?C¨®mo? ?No tienes TikTok?
Los lectores opinan sobre el uso de las redes sociales, los efectos de la pandemia sobre los adolescentes, el f¨²tbol y el resultado de las elecciones francesas del pasado domingo
Esta es la pregunta que te hacen todos cuando se enteran de que no utilizas una red social. ?C¨®mo puede ser que seamos tan adictos a ellas? Al final, redes como TikTok o Instagram sirven principalmente para saber qu¨¦ hace la gente. Todos tenemos una vida propia, pero parece que la nuestra no es suficiente. Queremos vivir la de los dem¨¢s, enterarnos de todo, y desaparecer de la nuestra por unos minutos. Adem¨¢s, muchos de ellos no son conocidos nuestros, simplemente los seguimos para cotillear sobre qu¨¦ hacen durante su d¨ªa a d¨ªa....
Esta es la pregunta que te hacen todos cuando se enteran de que no utilizas una red social. ?C¨®mo puede ser que seamos tan adictos a ellas? Al final, redes como TikTok o Instagram sirven principalmente para saber qu¨¦ hace la gente. Todos tenemos una vida propia, pero parece que la nuestra no es suficiente. Queremos vivir la de los dem¨¢s, enterarnos de todo, y desaparecer de la nuestra por unos minutos. Adem¨¢s, muchos de ellos no son conocidos nuestros, simplemente los seguimos para cotillear sobre qu¨¦ hacen durante su d¨ªa a d¨ªa. Podemos llegar a saber casi toda la vida de una persona y su forma de ser, solamente mirando su perfil. Esto puede ser peligroso para la integridad f¨ªsica de las personas, sin hablar de los ni?os y adolescentes a los que estas plataformas provocan problemas de salud mental. Hay que ser fuerte para afrontar los comentarios que suelta la gente sin pensar en c¨®mo le repercutir¨¢ a la persona. Me parece muy bien que sirva de abstracci¨®n de la vida cotidiana, pero ?hasta qu¨¦ punto es sano estar tan enganchados?
Gemma Aguilar Boladeras. Girona
Miedo
Cuando comenz¨® el confinamiento a inicios de 2020, ese a?o iba a cumplir 16. La pandemia trajo consigo incertidumbre y en algunos casos miedo. S¨ª, miedo a aquello que no se controla ni se elige tener, sino que por tus circunstancias te sucede. Miedo a la realidad, miedo a perder a mis seres queridos, miedo a no disfrutar de mi juventud, en fin cobard¨ªa por resumirlo. Ahora, en esta nueva normalidad y con los 18 a?os a la vuelta de la esquina, puedo decir que aquel miedo estaba justificado.
Nuria Alobuela Simba?a. Madrid
Cohibir la magia
El f¨²tbol es de los espect¨¢culos m¨¢s vistos del mundo, si no es el que m¨¢s. Cada fin de semana vemos como se llenan estadios con capacidades inmensas para ver a unas cuantas personas chutando un bal¨®n, pero si atrae a tanta gente, algo m¨¢s tendr¨¢. El problema es que este deporte cada vez se est¨¢ enfocando m¨¢s a la rapidez y a la potencia, en vez de a dar espect¨¢culo, incluyendo algunas decisiones arbitrales que coh¨ªben la ¡°magia¡±. Por suerte, todav¨ªa quedan algunos jugadores del estilo de Neymar, que le dan al juego mucha riqueza y fantas¨ªa con sus regates extraordinarios.
David Esteban Platero. Valencia
Seguimos de pie
El nuevamente elegido presidente franc¨¦s mira a su pa¨ªs como aquel comandante epirota observaba a sus menguadas tropas en Heraclea. Ha sido una victoria agridulce. En el segundo pa¨ªs m¨¢s poblado de la Uni¨®n Europea, la extrema derecha est¨¢ pujante, amenazando con alcanzar el poder. Ciertas voces gritan con orgullo enarbolando proclamas iliberales mientras celebran su creciente proselitismo. En cambio, los dem¨®cratas aguardamos con inquietud y resistimos. Frente a las embestidas violentas del populismo, nuestras instituciones contin¨²an en pie. Pero no olvidemos que se pueden deteriorar muy f¨¢cilmente.
Antonio Ruiz Su¨¢rez. Valladolid