Reforma a fondo en la Universidad
La mala posici¨®n de Espa?a en el prestigioso ¨ªndice de Shangh¨¢i reclama cambios en el sistema
El nuevo pinchazo de Espa?a en el prestigioso ¨ªndice de Shangh¨¢i, que valora las mejores universidades del mundo, vuelve a llamar la atenci¨®n sobre la necesidad urgente de actualizar y modernizar los sistemas de gesti¨®n y financiaci¨®n de los campus. Solo 12 universidades espa?olas entran en el top de las 500 mejores de la lista, pero hay que ir hasta la posici¨®n que alberga desde la 151 a la 200 para encontrar la pr...
El nuevo pinchazo de Espa?a en el prestigioso ¨ªndice de Shangh¨¢i, que valora las mejores universidades del mundo, vuelve a llamar la atenci¨®n sobre la necesidad urgente de actualizar y modernizar los sistemas de gesti¨®n y financiaci¨®n de los campus. Solo 12 universidades espa?olas entran en el top de las 500 mejores de la lista, pero hay que ir hasta la posici¨®n que alberga desde la 151 a la 200 para encontrar la primera, que es la de Universidad de Barcelona. Del total de 47 universidades p¨²blicas espa?olas con grado presencial, 38 est¨¢n entre las 1.000 mejores y solo entra una privada, la Universidad de Navarra. El escenario repite el mismo fracaso sist¨¦mico de evaluaciones anteriores y es el resultado de un sistema de centros p¨²blicos infrafinanciados y de centros privados desvinculados de la investigaci¨®n. Esta vez, adem¨¢s, es un aldabonazo en un momento crucial, a escasas semanas de que el ministerio que dirige Manuel Castells presente el proyecto de Ley Org¨¢nica del Sistema Universitario (LOSU).
Frente a una econom¨ªa y unos cambios sociales en constante evoluci¨®n, la Universidad espa?ola no ha remozado su legislaci¨®n desde hace 20 a?os, cuando se aprob¨® la vigente LOU. Por el camino se ha ampliado la competencia internacional, la necesidad de reforzar y acelerar la investigaci¨®n y de obtener enfoques multidisciplinares en constante relaci¨®n con otros centros, pa¨ªses y el mundo empresarial. La pandemia solo ha subrayado la necesidad sist¨¦mica de apoyar la ciencia para afrontar una crisis como la que ha supuesto el coronavirus. Sin embargo, la transmisi¨®n de conocimientos en Espa?a apenas ha vivido adaptaciones sobre el papel, la selecci¨®n del profesorado sigue siendo objeto de procesos opacos que muchas voces siguen ligando con la endogamia y el nepotismo y la figura del profesor asociado no ha encontrado un acomodo digno en la estructura universitaria. La financiaci¨®n es el gran caballo de batalla pendiente. La vinculaci¨®n con el mundo de la empresa, otro. Y la investigaci¨®n sigue sometida a procesos burocr¨¢ticos lastrados por inercias dif¨ªciles de remontar. Mientras tanto, decenas de universidades privadas han proliferado sin una criba suficiente de su calidad.
Entre los compromisos adquiridos por el Gobierno ante Bruselas para recibir los fondos de recuperaci¨®n se sit¨²a la LOSU, que promete agilizar la gesti¨®n, dedicar dinero a formar investigadores, recuperar talento que ha huido a otros pa¨ªses y abordar la especializaci¨®n, clave para el buen desarrollo de los centros. Urge sentar las bases de una reforma universitaria que sit¨²e a Espa?a en la posici¨®n en que merece estar en el marco de la actual sociedad del conocimiento. No hay peores investigadores o profesores en Espa?a, sino un peor sistema y una deficiente financiaci¨®n.