Muy regular
El verbo es un artefacto gramatical ingenios¨ªsimo. Sirve para saber que mam¨¢ ¡°abandon¨®¡± a pap¨¢, pero indica tambi¨¦n el momento en el que se produjo
El verbo es un artefacto gramatical ingenios¨ªsimo. Sirve, desde luego, para saber que mam¨¢ ¡°abandon¨®¡± a pap¨¢, pero indica tambi¨¦n el momento en el que se produjo el suceso. ¡°Abandon¨®¡±, de hecho, significa que ya ocurri¨®. Si hubi¨¦ramos dicho ¡°abandonar¨ªa¡±, querr¨ªa decir que mam¨¢ puso alguna condici¨®n para quedarse. Todo esto gracias a su plasticidad, que evoca la de invertebrados como el pulpo, cuyas articulaciones poseen un potencial de movimientos infinito. Si decimos que pap¨¢, tras la marcha de mam¨¢, no ¡°hace¡± la comida, estamos se?alando que no ¡°cocina¡± ahora, en estos d¨ªas. Quiz¨¢ ¡°cocine¡± ...
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El verbo es un artefacto gramatical ingenios¨ªsimo. Sirve, desde luego, para saber que mam¨¢ ¡°abandon¨®¡± a pap¨¢, pero indica tambi¨¦n el momento en el que se produjo el suceso. ¡°Abandon¨®¡±, de hecho, significa que ya ocurri¨®. Si hubi¨¦ramos dicho ¡°abandonar¨ªa¡±, querr¨ªa decir que mam¨¢ puso alguna condici¨®n para quedarse. Todo esto gracias a su plasticidad, que evoca la de invertebrados como el pulpo, cuyas articulaciones poseen un potencial de movimientos infinito. Si decimos que pap¨¢, tras la marcha de mam¨¢, no ¡°hace¡± la comida, estamos se?alando que no ¡°cocina¡± ahora, en estos d¨ªas. Quiz¨¢ ¡°cocine¡± en el futuro, donde ¡°cocine¡± indica que puede que s¨ª o puede que no, ya veremos, depende de c¨®mo evolucione su estado de ¨¢nimo, de lo que tarde en salir de la depresi¨®n, pobre. Si la supera, ¡°cocinar¨¢¡± de nuevo. Ese ¡°cocinar¨¢¡± nos remite a un tiempo en el que volver¨¢ a hacer arroz blanco o espaguetis con tomate para la cena.
Otra cosa incre¨ªble del verbo es su ingenio para adaptarse a la persona de la que se habla. No decimos ¡°mam¨¢ se fueron de casa¡± porque ¡°mam¨¢¡± es singular y ¡°fueron¡± plural. El verbo lo sabe, sabe cu¨¢ndo tiene que ir en uno u otro n¨²mero. Al verbo le colocas delante un ¡°ella¡± y autom¨¢ticamente pone un ¡°abandona¡±: ella abandona. Ni siquiera un ni?o de dos a?os dir¨ªa ¡°ella abandonas¡±, y no por m¨¦rito del ni?o, sino por la inteligencia del verbo, que conoce la postura que debe adoptar de acuerdo con la persona que realiza su acci¨®n. Le gusta mucho el postureo al verbo. En ocasiones, como en la frase ¡°t¨² has abandonado a tu marido¡±, se ayuda de otro verbo, el haber en este caso, para llevar a cabo su torsi¨®n. Otro d¨ªa hablaremos de cuando pap¨¢ abandon¨® a mam¨¢ y mam¨¢ dej¨® de hacer canelones rellenos de at¨²n. El verbo abandonar, al contrario que su ant¨®nimo, acoger, es regular. Demasiado regular para mi gusto.