Nicaragua, espejo en llamas
El cantautor Hernaldo Z¨²?iga, nicarag¨¹ense radicado en M¨¦xico, escribe ante el encarcelamiento y posterior destierro de miembros de la Banda ¡°Monroy & Sumernage¡± y otros artistas de su pa¨ªs
El franc¨¦s Jean Vilar dijo : ¡°La cultura debe ser un servicio p¨²blico como el agua, el gas y la electricidad¡±. El arte sublima, nos hace m¨¢s libres e imaginativos, promueve el v¨ªnculo. Un r¨¦gimen que encarcela, persigue y empuja al exilio a m¨²sicos, pensadores, escritores, poetas, pintores, cantantes o periodistas es anomal¨ªa propia de Corea del Norte o la Rusia invasora de Putin entre otros. Nicaragua ha entrado en esa lista infame; en fecha muy reciente encarcelaron y posteriormente desterraron a la banda Monroy y Surmenage adem¨¢s de su representante.
Deseamos un modelo de convivenci...
El franc¨¦s Jean Vilar dijo : ¡°La cultura debe ser un servicio p¨²blico como el agua, el gas y la electricidad¡±. El arte sublima, nos hace m¨¢s libres e imaginativos, promueve el v¨ªnculo. Un r¨¦gimen que encarcela, persigue y empuja al exilio a m¨²sicos, pensadores, escritores, poetas, pintores, cantantes o periodistas es anomal¨ªa propia de Corea del Norte o la Rusia invasora de Putin entre otros. Nicaragua ha entrado en esa lista infame; en fecha muy reciente encarcelaron y posteriormente desterraron a la banda Monroy y Surmenage adem¨¢s de su representante.
Deseamos un modelo de convivencia donde quepan todos, respeto a las libertades, sanidad y educaci¨®n p¨²blicas de calidad, reine el imperio de la ley con un sistema econ¨®mico justo, estimulador del crecimiento. Hay una demanda inapelable de alternancia peri¨®dica del poder fruto de elecciones limpias y equitativas. Es realidad reunida en muchos pa¨ªses, en consecuencia suelen gozar de libertad, progreso y estabilidad. No supone una utop¨ªa sino un llamado hist¨®rico al alcance de nuestras manos.
El pensamiento cr¨ªtico ante el momento atroz que se padece pone en relieve la esperanza, necesidad urgente en una crisis social de la magnitud que se experimenta en Nicaragua, espejo incendiado derivado de un poder desp¨®tico, aver¨ªa de la historia que un d¨ªa ser¨¢ olvido, superada con determinaci¨®n y entusiasmo colectivo.
Como tel¨®n de fondo queda la tarea de atender heridas y cicatrices de las familias v¨ªctimas de cr¨ªmenes en los eventos surgidos del hervor social en Abril de hace cuatro a?os.
Los nicarag¨¹enses ante la tiran¨ªa decidieron transitar un camino que tiene mucho de ruta en piedra volc¨¢nica despu¨¦s de la derrama de lava. En contraste con el movimiento insurreccional de los a?os setenta han optado por una oposici¨®n pac¨ªfica frente al Estado que ya alcanza una escala represora desconocida en el pa¨ªs pese a haber sufrido en el pasado dictaduras como la de los Somoza que ocuparon un tramo significativo en nuestra reciente historia, adem¨¢s de autocracias de diverso pelaje en su andadura como Rep¨²blica independiente.
Se aspira a una Nicaragua donde quepan todas las voces por muy distintas sean, perfilando as¨ª una Naci¨®n de coro afinado y en paz, poes¨ªa de la vida recuperada.
La obligaci¨®n moral de abrazar el presente es imperativo c¨ªvico, solidarizarse con los presos pol¨ªticos y sus familias a la par de nutrir el anhelo de un destino constructor para las amplias capas de la poblaci¨®n que sufren rezago y manipulaci¨®n desde tiempos remotos.
Todos adentro, nadie excluido.
El espejo en llamas que reclama un torrente de agua fresca y mansa que lo apague.
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