El reino de los votos
Petro ahora se siente el Jes¨²s de los pobres, mientras que Alejandro Gaviria invita a no crear conflictos con nuestras creencias
El pa¨ªs del Sagrado Coraz¨®n de Jes¨²s. As¨ª qued¨® consagrado Colombia desde el final de la Guerra de los Mil D¨ªas (1902) para buscar la paz entre liberales y conservadores, que sin embargo se mantuvieron en una guerra tan sangrienta que terminaron por sembrar la semilla del conflicto del que a¨²n no salimos. Fue hasta 1991 cuando la nueva Constituci¨®n nos convirti¨® en un Estado laico. Desde entonces tenemos libertad de pensamiento y de culto, y en ese escenario, en el de quienes nos abrazamos a la virgen, en el de quienes se declaran cristianos o jud¨ªos, entre quienes no son religiosos y se confi...
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El pa¨ªs del Sagrado Coraz¨®n de Jes¨²s. As¨ª qued¨® consagrado Colombia desde el final de la Guerra de los Mil D¨ªas (1902) para buscar la paz entre liberales y conservadores, que sin embargo se mantuvieron en una guerra tan sangrienta que terminaron por sembrar la semilla del conflicto del que a¨²n no salimos. Fue hasta 1991 cuando la nueva Constituci¨®n nos convirti¨® en un Estado laico. Desde entonces tenemos libertad de pensamiento y de culto, y en ese escenario, en el de quienes nos abrazamos a la virgen, en el de quienes se declaran cristianos o jud¨ªos, entre quienes no son religiosos y se confiesan ateos o agn¨®sticos, arranc¨® temprano un debate pol¨ªtico-religioso.
El papel de la religi¨®n en las elecciones presidenciales de 2022 ha quedado sobre el tapete en un pa¨ªs en el que m¨¢s del 78% se declara cat¨®lico o cristiano, de los cuales se calcula hay m¨¢s de 10 millones. Innumerables estudios plantean que los votantes prefieren candidatos con creencias religiosas. En Estados Unidos, una encuesta de Pew Research arroja que el 51% consideraba poco probable votar por un candidato ateo. La cifra era m¨¢s alta en 2007, cuando lleg¨® al 60%. En Colombia, una encuesta del Centro Nacional de Consultor¨ªa dice que al 57% no le importa la creencia religiosa; el 38% votar¨ªa por un candidato creyente y solo el 1% por uno ateo.
Este debate anticipado ha venido de la mano de la izquierda, contrario a lo que ocurre en la gran mayor¨ªa de los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina donde son las derechas las que alimentan su caudal electoral con la religi¨®n. Como en Brasil con la llave Edir Macedo, fundador de la Iglesia Universal del Reino de Dios, o la expresidenta de Bolivia Jeanine ??ez y su ¡°biblia vuelve a Palacio¡±, del que sali¨® directo a la c¨¢rcel. No es un tema menor. Solo basta ver la serie de televisi¨®n El Reino en Netflix para entender el camino tan peligroso que se recorre en esa mezcla de pol¨ªtica y religi¨®n de la que no se habla a fondo como se deber¨ªa.
En Colombia las iglesias han jugado papeles determinantes, en el plebiscito del proceso de paz apoyando al Centro Democr¨¢tico, en m¨²ltiples campa?as pol¨ªticas han sido decisorias. Y ahora Gustavo Petro se saca de la manga la cruz con fines puramente electoreros. Dijo recientemente que no era ateo y que tiene sus creencias. ¡°Quienes han hecho un pacto con el diablo son quienes nos gobiernan¡±, se?al¨® y plante¨® que ¨¦l busca un pacto con el Jes¨²s que prefiere a los pobres.
Ocurre en momentos en que llega a su campa?a de un movimiento cristiano liderado por Alfredo Saade y sus 400 iglesias, pero principalmente para dejarle a Alejandro Gaviria, quien se ha declarado ateo, la carga frente a los electores. Petro prefiri¨® la incoherencia de sus ideas progresistas ante las posiciones ultraconservadoras de sus nuevos aliados. Al tiempo que se adelanta a quitarle a la derecha los votos religiosos.
Petro ahora se siente el Jes¨²s de los pobres, mientras que Alejandro Gaviria invita a no crear conflictos con nuestras creencias. ¡°Nos une la humanidad. No soy cat¨®lico, pero sigo el amor al pr¨®jimo¡±, ha dicho. Hace pocos d¨ªas el papa Francisco se refiri¨® al tema de la religi¨®n y la pol¨ªtica cuando dijo que la cruz no debe usarse como s¨ªmbolo pol¨ªtico. Lo dijo desde Eslovaquia, donde hay una formaci¨®n de extrema derecha que se dice cristiana y que est¨¢ en contra de la inmigraci¨®n de refugiados musulmanes. Las incoherencias de los religiosos cuando de humanidad e igualdad se trata.
Aunque Alejandro Gaviria ha dado ejemplo de tolerancia en este debate, explicando su espiritualidad, Colombia ha tenido pocos casos de candidatos en la misma posici¨®n: Carlos Gaviria en 2006 y Humberto de la Calle en 2018. El camino de hacer campa?a pol¨ªtica desde esa posici¨®n est¨¢ por inaugurarse en beneficio de una ciudadan¨ªa que debe entender que los principios que rigen la conducta humana est¨¢n basados m¨¢s all¨¢ de la religi¨®n, en la ¨¦tica no soportada en la divinidad. La honestidad, la autonom¨ªa, la compasi¨®n, la tolerancia est¨¢n relacionados con la educaci¨®n, con la raz¨®n.
Las iglesias del mundo est¨¢n al servicio de los pol¨ªticos y no de los fieles, a los que convierten en electores de turno con la promesa de llenarles los bolsillos de los que ya les han sacado el diezmo. Voces rabiosas salen de los templos a llenar las plazas p¨²blicas y virtuales en contra de los derechos m¨¢s importantes acudiendo al relato de dios y del diablo para negar el aborto y la diversidad y tantas discusiones de las que deber¨ªamos preocuparnos sin las amenazas de las llamas del infierno.
Yo tengo fe en que esta sea la oportunidad para abrir un di¨¢logo entre creyentes y no creyentes, que en nuestra b¨²squeda por trascender hablemos de filosof¨ªa. Una que otra lectura a Adela Cortina, a Habermas, a Sartre, le har¨ªan mucho bien a una sociedad que est¨¢ buscando votos en las iglesias para vender la idea de que la moralidad no es posible sin los pastores.