desequilibrio: el oso ruso podr¨ªa acabar envuelto en el abrazo del drag¨®n chino.
Biden, que lo ha comprendido, ha comenzado un ajuste de rumbo en las relaciones bilaterales con Rusia que evite una escalada y distancie a las dos potencias. Una aproximaci¨®n m¨¢s pragm¨¢tica y menos ideol¨®gica, buscando mejorar la cooperaci¨®n en ¨¢mbitos de inter¨¦s com¨²n, como el cambio clim¨¢tico y el control de armamento nuclear, sin dejar de fortalecer por ello la disuasi¨®n frente a agresiones, incluida la vida del disidente Navalni. Un intrincado camino entre el reconocimiento y la contenci¨®n. Lograr, afirm¨®, una ¡°relaci¨®n estable y predecible¡±.
El encuentro entre Biden y Putin ha enviado una se?al a la Uni¨®n Europea, que mantiene por su parte con el Kremlin unos v¨ªnculos abiertamente hostiles. ¡°En su punto m¨¢s tenso desde los a?os noventa, con visos de empeorar¡± escribe Mira Milosevich-Juaristi en un informe del Real Instituto Elcano. Su mayor dificultad, encontrar una estrategia propia que resuelva ¡°el problema de una estructura de seguridad aceptable para ambos actores¡±.
En el tablero internacional todos los caminos se cruzan con Rusia. ¡°Un valioso adversario¡±, seg¨²n Biden, ox¨ªmoron que recoge el sutil y significativo cambio de orientaci¨®n. Precisamente la negociaci¨®n con los adversarios corresponde a la funci¨®n pol¨ªtica. @evabor3