A cierta edad
Recuerda que para una buena digesti¨®n ser¨¢n m¨¢s importantes que la comida los comensales que te acompa?en. Las risas son muy digestivas
Si por la ma?ana te despiertan los p¨¢jaros y al abrir los ojos desde tu habitaci¨®n ves el mar; si en el momento de saltar de la cama toda la casa huele ya a caf¨¦ y a tostadas de pan candeal; si al desperezarte como un gato no te cruje ning¨²n hueso y sientes el cuerpo bien macerado por un sue?o agradable que ni siquiera recuerdas, considera que el d¨ªa empieza muy bien. Si despu¨¦s del desayuno te das un ba?o en la playa desierta y luego en la terraza del bar en el pueblo a la sombra de los pl¨¢tanos compartes una tertulia con amigos en que no se habla de pol¨ªtica y ni de enfermedades, sino de las...
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Si por la ma?ana te despiertan los p¨¢jaros y al abrir los ojos desde tu habitaci¨®n ves el mar; si en el momento de saltar de la cama toda la casa huele ya a caf¨¦ y a tostadas de pan candeal; si al desperezarte como un gato no te cruje ning¨²n hueso y sientes el cuerpo bien macerado por un sue?o agradable que ni siquiera recuerdas, considera que el d¨ªa empieza muy bien. Si despu¨¦s del desayuno te das un ba?o en la playa desierta y luego en la terraza del bar en el pueblo a la sombra de los pl¨¢tanos compartes una tertulia con amigos en que no se habla de pol¨ªtica y ni de enfermedades, sino de las cosas simples de la vida, de experiencias, de proyectos, de recuerdos, este placer ser¨¢ acrecentado si al final te das una vuelta por el mercado de frutas y verduras, y en el puesto de confianza compras lo que te pidan los ojos, brevas, melocotones, cerezas. A la hora del almuerzo nunca te sientes a la mesa con alguien que te caiga mal. Recuerda que para una buena digesti¨®n ser¨¢n m¨¢s importantes que la comida los comensales que te acompa?en. Las risas son muy digestivas. Por lo dem¨¢s come poco y hazlo despacio. La can¨ªcula requiere una buena siesta con sonido de chicharras. Procura hacerla en una penumbra de maderas entornadas, con una brisa que infle los visillos y trasmita un aroma a alcanfor y membrillo. Mientras las horas siguen su camino hay un tiempo a media tarde para la m¨²sica y la lectura, pero es imprescindible que la puesta de sol te sorprenda ante una copa en un bareto junto al mar donde suene el swing de Cole Porter. Ser¨ªa ideal que encontraras alg¨²n amigo esteta con quien hablar, por ejemplo, de los prerrafaelistas para merecer que el sol al fundirse en el horizonte os regale el rayo verde. Tampoco importa. Ahora queda toda la noche para contemplar tumbado las vagas estrellas y esperar que ese milagro se produzca ma?ana.