¡°NoVac YoCovid¡± y el efecto mariposa

La teor¨ªa del efecto mariposa sostiene, a brocha gorda, que el aleteo de un insecto puede terminar provocando un tornado en la otra punta del mundo. A partir de ahora podr¨ªa ilustrarse con una fotograf¨ªa del tenista Novak Djokovic (la mariposa), retenido en Melbourne (la otra punta), por no haber querido vacunarse de coronavirus primero, y carecer, despu¨¦s, seg¨²n las autoridades del pa¨ªs, de la documentaci¨®n necesaria para una exenci¨®n m¨¦dica que le permita participar en el Abierto de Australia. El caso, que seg¨²n el pad...

La teor¨ªa del efecto mariposa sostiene, a brocha gorda, que el aleteo de un insecto puede terminar provocando un tornado en la otra punta del mundo. A partir de ahora podr¨ªa ilustrarse con una fotograf¨ªa del tenista Novak Djokovic (la mariposa), retenido en Melbourne (la otra punta), por no haber querido vacunarse de coronavirus primero, y carecer, despu¨¦s, seg¨²n las autoridades del pa¨ªs, de la documentaci¨®n necesaria para una exenci¨®n m¨¦dica que le permita participar en el Abierto de Australia. El caso, que seg¨²n el padre del tenista est¨¢ ah¨ª-ah¨ª con ¡°la crucificaci¨®n de Jesucristo¡±, ha provocado efectos inesperados en lugares remotos, como Espa?a.

Para empezar, Djokovic consigui¨® que la comunidad tuitera espa?ola dejara de partirse la cara defendiendo o atacando al ministro Alberto Garz¨®n por el culebr¨®n de las macrogranjas, desplazado del trending topic por una peque?a genialidad humor¨ªstica: ¡°NoVac YoCovid¡±. Para continuar, el crucificado resucit¨® a un casi exvicepresidente del Gobierno al que ya hab¨ªamos olvidado, Albert Rivera, quien se gan¨® tambi¨¦n un puesto en la lista de temas m¨¢s comentados en la red social al sentenciar sobre la pol¨¦mica: ¡°Veo a mucho hip¨®crita aplaudiendo la deportaci¨®n de un tenista cuando ellos mismos se manifiestan contra las deportaciones de nuestra ley de extranjer¨ªa¡±. O sea, se empieza hablando de vacunas y de deportistas millonarios y se acaba en inmigrantes. M¨¢s efecto mariposa no se puede.

La mezcolanza de Rivera era ex¨®tica, pero no original. El tuitero Javier Negre, que tambi¨¦n ocup¨® ayer la lista de trending topics, ya hab¨ªa dejado pistas en Twitter: ¡°Si Djokovic hubiese entrado en Australia v¨ªa patera, lo habr¨ªa tenido m¨¢s sencillo y le habr¨ªa ca¨ªdo alguna ayuda¡±. Tras consultar a sus fuentes ¡ª¡°un amigo australiano¡±¡ª, a?adi¨®: ¡°Si lo hubiese hecho en patera habr¨ªa sido detenido y devuelto a su pa¨ªs. Toca empaparme de una pol¨ªtica muy desconocida. Ojal¨¢ Espa?a copie esa pol¨ªtica inmigratoria de Australia y no emule la pol¨ªtica de discriminaci¨®n hacia los no vacunados¡±. Para completar su an¨¢lisis, compar¨® la situaci¨®n de Djokovic con una lapidaci¨®n y a las autoridades australianas con ¡°el nazismo y el franquismo¡±, que ¡°tambi¨¦n ten¨ªan leyes, normas y reglas¡±. O sea, se empieza hablando de vacunas y se acaba en los nazis.

Pero los efectos del aleteo de NoVac no terminaron ah¨ª. Vistas las pateras y los nazis, lleg¨® el momento de echarle Twitter encima a Rafa Nadal por, seg¨²n Negre y su chiringuito, ¡°alinearse con la liberticida Australia¡± al decir lo siguiente: ¡°Si Djokovic quisiera, estar¨ªa jugando aqu¨ª en Australia sin ning¨²n problema. Todos son libres de tomar sus decisiones, pero luego hay consecuencias. Yo creo en lo que dice la gente que sabe de medicina y si dicen que tenemos que vacunarnos, tenemos que hacerlo. Si te vacunas puedes jugar donde sea. El mundo ya ha sufrido lo suficiente como para no seguir las normas¡±.

El poder de la mariposa lleg¨®, incluso, a hacer coincidir a Hermann Tertsch, de Vox, con Beatriz Taleg¨®n, exsocialista ahora pr¨®xima al independentismo catal¨¢n. ¡°Djokovic ha puesto en total evidencia ante el mundo la irracionalidad y perversidad de la pol¨ªtica de control social impuesta con un motivo que ya es un pretexto, el Covid. A Djokovic le debemos mucho. A la obcecaci¨®n del poder australiano tambi¨¦n. Han disparado todas las alarmas¡±, tuite¨® ¨¦l. ¡°Uno no es libre si cuando decide tiene que soportar consecuencias desproporcionadas, sin sentido cient¨ªfico y que vulneran sus derechos fundamentales. La situaci¨®n de Djokovic es una alerta para toda la ciudadan¨ªa: esto no va de salud ni de pandemia. Esto va de totalitarismo¡±, tuite¨® ella.

La mariposa all¨ª sigue.