El PP, en pedazos
El primer partido de la oposici¨®n se rompe entre acusaciones de corrupci¨®n y espionaje
La tensi¨®n y la rivalidad entre Pablo Casado e Isabel D¨ªaz Ayuso, evidente desde hace meses, estallaron el jueves con una crudeza y una gravedad sin precedentes en la pol¨ªtica espa?ola. El presidente del PP ¡ªmediante persona interpuesta, su n¨²mero dos, Teodoro Garc¨ªa Egea¡ª, y la presidenta popular de la comunidad de Madrid hicieron detonar en directo, por televisi¨®n, lejos de los ¨®rganos de discusi¨®n del partido, varias armas d...
La tensi¨®n y la rivalidad entre Pablo Casado e Isabel D¨ªaz Ayuso, evidente desde hace meses, estallaron el jueves con una crudeza y una gravedad sin precedentes en la pol¨ªtica espa?ola. El presidente del PP ¡ªmediante persona interpuesta, su n¨²mero dos, Teodoro Garc¨ªa Egea¡ª, y la presidenta popular de la comunidad de Madrid hicieron detonar en directo, por televisi¨®n, lejos de los ¨®rganos de discusi¨®n del partido, varias armas de destrucci¨®n masiva que conducen al PP a una crisis de la que es imposible aventurar ahora mismo las consecuencias.
Abri¨® fuego D¨ªaz Ayuso acusando directamente a Casado de organizar un plan, espionaje incluido, para perjudicarla. Y respondi¨® Teodoro Garc¨ªa Egea acus¨¢ndola de atacar a la direcci¨®n para blindarse de las sospechas de presunta corrupci¨®n en torno a su hermano. La direcci¨®n fue expl¨ªcita en p¨²blico y prolija en privado. Creen que la presidenta, en lo peor de la pandemia, adjudic¨® un contrato para comprar mascarillas, del que su hermano se habr¨ªa llevado una comisi¨®n. Fuentes populares cifraron incluso la cantidad de esa comisi¨®n: 283.000 euros. La presidenta no neg¨® que su hermano cobrara una comisi¨®n, pero defendi¨® que todo fue legal y declarado porque trabaja como comercial en el sector.
G¨¦nova no present¨® documentos sino que anunci¨® que llevar¨¢ la investigaci¨®n interna hasta el final y luego tomar¨¢ medidas. Pero el tono del secretario general le obliga a presentar pruebas y conclusiones en un plazo no demasiado lejano y a explicar por qu¨¦ han mantenido silencio todos estos meses, desde que pidieron explicaciones a la presidenta de la comunidad en octubre. Ayuso les reclam¨® a su vez pruebas pero la presidenta de la Comunidad de Madrid tiene una v¨ªa f¨¢cil para zanjar el asunto: presentar p¨²blicamente los documentos que acrediten la comisi¨®n que cobr¨® su hermano, el concepto, la fecha, la cantidad y su declaraci¨®n fiscal.
Las acusaciones de espionaje y corrupci¨®n han vuelto a emerger, como si el tiempo no pasara por el PP de Madrid, en cuyas juventudes en tiempos de Esperanza Aguirre se formaron los dos protagonistas. La salvedad de la situaci¨®n actual es que esta vez las acusaciones no vienen de fuera, ni del periodismo, ni de sus adversarios pol¨ªticos, sino que se las lanzan a la cara los dos l¨ªderes m¨¢s destacados del partido. La explosi¨®n p¨²blica del asunto tiene un sesgo tr¨¢gico: fue la corrupci¨®n invasiva y estructural ¡ªratificada judicialmente en al menos tres ocasiones¡ª lo que desaloj¨® del poder a Mariano Rajoy tras una moci¨®n de censura en 2018.
La frustraci¨®n de expectativas que vivieron los populares en las elecciones de Castilla y Le¨®n, la decisi¨®n vital que tienen que tomar sobre si admitir o no gobiernos de coalici¨®n con Vox, todo queda dinamitado por una guerra interna sobre la que hay dos ¨²nicas certezas. La primera es el dilema Casado o Ayuso, planteado ya descarnadamente en el interior del partido y a la luz p¨²blica. La segunda certeza es que el ¨²nico beneficiario de este estallido es Vox.
La fragilidad del liderazgo de Casado y la osad¨ªa en el l¨ªmite de la temeridad de Ayuso pueden haber fabricado un incendio pol¨ªtico que necesite a un bombero con el que algunos sectores del PP sue?an desde hace tiempo.