Buenos tiempos para la conspiranoia
En momentos de incertidumbre como los que vivimos, s¨®lo falta que se genere sensaci¨®n de que las ¨¦lites ocultan algo para que se cree la tormenta perfecta
?Qu¨¦ tienen en com¨²n el dram¨¢tico resultado de 20 a?os de intervenci¨®n de Estados Unidos y sus aliados en Afganist¨¢n, el ¡°deshielo¡± con Marruecos tras la ilegal devoluci¨®n de ni?os que cruzaron a nado a Ceuta, o el misterioso caso de los repentinos desembalses que han dejado secos pantanos y a pueblos sin agua? Todos ellos crean la sensaci¨®n de que las ¨¦lites, y no s¨®lo las pol¨ªticas, nos ocultan algo.
El recurso a las conspiraciones como b¨²squeda de explicaci¨®n ante lo incomprensible ha acompa?ado a las sociedades desde el principio de los tiempos, pero en los ¨²ltimos a?os su expansi¨®n, efectos, y cristalizaci¨®n en fen¨®menos como una parte de los antivacunas, o el voto a conspiranoicos confesos como Trump, ha hecho que se les preste m¨¢s atenci¨®n.
Las tentaciones simplistas o la pereza intelectual atribuir¨¢n al populismo y, c¨®mo no, a las redes sociales la expansi¨®n de estas creencias, pero un an¨¢lisis m¨¢s sosegado desvelar¨¢, una vez m¨¢s, que las cosas no son tan sencillas. Como ha ido corroborando el polit¨®logo norteamericano Joseph Uscinski en sus investigaciones, la covid ha creado las condiciones id¨®neas para la propagaci¨®n de las teor¨ªas de la conspiraci¨®n: pandemia global, econom¨ªa en estado de shock, aislamiento social y pol¨ªticas gubernamentales restrictivas. El contexto perfecto para generar ansiedad, impotencia y estr¨¦s, aceleradores de la tendencia, en algunos perfiles psicol¨®gicos m¨¢s que en otros, a creer en oscuras tramas.
Cuando estas emociones arraigan en una sociedad, la predisposici¨®n latente se activa y facilita que la conspiranoia aparezca al darse alguna o varias de estas condiciones: que un l¨ªder pol¨ªtico o social se?ale en esa direcci¨®n, que encuentren ah¨ª consuelo o explicaci¨®n quienes se sienten vulnerables o perdedores, que el asunto lleve aparejado un grado de incertidumbre y que exista una percepci¨®n de que las ¨¦lites est¨¢n ocultando algo.
En tiempos de privatizaci¨®n de una parte de la conversaci¨®n p¨²blica mediante mensajer¨ªa instant¨¢nea, es imposible conocer cu¨¢ntos l¨ªderes est¨¢n apuntando a estas teor¨ªas de la conspiraci¨®n; en momentos de desigualdad, crisis y colas del hambre, no son pocos los que se sienten perdedores o vulnerables; y si alguna idea ha emergido con fuerza desde que la pandemia nos inund¨®, ha sido precisamente la de incertidumbre. S¨®lo falta que se genere sensaci¨®n de que las ¨¦lites ocultan algo para que se cree la tormenta perfecta.
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