Una pieza clave de la coordinaci¨®n fiscal europea

La reforma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC), cuyo debate est¨¢ abierto a nivel europeo, ofrece una gran oportunidad para replantear el modelo del marco fiscal en la Uni¨®n Europea y en el ¨¢mbito nacional. Existe cierto consenso en que el pacto y los modelos nacionales que lo replican no han evitado el dise?o de pol¨ªticas fiscales proc¨ªclicas y el incremento continuo de la deuda p¨²blica en la mayor¨ªa de las econom¨ªas europeas.

La evidencia acumulada desde la creaci¨®n del euro ...

La reforma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC), cuyo debate est¨¢ abierto a nivel europeo, ofrece una gran oportunidad para replantear el modelo del marco fiscal en la Uni¨®n Europea y en el ¨¢mbito nacional. Existe cierto consenso en que el pacto y los modelos nacionales que lo replican no han evitado el dise?o de pol¨ªticas fiscales proc¨ªclicas y el incremento continuo de la deuda p¨²blica en la mayor¨ªa de las econom¨ªas europeas.

La evidencia acumulada desde la creaci¨®n del euro y los legados econ¨®micos de la pandemia dejan poca opci¨®n a mantener la arquitectura fiscal actual, que se basa, fundamentalmente, en reglas tributarias num¨¦ricas, con una vigilancia predominantemente europea y con amenazas de sanciones financieras que no han impedido su incumplimiento sistem¨¢tico.

Que las reglas fiscales no son suficientes para controlar el sesgo tradicional de los gobiernos hacia la inflaci¨®n y la deuda no es algo nuevo. La delegaci¨®n de la pol¨ªtica monetaria en favor del Banco Central Europeo en los ¨²ltimos a?os de la d¨¦cada de los noventa permiti¨® corregir el sesgo a la inflaci¨®n. Sin embargo, el abordaje del sesgo a la deuda que podr¨ªa incrementarse en el seno de la uni¨®n monetaria entra?aba mayor complejidad en la medida en que, no siendo delegable la pol¨ªtica fiscal, era necesario encontrar un sistema que garantizase la autonom¨ªa fiscal de los pa¨ªses, sin renunciar a una coordinaci¨®n que promoviese la implicaci¨®n nacional en el bien com¨²n de la sostenibilidad financiera.

Y as¨ª nace el PEC en 1997 con una vocaci¨®n coordinadora cuyo fin ¨²ltimo era evitar comportamientos individuales que pudiesen afectar negativamente al conjunto de la zona del euro en un contexto de pol¨ªtica monetaria ¨²nica.

Sin embargo, la crisis de 2008 puso de manifiesto fallos en el modelo de gobernanza de la eurozona en un triple ¨¢mbito: financiero, econ¨®mico y fiscal. En el ¨¢mbito fiscal, se reform¨® el PEC en un proceso normativo que, entre 2011 y 2013, se dirigi¨® a reforzar el marco de reglas tributarias mediante el llamado ¡°owner ship¡±, o ¡°apropiaci¨®n de las reglas fiscales¡±, con la finalidad de evitar la desafecci¨®n de los Estados miembros respecto a un marco fiscal europeo que se percib¨ªa como impuesto y ajeno.

En el contexto de esta filosof¨ªa, se sit¨²a la apuesta europea por la creaci¨®n de las instituciones fiscales independientes (IFI), cuya naturaleza, principios de actuaci¨®n, requisitos y funciones se fueron perfilando en diversos acuerdos y normas europeos en el ¨¢mbito del Fiscal Compact y Two Pack durante 2012 y 2013.

Precisamente, en 2013, se crea la IFI espa?ola, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), cuya ley org¨¢nica de creaci¨®n plantea un objetivo ambicioso ¡ª¡°garantizar la sostenibilidad de las finanzas p¨²blicas¡±¡ª, un mandato extenso, que en su configuraci¨®n actual comprende labores de supervisi¨®n fiscal y evaluaci¨®n de pol¨ªticas p¨²blicas, y un amplio alcance, en la medida en que su mandato se extiende a todos los niveles de las administraciones p¨²blicas.

Cualquiera que sea su alcance, la normativa nacional reguladora de la Airef, y de las IFI en general, tiene que cumplir con los requisitos fijados a nivel europeo en cuanto a la definici¨®n de estas instituciones, sus principios y sus funciones. Este mix de desarrollo nacional sobre la base de unos requisitos comunes fijados por la normativa europea singulariza a estas instituciones supervisoras respecto a otras entidades independientes con funciones en el ¨¢mbito de la supervisi¨®n y/o de la regulaci¨®n nacional.

Las IFI propician una orientaci¨®n a medio plazo de la estabilidad financiera, contrarrestando el sesgo hacia el d¨¦ficit asociado con ciclos electorales; reducen los problemas de informaci¨®n, haciendo m¨¢s transparentes y cre¨ªbles los datos y proyecciones fiscales y macroecon¨®micas de los gobiernos; proporcionan una fuente independiente de disciplina, no expuesta a la presi¨®n de grupos de inter¨¦s; incrementan los costes reputacionales del incumplimiento de los objetivos fiscales y hacen m¨¢s transparentes las implicaciones de las decisiones actuales para las generaciones futuras

Por todo ello, las instituciones europeas tienen inter¨¦s en que las IFI desarrollen su actividad con las garant¨ªas necesarias, algo que, sin duda, beneficia a la sociedad en general, ya que la apuesta por la existencia de an¨¢lisis independientes que sustenten las decisiones pol¨ªticas contribuye a reforzar la credibilidad del pa¨ªs y su calidad institucional.

La reforma del PEC y la necesaria evoluci¨®n desde un modelo basado en reglas fiscales num¨¦ricas y una gobernanza supranacional hacia otro que prime el compromiso nacional con la sostenibilidad de las finanzas p¨²blicas y el crecimiento requiere de un apoyo europeo para garantizar la independencia y autonom¨ªa de gesti¨®n de las IFI, cuyo conocimiento especializado de cada pa¨ªs les confiere un papel principal en este marco cualitativo de reglas fiscales y en la coordinaci¨®n que dio origen al PEC.