Vive como quiero
Las chapuzas pol¨ªticas, las concentraciones empresariales y los abusos de poder se transforman en cuestiones de estilo de vida: nos brindan la oportunidad de ser mejores
¡°Lo que me atormenta es que no s¨¦ vivir¡±, escribi¨® Joseph Roth. Si somos sinceros, muchas veces podemos tener esa sensaci¨®n. Pero eso no impide que aconsejemos a los dem¨¢s. La pandemia ha hecho que esa tendencia sea m¨¢s evidente: la salud era una excusa para corregir las malas costumbres de los dem¨¢s.
Se ha producido una nueva moralizaci¨®n de la vida privada. Durante mucho tiempo la izquierda era m¨¢s permisiva con las elecciones vitales...
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¡°Lo que me atormenta es que no s¨¦ vivir¡±, escribi¨® Joseph Roth. Si somos sinceros, muchas veces podemos tener esa sensaci¨®n. Pero eso no impide que aconsejemos a los dem¨¢s. La pandemia ha hecho que esa tendencia sea m¨¢s evidente: la salud era una excusa para corregir las malas costumbres de los dem¨¢s.
Se ha producido una nueva moralizaci¨®n de la vida privada. Durante mucho tiempo la izquierda era m¨¢s permisiva con las elecciones vitales de cada uno. Era un aspecto esencial de la emancipaci¨®n. Pero tambi¨¦n hay sectores que tienen otra actitud: pretenden educarnos. En parte, porque se arranca de la premisa de que lo personal es pol¨ªtico; en parte, porque se reinterpretan muchas relaciones en t¨¦rminos de poder. Es tan est¨¦ril ignorar el poder como pensar que es lo ¨²nico que act¨²a. Con buenas intenciones, algunos quieren hacernos mejores y sus palabras adquieren el tono aterrador y tedioso de una canci¨®n de campamento con letra de estudios culturales.
La fiscalizaci¨®n de la vida privada era habitual en la derecha, aunque operaba de otra manera. En vez de entender el liberalismo como una forma de articular la pluralidad de valores y visiones, algunos defienden ahora que hay unas formas de vida mejores que otras, o caricaturizan el liberalismo como una forma de individualismo radical y de rechazo a los v¨ªnculos afectivos y sociales. Una desventaja de las guerras culturales es que, como en todas las batallas, acabas pareci¨¦ndote a tu adversario; otra es que, a diferencia de lo que ocurre en el resto de contiendas, da la sensaci¨®n de que no hay posguerra. Como, siguiendo a Woody Allen, los intelectuales son como la mafia y solo matan a los suyos, algunos ensayistas vinculan la baja natalidad con la filosof¨ªa posmoderna y al hedonismo consumista. Por supuesto, el paro juvenil tiene mucho que ver. La precariedad hace que sea dif¨ªcil formar una familia; hace que separarse sea imposible para muchos.
Cada vez m¨¢s, los problemas materiales y estructurales se disfrazan de elecciones personales, en una combinaci¨®n de marketing y autoayuda. Eso puede hacer que nos sintamos mejor. Pero es una ilusi¨®n: las decisiones de consumo individual no detendr¨¢n el cambio clim¨¢tico; las medidas para contenerlo generar¨¢n perdedores. Las chapuzas pol¨ªticas, las concentraciones empresariales y los abusos de poder se transforman en cuestiones de estilo de vida: nos brindan la oportunidad de ser mejores. Solo hay que esforzarse un poco. @gascondaniel